Un hombre muy macho || Yoonmin

XIII. Después del ocaso.

Después de salir de la sorpresa, tomándolo de los hombros, Jung Kook empujó a Ji Min para que dejara de besarlo y frunció levemente el ceño.

- ¡basta! –dijo el menor.- estás yendo demasiado lejos.

Ji Min soltó un suspiro, limpiando sus labios con su brazo.

- Lo siento, solo fue un impulso. –dijo el mayor.- ya no seguiremos con esto.

El menor bufó y, disgustado se fue de allí, Ji Min lo vio alejarse y chasqueó su lengua, metiendo sus manos a los bolsillos de su chaqueta para ir en dirección contraria, recordando aquella expresión de tristeza que alcanzó a ver en el pálido rostro de Yoon Gi antes de que éste se volteara, quería tener las fuerzas para no sentirse culpable, pensando más en su propio dolor y en que él nunca pensó en el daño que le hizo; salió de la universidad y fue caminando en dirección a su casa, aunque solo veía hacia abajo, por lo que no se percató cuando chocó accidentalmente contra el menos deseado.

- Pero mira a quién tenemos aquí. –dijo Se Hun.- es la zorra de la universidad.

Con muy pocas ganas de escuchar sus insultos, Ji Min suspiró e intentó seguir su camino, pero él se lo impidió, tomándolo por la parte de atrás del cuello de su camisa.

- ¿te he dado permiso de irte? –dijo el mayor.-

- No lo necesito. –contestó Ji Min.-

- Miren, se ha vuelto insolente. –soltó una risa sarcástica.- vamos, divirtámonos un poco.

- No tengo ganas.

- Tonterías, a ti te basta solo con que te lo pidan. –tiró de la camisa para pegarlo a él.- no importa quién, solo importa que te de placer.

Volvió a reír, metiendo su mano bajo la camisa del contrario. Asqueado por el tacto, Ji Min frunció el ceño y se separó bruscamente de Se Hun.

- No me toques. –dijo arreglando su ropa.-

- ¿quién te crees para rechazarme?

Igual de disgustado, Se Hun echó su brazo hacia atrás, empuñando su mano y fue allí cuando empezó la pelea.

Con la capucha del suéter puesta sobre su cabeza, Yoon Gi caminaba, mirando sus pies, pensando en lo que perdió cuando algunos sonidos llamaron su atención, alzó su cabeza y vio hacia un lado, encontrándose en un callejón casi a oscuras, puesto que estaba atardeciendo, a Ji Min luchando contra Se Hun. El menor, pequeño, pero fuerte, lanzaba golpes que al lastimar, enfurecían más a su rival hasta que éste, lleno de furia terminó por derrumbarlo y con el rostro golpeado, su ceño fruncido y una diabólica sonrisa lo miró, rodeando el cuello del peli negro con una de sus manos, cortando el flujo del aire y mientras éste intentaba zafarse del agarre que le impedía respirar, otra de aquellas fuertes manos buscaban despojarlo de su ropa de manera bestial; el impacto de ver a su amado indefenso ante aquellos fuertes brazos que no se comparaban con los suyos, siendo asfixiado sin piedad y a punto de que aquel bruto lo violara, que por varios segundos no pudo hacer nada más que quedarse estático y boquiabierto, pero, recobrando la valentía junto a la inmensa rabia de que lastimaran a su amado Ji Min, se fue sobre el agresor.

- ¡suéltalo! –gritó.-

La cabeza de Se Hun se golpeó con fuerza contra el suelo y cegado por la cólera, Yoon Gi tomó su cuello con una mano, subiéndose sobre él, mientras que con la otra lanzaba innumerables golpes con el puño cerrados, tan fuertes que el rostro del otro no tardó en llenarse de sangre; estaba tan sumido en su ira que no escuchó a Ji Min toser, intentando recuperar el aliento, giró su cabeza y vio la manera brutal en que Yoon Gi golpeaba al hombre ya inconsciente, pero no se movió, ni dijo nada, solo lo dejó continuar hasta que éste notó que él ya no se movía, ni respiraba, con sus manos ensangrentadas checó su pulso y notó que ya no latía su corazón, sus ojos se abrieron más de lo normal y con las manos manchadas de rojo en la cabeza, vio el cadáver de Oh Se Hun tirado debajo de él, pero no podía ser capaz de sentir nada al respecto, no se arrepentía, tan solo estaba sorprendido de que haya sido capaz de algo así. Volvió su mirada al chico que estaba sentado en el suelo, mirándolo con la misma expresión de impacto y temor que él.