Capitulo XIII

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Las cosas nunca suceden como quieres que sucedan, quería vivir como una persona normal pero ese término esta más allá de lo esperado, tengo que hacerme a la idea de que "normalidad" no es un termino que conforme mi vida, soy una de ellos, seres imaginables provenientes de lugares imaginables y que mi ADN lo comprueba.

- Tierra llamando a Jonhson- me llama Max.

Saben después de haber estado pasando por esto, me hice la idea de que debía convivir con él, y a decir verdad no es alguien de que temer, solo debés saber llevarlo, cada persona lleva sus demonios, tú solo debes saber dormarlos.

-¿Escuchaste lo que hay que hacer?- pregunta mirándome.

- Sí.

-¿Estás segura? Esto no es juego, Johnson- dice con su temperamento de impaciencia.

-Lo oí alto y claro, Oldfield.

- ¿Cuando empezamos con el plan?- pregunta Sefora la cuál su semblante no se ve nada bien, pero dígamen quién estaría bien si se llevan a unos de tus hijos, más bien la admiro de como ha llevado la situación más con las palabras de Max "A él no le harán daño, los necesitan con vida."

- En dos días, mis hermanos vendrán con ayuda, debemos estar listos.

Mi madre, Sefora y Noah se retiran, quedando nosotros dos.

-¿En serio funcionará?- pregunto mirando como el toma algo puntiagudo de la cocina.

- En la probalidad de un 100%, existe el 1% de que todo salga mal así que puede funcionar o puede que nos lleve a nuestra propia muerte.

-¿Que sucede si ese 1% se convierte en el 100%?

- Tal vez la muerte- dice mientras coloca una sustancia negra en un vaso.

-¿Que haces?- digo acercándome hasta él.

Veo como se punza el dedo para que le salga sangre, vertiendo una gota en la extraña sustancia negra.

-¿Confías en mi,Johnson?- pregunta colocando la sustancia negra en una jeringa.

- En está situación no me queda más que confiar.

- Perfecto- dice antes de inyectar esa sustancia negra en mí.

-¿¡Que carajos!?- digo sobresaltada.

- Necesitas ganar energía- dice limpiando la jeringa- Descuida, no morirás.

"Por desgracia" escucho que susurra.

-¿Que me has inyectado?- pregunto mirando mi brazo dónde hace un minuto había un punto negro.

- Es algo que tu padre hacía, de otra manera pero lo mismo.

El recuerdo me invade, estando en una cama con una intravenosa dónde corría una sustancia negra "Pronto estarás mejor" decía mi papá siempre con una sonrisa para tranquilizarte.

"5856" ¡Huye! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora