[ C A Z A D O R D E B R U J A S ] Intendenteplay (AU)

Capítulo #4🏷️

_Busqueda_

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Había ocaciones en las que no quería levantarse de la cama.
El cansancio impedía a Conway levantarse y comenzar su día, pero por otro lado la idea de quedarse en la cama tampoco era una buena opción, le hacía pensar demasiado, más de lo que necesitaba.

Con la poca energía que poseía en ese momento se levantó de la cama.
El perro que estaba acostado a los pies de la cama alzó la cabeza mientras movía la cola y regesaba a acomodarse, sabiendo que su dueño no le prestaría más atención que esas miradas, o cuando le necesitaban.

Las primeras veces sentía una nostalgia abrumadora, una que le regresaba a aquel horrible día.

Ahora cambiaba constantemente de pueblo, de casa, de cama... Todo con tal de no revivir aquellos momentos, aquellos que en su momento fueron felices y ahora solo eran un recuerdo de como había fallado, de como había perdido todo y un recordatorio de lo que ahora buscaba.

El tacto de sus pies descalzos sobre la fría y áspera madera del piso le recordaba que aún estaba con vida.
«No lo merezco» Era un pensamiento constante que le atormentaba día a día.

Así era como sus días comenzaban.

-Buenos días Conway.-
Escuchó el saludo del hombre de barba, este traía consigo un café en mano dándole pequeños sorbos mientras acomodaba sus ropas, unas ojeras adornaban la parte baja de sus ojos, como si no hubiese dormido nada.

El mayor solo saludo alzando un poco en rostro mientras caminaba por el lugar.
Por ahora los tres casadores se estaban quedando en la comisaría, no era el mejor lugar para descansar, pero comenzaban a acostumbrarse a este estilo de vida.

-¡Conway, venga rápido!-
La voz preocupada de Volkov le alertó y terminó de despertarlo, un poco de adrenalina en sus cuerpos empezando el día, por ahora parecía ser lo que los mantenía constantemente de pie y funcionales.

Conway miró a Greco quien de inmediato se levantó de su silla y camino junto al mayor, ambos siguiendo al peliplata.

-¡Es mi hijo!-

Algo se removió en el pecho de Conway cuando escucho aquello, el hombre se veía en el límite, como si en cualquier momento se fuese a romper.

-Cuenteme ¿Qué ocurrió?-
Habló ahora al de barba mientras caminaba a uno de los armarios que tenían ahí.
Comenzó a sacar algunas cosas, alistándose para salir.

Los otros dos tardaron unos segundos en reaccionar, pero de inmediato le siguieron haciendo lo mismo que este.

-¡No está! Solo e... es un niño...-
La voz de aquel hombre se cortaba mientras hablaba, intentando mantenerse y que se le pudiera entender.
-Solo fue unos segundos... un par de segundos... y cuando miré... el ya no estaba ahí -