Él era algo tan sagrado, tan difícil de remplazar.
Enamorarme de él fue como caer en desgracia, todo envuelto en uno, él era tantos pecados y tantas bendiciones.
Habría hecho cualquier cosa, todo por él y si me lo preguntan. Lo volveria a hacer.
¿...
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Creo que esta de más contar que fue lo que paso, asi que les ahorrare tiempo resumiendoles.
Mientras que Hyunjin y Changbin intercambiaban estupideces entre ellos sali de ahi ignorando por completo a las personas del estacionamiento espectando ese circo. Y no fue hasta que llegue a mi edificio, cuando me percaté de que Changbin me siguio en su moto hasta el departamento.
Tuvimos una charla en donde el me pidio perdón, tanto por el rayon en mi auto y por la escena con Hyunjin. Le dije que no era para tanto, pero él insistio en que debia disculparse de alguna forma, termino invitandome a una cena, la cual no le vi nada de malo y no creo que haya aceptado un no por respuesta, asi que acepte.
Ahora estoy aquí en mi cuarto decidiendo que usar, son las siete treinta. Changbin dijo que pasaria por mi a las nueve, tengo tiempo, pero me estaba quedando sin ideas para un look más o menos presentable.
Busque un rato más hasta encontrar el vestido blanco que me regalo mi mamá hace un año, nunca lo habia usado y este parecia ser su momento.
Luego de ducharme, ponerme el vestido y maquillarme un poco, fui a la sala para esperar el mensaje que me indicaría el que debía bajar. Ya habia pasado una hora desde mi preparación asi que no creo que tarde ese mensaje.
Mi celular vibró en respuesta a mis pensamientos, era él, ya estaba abajo. Tome mis cosas y sali de ahi, tengo que admitir que si estaba un poco nerviosa, se sentia como tener mi primera cita otra vez.
Cuando lo vi esos cosquilleos en mi vientre y debajo de el aparecieron otra vez. Estaba que se caia de bueno, lo admito.
- Wow... te ves - dijo mirandome de pies a cabeza y relamiendo sus labio.- Preciosa.
- Gracias, tu también estas increible - le devolvi el cumplido con una sonrisa. La verdad es que pude haberle dicho millones de cosas más potentes, pero no quiero subirle tanto los humos sin antes haberle hecho pagar un trago al menos.
Nos subimos a su motocicleta, pequeño detalle del cual me olvide para usar vestido apegado al cuerpo, al menos no se volará.
- ¿Lista? - rodee su cintura con mis brazos aferrandome con seguridad.
- Lista.
Ya habia olvidado como se sentia el subirse a una moto, el viento pegaba en mi rostro y pareciera que volaramos, era increible. Llegamos a un bar muy moderno, del que no sabia de su existia hasta ahora, Changbin me ayudo a bajar tomandome de la cintura, una pequeña electrcidad recorrio mi torso cuando sus enormes manos me rodearon.
Estoy segura de que él sintio lo mismo, a juzgar por ese brillo en sus ojos cuando lo mire, me tomo de la mano con confianza llevandome hasta la entrada del bar, que parece más un club viendolo de cerca, había una larga fila de personas esperando entrar. Varios chicos a nuestro alrededor empezaron a saludar a Changbin cuando lo vieron.
