La cruda verdad [VMon]✔︎

Capítulo V

Taehyung llegó a su casa en los suburbios después de una larga mañana de trabajo, todo había salido estupendo, estaba feliz y se encontraba cansado, arrojó su mochila al sofá y bebió de su lata de refresco. El alfa apretó un botón de la grabadora de voz para escuchar el mensaje.

—Taehyung, hola. Soy Lauren. Daré una fiesta el sábado. Y ya sabes que sucede cuando bebo tequila. —La chica rió con gracia y coquetería.

El alfa castaño hizo una amague de sonrisa, y continuó con el siguiente mensaje.

—Soy yo, Nikki. ¿Por qué no has llamado?  Te extraño. No puedo dejar de pensar en tu gran... —Taehyung calló rápidamente la grabación cuando vio a su sobrino entrar a la sala.

—Hola —un pequeño rubio de doce años entraba— ¿Quién es?

—Por todo mi ardiente... —Taehyung intentó callarlo de nuevo, asustado.

El pequeño beta se sentó en el sofá, observando a su tío con una ligera sonrisa.

—¿Qué tal...?

—Mojada...

Taehyung desconectó el teléfono de un sólo tiro, dejando el aparato entre sus manos.

—¿Qué tal la escuela? —Tenía una sonrisa nerviosa surcando sus labios.

...

Tanto Jimin como Taehyung salían al patio trasero de la casa, el alfa cerró la puerta del cobertizo detrás de él.

—Me engañaste —dijo el beta, Taehyung lo miró confundido—. La última semana en tu programa dijiste: “Sean malos y malas con omegas sensuales, así los desearán más”. Lo intenté con Jungkook y lloró.

—Primero —comenzó a decir Taehyung—, no escuches lo que digo en mi programa. —Entraron a la sala de la casa después de cruzar el patio—. Segundo, se supone que eso se hace con omegas de 25 años que se creen sensuales y pueden conseguir lo que quieren, no a omegas de catorce años. Están en la pubertad, ya tienen suficientes problemas.

Jimin rió ligeramente mientras se acomodaba en su asiento.

Hoseok iba entrando con una caja rosa en sus manos, escuchaba la plática que estaban teniendo su hijo y su hermano.

—Papi dijo que cuando él tenía 14 años, él era el más bonito de su clase.

El omega pelinegro sonrío ligeramente.

—Estaba ahí cuando él tenía 14 años, y déjame decirte algo, te mintió.

—No escuches a tu tío Tae —dijo Hoseok—. Estaba ciego por tocarse inadecuadamente.

Hoseok pasó por entre las piernas de su hermano, las tenía estiradas y ni siquiera se había dignado en recogerlas, cuando lo logró, Taehyung le dio una ligera nalgada con el control remoto.