💞Rengoku Kyojuro| Planes

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💞🔥Los Nidos de Demonios, son invención mía, en este universo del Oneshot los Demonios también pueden crearse a partir de la pura sangre Demoníaca, estos no son humanos por lo que su instinto es de supervivencia solamente, está clase de demonios se crean en esos Nidos. 🔥💞

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Las llamados Nidos de Demonios son casi desconocidos dentro de los Cazadores, y es que no tienen demasiado tiempo de que estos hayan sido descubiertos.

Los Pilares se han encargado de exterminarlos, ubicar los nuevos y demás. Últimamente hay algo preocupante que hay más demonios que Cazadores. Esto ha preocupado mucho no sólo a Oyakata-sama sino también a todos los Pilares.

Ignar, la Pilar de la oscuridad, había encontrado un nuevo nido cerca de las montañas de la Sede. Se supone que después de la reunión con Oyakata-sama y los Pilares, todos irían a dormir pero por una misión Rengoku no estuvo ahí.

Quería hablar contigo personalmente sobre eso en su pequeña finca.

A las once de la noche, te apareciste en la puerta. Llamaste a la puerta, para que momentos después Kyojuro abriera con tranquilidad y con una sonrisa en su rostro.

―¡Ignar, que alegría verte de nuevo!―dijo Rengoku abriendo sus ojos en par en par y haciéndose a un lado para que la chica pudiese pasar.

La chica castaña se adentró a la finca cómoda de Rengoku, no era tan grande pero era acogedora y fresca.

―Bueno, ¿por dónde empezamos?―preguntó Ignar mirando a Kyojuro, esperando alguna respuesta

―Podemos comer mientras me cuentas, ¿o ya comiste?

―Comer a las once de la noche, algo habitual en mi

Rengoku se rió levemente. Ignar tomó asiento en uno de los cojines verdes que había.

―Perdón si se ve un poco sucio el lugar, casi no lo uso, estoy más tiempo con mi familia―dijo el rubio un tanto avergonzado

―No te preocupes, he visto peores desastres―Bromeó Ignar

Rengoku sirvió un plato de ramen enfrente de Ignar, colocó otro y en medio puso cuatro bolas de arroz.

―Wow, la última vez que comí contigo no estaba tan bien la comida ¿eh?―comentó Ignar, dio un sorbo a su sopa con una cuchara de madera―Hmm, sabe muy bien, ¿donde mejoraste?

―Ah, bueno, mi hermanito Senjuro y Shinobu me ayudaron―dijo Rengoku un poco nervioso, tomando asiento igualmente en el cojín

Rengoku comenzó a comer su plato de ramen.

―¡Wow que delicioso, en verdad la receta de Senjuro se parece mucho a la de mi madre!

―Pues debo decir que tu madre si sabía cocinar muy bien, y me parece que Senjuro heredó eso

Rengoku sonrió ampliamente mientras seguía comiendo rápidamente. Ingar solía comer lentamente, aunque tuviera hambre se tomaba su tiempo.

―La cosa no marcha bien últimamente para los cazadores, hay rumores de que hay nuevas Lunas Superiores, y me han reportado por muchos lados de la existencia de nuevos Nidos, no entiendo como es que construyen Nidos tan rápido―Ignar expresó su preocupación, dejó su plato de ramen a un lado pensar en demonios hacia que perdiera el apetito

―Es tan malo, ¿Dónde se encuentran los Nidos usualmente? ―preguntó Rengoku interesado

―Casi siempre están en montañas, en cuevas, en lugares poco poblados y algo alejados, el último que llamó totalmente mi atención, fue uno en medio del bosque; cortaron muchos árboles de la zona para reunir los troncos y hacer una especie de cabaña―explicó Ignar jugando con sus manos

―Escuché que el nido más cercano a la Sede está por las montañas del Este ¿no?

Ignar asintió, dándole una mordida a una bola de arroz que tenía en la mano.

―¡Bien, hay que destruirlo y tengo una idea para que no regresen! ―anunció Rengoku con mucha energía y confianza

Ignar rió ante eso. Adoraba que Kyojuro fuera tan alegre y entusiasta.

―¡Nunca he estado en un nido pero mi fuego hace que los demonios terminen huyendo!―dijo Rengoku sonriendo ―Puedo utilizar eso, asustarlos, hacer que se vayan, y tengo una técnica que el fuego jamás se apagará mientras yo viva

―Los demonios le temen al fuego, es una buena fuente de luz natural, ellos Odian eso, no llega a quemarlos como el sol pero si podría servir, ¡Kyojuro de veras tienes que trabajar conmigo algún día!

Rengoku sonrió, satisfecho de que a la chica castaña le gustase la idea.

―Bueno, oye Ignar, ¿quieres ver algo hermoso? ―preguntó Rengoku parándose de su cojín tomando a Ignar de la mano suavemente sin esperar respuesta

―Bien, pero... ¿Qué más hermoso que yo?―dijo Ignar con algo de sarcasmo ―Nah mentira, ya quisiera

Ambos se rieron.

Rengoku guió a la chica hasta el segundo piso, donde abrió una puerta corrediza y se asomaron a un balcón. Se veía bastante bien el bosque que rodeaba la Sede, así como más allá, las montañas y demás.

Mira esto... ¿No es hermoso?―preguntó Kyojuro

La luna iluminaba bastante bien, se veían las estrellas y se veía muy lindo todo.

Ignar quedó fascinada ante la hermosura del paisaje.

―Kyojuro esto es hermoso...

―Claro que si, igual que tu―susurró

Lastima que sus palabras no fueron escuchadas por la castaña.

Aún así, Rengoku estaba feliz.

Decidió pasar su brazo por los hombros de la chica. Ignar no se resistió, se acercó más a Rengoku, acomodando su cabeza en su pecho.

―¿Crees que algún día podremos todos vivir tranquilos sin demonios? ―preguntó Ignar

Kyojuro se dejó llevar. Comenzó a acariciar el pelo café de Ignar.

―Tengo la esperanza de que si... Y si algo sucede, igual mantengo la creencia de que reencarnaremos todos y viviremos tranquilos en la otra vida...

Al final, Ignar se quedó a dormir en la finca de Kyojuro, ya que estaba insistiendo tanto en ello, deciendo que ya es de noche y es peligroso salir.





















[Kimetsu No Yaiba] ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ qᵘᵉ ⁿᵃᵈⁱᵉ ᵖⁱᵈⁱó ᵖᵉʳᵒ qᵘᵉ ᵗᵒᵈᵒˢ ⁿᵉᶜᵉˢⁱᵗᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora