RADIODUST WEEK

TRAICIÓN

Un suspiro. El sonido de una inhalación y el caer de aquel tazón lleno de palomitas silenció aquel salón.

Angel no lo podía creer, instantáneamente sus ojos se llenaron de lágrimas, y sus manos superiores fueron directamente a su boca con el fin de acallar los sollozos que estaban a punto de venir. Se abrazó a sí mismo con sus brazos inferiores limitando al demonio contrario a que hiciera algo.

-Angel... no es lo que crees –dijo con su voz radiofónica levantándose rápidamente del sillón, y aunque su sonrisa permanecía, su labio inferior temblaba de los nervios acumulados en su sistema.

El arácnido pasó su mirada de su novio al objeto de su desprecio, sin querer más lágrimas se acumularon en sus ojos comenzando a desbordarse por los bordes como ríos interminables.

-Confié en ti... cada palabra de amor, siempre dijiste que nunca me mentirías ¡Y qué es esto! –exclamó sujetando su pelusa a la altura de su corazón, estrujándola como si eso aminorara el dolor en su corazón.

-Angel, sabes que te amo –dijo dejando su sonrisa caer lo necesario como para que ahora fuera solo una simple curva en sus labios.

-¡Entonces explícame! Dime que no me hiciste esto... dijiste que no te interesaba, que era aburrida y que no tenías ningún interés en verla. Y ahora aquí estas –dijo con la voz quebrada por el llanto –dime que no me hiciste esto –suplicó el albino deseando una negativa, que todo fuera un error, que ese par de años a su lado seguía habiendo amor y confianza en ellos.

-Lo siento... -dijo Alastor disminuyendo la interferencia en su voz sonando casi humana –te amo como a nadie, cariño. Pero no pude evitarlo, fue la primera vez que hacía esto y no esperaba que me gustara tanto, no pude evitar... -

-Un cuchillo en la espalda me hubiera dolido menos –interrumpió Angel –lo hubiera esperado de cualquiera, incluso de Cherry pero nunca de ti –se dio la vuelta para irse a su habitación.

-¡Angel! Por favor –suplicó Alastor sosteniendo una de sus muñecas.

-¡No quiero volver a verte! –gritó corriendo escaleras arriba. Ese grito llamó la atención de Charlie, quien salió de su despacho viendo a Angel siendo seguido por Alastor mientras Husk, Niffty y Vaggie veían desde un punto no tan lejano en la cocina mientras comían palomitas.

-¡Por todos los diablos! ¿Qué pasó? –preguntó la preocupada princesa.

Vaggie se limpió las manos de mantequilla con una servilleta antes de responder.

-Alastor y Angel tuvieron una pelea –

-Eso lo noto, pero se escuchaba serio –dijo Charlie.

Un ñee por parte de Niffty la hizo replantearse su opinión.

-Les doy una hora para que se reconncilien –dijo la pequeña cíclope.

-¿Estás loca? ¿No los has oído? Ellos no tienen llenadera. Les doy unas cuatro horas mínimo –ambos demonios se miraron asintiendo conformes a su silenciosa apuesta.

-Pero no entiendo ¿por qué? –Charlie seguía confundida por todo ello.

-Angel convenció a Alastor de ver una serie en Voxflix con él desde hace una semana –empezó Vaggie –y Alastor siempre decía "Odio a Vox, ¿por qué querría ver las sandeces que pasa en esa estúpida pantalla?" pero Angel le respondió "Vamos abuelo, me la recomendaron y dijeron que era muy buena. Tiene sangre y tripas, escenas explicitas de sexo y según dicen ¡muy buena historia" –narró la polilla.

-Entonces un par de días después Alastor cedió a verla, sinceramente nunca lo había visto tan concentrado en otra cosa que no fueran sus asesinatos, bueno... y Angel –dijo Husk –pero había ocasiones en que Angel estaba demasiado ocupado para acompañarlo –

Niffty se acercó a la princesa como si le fuera a decir un secreto, a pesar de que todos la podían escuchar.

-Alastor se adelantó tres capítulos en la serie –susurró.

-¡Oh! Vaya, así que fue eso –

-Pero no te preocupes, amor. Se arreglaran en poco tiempo, se han reconciliado por cosas más graves –dijo Vaggie reconfortando a la rubia mientras acariciaba su mano con su pulgar mientras la sostenía.

-Como cuando Angel se terminó el gumbo de Alastor, y el bastardo no le habló por una semana –dijo Husk riendo entre dientes mientras daba un trago de licor. Todos concordaban que aunque les molestara, Husk era menos uraño ebrio.

Un fuerte golpe se escuchó en el piso superior alertándolos, pero se calmaron al escuchar un claro "¡Ah! Alastor... bebé ¡más fuerte!" Vaggie miró su reloj antes de mirar a Husk y Niffty.

-Cuarenta y cinco minutos –anunció.

-¡Estuve más cerca! Yo gané –Husk no objetó, así que sacó un par de billetes y se los dio a la adorable demoniza.

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Bonus.

El cielo eternamente rojo se volvió más oscuro hasta casi llegar a ser un profundo negro. En ese instante dentro de las instalaciones del hotel, en el salón principal y frente a la gran televisión se encontraban dos demonios acurrucados mientras comían botanas, por un lado un tazón con viseras de dudosa procedencia y palomitas en otro mientras se escuchaban gritos desgarradores de la televisión.

Angel se restregó un poco contra el hombro del contrario aspirando su aroma antes de regresar su atención a la televisión.

-Estaba equivocado, realmente es grato este entretenimiento –Angel esbozó una sonrisa entrelazando su mano inferior derecha con la izquierda del contrario –pero lo que lo hace mejor es estar aquí contigo –sintió sus mejillas calentarse tanto que creyó que comenzaría a salir vapor de su pelaje, si hubiera levantado un poco la mirada hubiera notado como el rostro completo de Alastor competía en el color rojo de su cabello.

Ahora realmente parecía una fresa.

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Un capitulo más corto que otros. Perdón si esperaban algo angst pero me acordé de las peleas que suelo tener con mis amigas respecto a Netflix y series que vemos juntas so... aquí está, la mayor traición de todas.

Espero que aun siendo corto lo hayan disfrutado. Les prometo que mañana sí les traeré algo más hurt/confort para el día de "reconciliación".

En fin, sigan disfrutando la semana, leyendo, dibujando y escribiendo.

¡Nos leemos mañana!

CaocHatsune.