RECONCILIACIÓN

2.5K 196 27
                                    

La ciudad estaba mortalmente silenciosa esa noche, quizá porque sorpresivamente el clima se asemejaba mucho al del tercer círculo del infierno. La temperatura bajaba y se sentía cómo los músculos se entumecían, pero a pesar de eso ahí estaba él.

El albino sabía que había sido impulsivo, y quizá hasta estúpido pero no podía echarse para atrás, traía todas sus cosas en su humilde maleta mientras abrigaba a su querido Fat Nuggets contra la pelusa de su pecho; la mirada afligida que jamás creyó ver en Alastor lo torturaba aún despierto.

"Eres como todos ellos ¡Eres igual que Valentino!"

Le había gritado esas terribles palabras sin pensar, estaba tan molesto que no podía parar lo que su boca emitía, sus cuerdas bucales se tensaron por si solas ocasionando todo este conflicto.

Todo surgió a raíz de un comentario inocente de Charlie, la manager del Hotel había llegado muy emocionada con la araña drag mostrándole avances de algo que él no tenía idea; fingió interés mientras divagaba hasta que un par de palabras fueron suficiente para desestabilizarlo.

-¡A este paso podrás ir a Heaven en un par de meses! ¿No es genial? –Angel la miró a sus brillantes ojos, esperando una respuesta positiva. Pero nunca llegó.

-Es... wow, yo... -Charlie se vio desilusionada pero en dos segundos se recompuso.

-Entiendo. Es mucho para procesar, pero no te preocupes; a este ritmo será pan comido –dijo sin esperar respuesta, se retiró dejando al demonio con indescriptible aflicción.

-Si... claro –

Él no se quería ir, abandonar todo lo que había obtenido era una idea estúpida para cualquiera. Ni si quiera en vida había sido tan feliz como en ese tiempo que estuvo en el Hotel, tenía extraños amigos, un techo, nadie que lo amenazara apuntándole con el cañón de algún arma a la cabeza... ¡Por Dios! Tiene un novio que lo ama, que puede quizá ser el mejor hombre que pudo haber encontrado en ese pútrido lugar de castigo.

Fue algo que hizo en el calor del momento, compró cocaína y se metió en su habitación a inhalar como si no hubiera un mañana –tal vez no lo habría si seguía con su racha de redención –a pesar de la carita entristecida de su mascota. Estaba tan drogado que no era consciente de que había salido de su habitación, se desnudó frente a los otros residentes del hotel y comenzó a bailar como si fuera un club nudista. Solo fue consciente al día siguiente cuando despertó en una habitación que no era suya, pero que conocía mejor que la propia.

Alastor lo miraba desde una esquina con sus ojos rojos y brillantes con la pupila simulando un sintonizador de radio. Había símbolos vudú a su rededor y las sombras distorsionaban la habitación.

Esa fue por mucho la pelea más fuerte que habían tenido en todo lo que iba de su relación; Alastor lo había llamado irresponsable, adicto y tantos adjetivos despectivos que tendría que buscar en un diccionario.

-¿Qué esperabas probar? Charlie espera mucho de ti, decepcionas a todos con cada paso que das por tus desplantes egoístas –le regañó con la interferencia lastimándole los oídos.

-¡Ese es el problema! Nadie piensa en mí, yo no soy un puto experimento, no le pertenezco a Charlie para que crea que así su papi le hará caso como nunca le ha dado ¡Puedo drogarme si quiero! ¡Y follar con quien se me antoje! ¡Es mi puta decisión! –Alastor solo conservaba su figura demoniaca haciendo sus astas más grandes con cada palabra, pero Angel no paró -¡Charlie me usa de rata de laboratorio! ¡Valentino me usa como su puta! ¡Para cada demonio de mierda en este infierno soy un objeto que usar! Incluso para ti –entonces la interferencia cedió un poco, pero aún se escuchaba fuertemente retumbando en la habitación.

RADIODUST WEEKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora