Después de varios intentos por fin convencí a Dany para que me prestara su coche por unas cuantas horas.
Vendría a dejármelo en pocos minutos.
Por suerte mi tía no estaba en casa, tuvo una de sus tan repentinas juntas de trabajo y se fue corriendo.
Sé que estaba mal salirme de nuevo a escondidas y más si aún no me encontraba del todo bien o peor, si estaba castigada, pero no quería que pasara ni una sola hora más si saber que estaba pasándome. Tenía que conseguir respuestas, aún que no sabía concretamente si "él" podía dármelas. Tal vez me estaba volviendo neurótica, tal vez ese chico no tenía nada que ver con un arranque de sonambulismo que pudo haberme dado una noche y por eso no me di cuenta de que me había hecho un tatuaje, quizás, pero ¿Por qué nadie podía verlo? algo en mi interior sabía que no era cierto, que algo extraño estaba sucediendo e iba a averiguarlo.~
No fue fácil deshacerme de las mil preguntas que Dany me hizo para saber a donde me dirigía pero al final le di una rápida mentira de que iría al centro de la ciudad para recoger unos paquetes del trabajo de Leo.
Después de veinticinco minutos de camino a la casona de los Rogers me detuve frenéticamente delante de esta.
Toqué el timbre.- Vaya, pero si es la amiguita escurridiza de Dany. - Contesto Matt mientras abría la puerta.
¡Genial!, no había pensado en que diría si no me abría directamente el hermano de Matt.
Me puse nerviosa y algo impaciente.
-Humm, me preguntaba si se encontraba tu hermano.
- ¿Mi hermano? ¿Se presentó contigo? Él no es así, normalmente le justa mantener su identidad en... Privado. - dijo casi para sí mismo.
Bueno, al menos eso explicaba por que casi nadie lo conoce.
- Y mala suerte, casi nunca está en casa. - continuo, después, me miro de arriba a bajo con cierta maldad y diversión.
Rode mis ojos.
- ¿Sabes sí tardará? - dije irritada.
- No lo sé, pero si quieres puedes pasar un rato y meterte a la alberca conmigo. - Dijo con unos ojos bruscamente lujuriosos.
Más que idiota, ahora me tomaba como una cualquiera, sabía bien que no era bonita y aún que mi cabello rubio y mi piel blanca resaltaban sabía que eso no era precisamente lo que le llamaba la atención a los chicos, de hecho, nada en mi lo hacia, por eso casi nunca voltean a verme.
No se qué haya pensado Matt la otra noche de mi pero como hubiera deseado en estos momentos tener el carácter de Lydia para soltarle una patada en la entrepierna, claro, como ella usualmente solía hacer con imbéciles como Matt.Sentí que me ponía roja de coraje y cuando estuve a punto de responderle una maldición una voz familiar silbo armoniosamente detrás de mi.
- Ella no vino a verte a ti, así que ve a dentro a seguir hablándole a tus músculos. - dijo con naturalidad pero con un tono molesto, mientras me volteaba reprimí una risa mordiéndome el labio, entonces mi mirada se encontró con esos mismos ojos llenos de fuego intenso.
Llevaba su cabello igual de despeinado, rebelde, pero en su sitio, vestía unos jeans con una playera negra en cuello V que hacia que su formado cuerpo resaltara, sus manos estaban en sus bolsillos y parecía fresco.
Mi corazón empezó a latir irregularmente pero no quería que así fuera, entonces me vi obligada a desviar mis ojos a otra parte, disimuladamente.
Matt gruño algo que no alcance a escuchar y luego cerró la puerta principal.
De pronto ya no recordaba por que había venido.
- Yo... - empecé a decir pero él me interrumpió.
- Vienes a dejarme algo que es mío.
Lo mire de nuevo pero ahora con más seguridad, me acerque a él intentando mantener paso firme, después le saque una mano de su bolsillo y le entregue su móvil. Sentí cosquillas al contacto de su piel con la mía, pero aparte mi mano rápidamente.
- Perdón, me olvide dártelo. - Alcé mi vista un poco para ver su expresión (por la diferencia de altura) y descubrí que sonreía de lado aún que sin mostrar sus dientes.
- Sabía que ibas a regresar. - Dijo muy seguro.
Sentí color en mis mejillas y eso causo que su sonrisa se ampliara.
De pronto algo de enojo creció en mi. ¿Cómo es que estaba tan calmado y yo tenía un problema en mi espalda? De un momento a otro recordé por que me había arriesgado a salir de casa pero decidí mantener mi voz tranquila.- Dime; acaso tu... - Antes de que pudiera seguir, de nuevo me interrumpió.
- Connor.
- ¿Cómo? - Dije algo confundida.
- Ese es mi nombre. - Su sonrisa era reservada pero peligrosa.
Vaya, ni siquiera me paso por la mente preguntarle su nombre, ahora no sabía que decir.
- Cuando se refieren a "tu", "oye" no es agradable y menos si me haz conocido ya Liv.
- Entonces, Connor, hay algo que quería preguntarte... - pero un escalofrío recorrió toda mi columna - Aguarda, ¿Cómo sabes mi nombre?
Estaba segura de que yo le era tan indiferente a Matt que no creo realmente que supiera mi nombre y menos que se lo halla dicho a Connor, después me quede analizando su rostro y el había perdido su sonrisa, ahora sus labios estaban una una línea dura.
- ¿Por que no lo sabría? Matt me lo dijo.
Pero yo no le creía. Entonces decidí soltarle de una vez todo lo que me quemaba por dentro.
- Creo que me estas mintiendo, creo que algo extraño está pasando contigo y conmigo, dime ¿Acaso tu sabes algo sobre el tatuaje en mi espalda? Por qué he notado que nadie puede... - me quede a mitad de todo lo que iba a decirle, ¿Quién le daba el derecho de interrumpirme todo el tiempo? Pero mis pensamientos quedaron vacíos cuando su mano viajo rápidamente hacia la mía y bruscamente tiró de mi para que lo siguiera.
Su paso era firme, y su agarre a mi mano lo era el doble, así que cuando intente soltarme varias veces fue inútil, ¿Qué estaba haciendo? ¿A dónde me llevaba? Seguramente a un lugar donde no se escucharán mis gritos cuando me matara. Muy exagerado de pensar ¿Por qué habría de hacerme daño? Quizás otra vez me imaginaba cosas que no eran, aún que a decir verdad no me extrañaría que fuera un asesino en serie, su cuerpo era fuerte y sus gestos no eran precisamente amables, trataba de disimular pero en sus ojos se notaba el peligro. Era claramente mayor que yo quizás unos ¿Veintitrés?.
Mi corazón esta vez quería salirse de mi pecho, una parte de mi quería soltarse de su agarre para salir huyendo pero la otra deseaba intensamente que jamás se perdiera el contacto de mi piel con la suya, que casi quemaba.
Me guio unas cuantas cuadras hasta el final de aquel fraccionamiento lujoso, antes de salir de este, me empujo en un callejón semi oscuro entre dos casonas inmensas, cuando me soltó pensé en apartarme pero él fue más rápido y con un movimiento hábil me puso contra la pared con sus dos manos a los laterales de mi cabeza.
Sentí el corazón en la boca, ¿Por que Connor, alguien que prácticamente acababa de conocer me hacia sentir tan nerviosa?
- Pe-pero ¿Qué haces?
- No es seguro que hablemos de esas cosas tan libremente, aún no lo estamos del todo pero aquí no nos escucharán tan fácilmente, ahora, ¿Por qué no te quitas tu chamarra? - dijo algo agitado pero hablaba muy en serio mientras sus ojos brillaban.
Tenía miles de preguntas, y mi cabeza daba vueltas, estaba nerviosa y confundida ¿De quién no estábamos seguros? ¿Por qué Connor me pedía tal cosa? Fuera lo que fuera hacia que mis manos sudarán.
Chic@s les dejo un capítulo más, puede que este un poco más largo pero espero que les guste, gracias por leer. Y me gustaría saber realmente que les parece hasta ahora. ¿Qué piensan de Connor? (;
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Liv
Teen FictionOlivia no es cualquier chica, su pasado es borroso y aún que parezca que todo va normal en su vida todo cambia cuando descubre un pequeño tatuaje en su espalda.