Taehyung y Jungkook han sido amigos toda su vida pero ahora sólo se ven una vez al año. En diciembre, cuando Jungkook regresa a Seúl para reclamar su beso de año nuevo.
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Era la primera vez que sabía de Kook desde EL DÍA, como se había acostumbrado a llamarle.
Revisó la invitación una vez más antes de abandonar el hotel. Estaba nervioso, la invitación había llegado tres meses atrás a su oficina. No tenía remitente, el papel era fino, tenía un sello oficial. Kook se había vuelto un fotógrafo famoso, había cerrado todas sus redes sociales, ahora si querías ver su trabajo tenías que comprar libros de arte o, como en éste caso, acudir a una exposición.
El museo estaba vacío al llegar, pero una chica lo condujo hasta la exposición apenas le entregó la invitación.
Taehyung no había asistido nunca a una exposición fotográfica y se sentía demasiado fuera de lugar, sus pasos cansados provocaban un eco entre las paredes altas del museo.
- Espere aquí por favor - la chica se fue dejándolo solo a la entrada del salón.
Taehyung apretó los dientes nervioso, no había nadie más allí, sólo estaba él y de pronto su cabeza se lleno de todas y cada una de las historias sobre asesinos seriales que había visto en la televisión.
Harto de no hacer nada empujo levemente la puerta e ingresó.
La exposición estaba puesta en forma de laberinto, las fotografías colgaban en mamparas blancas con el fondo negro y al centro la foto.
La primera de ellas era Taehyung, un Taehyung joven, con la mirada cansada, un pequeño portafolio en la mano derecha y tenía la corbata mal puesta.
La segunda eran unas manos sosteniendo un tasa humeante, al verlas más de cerca, Taehyung reconoció los pequeñas lunares que lo habían acompañado toda la vida, eran /sus/ manos.
La tercera foto era del día de su boda, Taehyung sonreía mientras veía hacía el cielo.
Y así continuó...
Cada foto era algo relacionado con su historia juntos. Cada foto era un momento que Kook le había robado sin que Taehyung hubiera sido consciente.
Jamás se percató de que Jungkook le había tomado tantas fotografías.
La última foto era sencilla. Se titulada "Casa".
Era una foto en blanco y negro. Por un lado, había unos converses rotos, uno de ellos se encontraba de lado, el otro par eran unos botines normales, pero las agujetas del único tenis en pie y de uno de los botines estaban atadas juntas.
Taehyung reconocía esos botines de inmediato los había usado por años hasta que el trabajo le había exigido un tipo de calzado diferente. Esos botines se habían quedado en casa de sus padres cuando él se mudó, no los había visto en años.
- Ahora son míos - Kook se había acercado a él sin que Taehyung se diera cuenta. Los ojos del fotógrafo se encontraban fijos en su obra - se los pedí a tu madre el día que iba a tirarlos. Ahora están así - señalo la fotografía - encima de la chimenea de mi casa.
Ambos hombres se voltearon a ver, había tantas cosas de las cuales hablar, habían cambiado tanto y sin embargo estaban allí. Uno frente al otro.
- Ya no quiero huir - Kook alargó una mano temblorosa para tomar delicadamente una de las manos de Taehyung - Mi propósito con ésta exposición es demostrarte que mi mayor aventura fue conocerte, y mi viaje preferido fue verte crecer. Tú eres mi mayor viaje Taehyung, tú eres la única persona que me ha importado. Recorrer el mundo fue divertido, sí, pero mis meses favoritos siempre eran esos que pasaba a tu lado.
- Si te sentías así, ¿por qué siempre te ibas?
- Porque odio Seúl, la detesto con todo mi ser, regresaba cada vez sólo por ti.
- ¿Por mí?
- Sí - Kook río - creo que llevo toda mi vida enamorado de ti, sólo que nunca supe como decirlo y la vida no me la puso fácil realmente, creí que me moría el día que te casaste, me sentí como un bastardo ese día, pero tenía que llenar mi cámara con tu cara. Me iba a despedir después de la boda y ya no iba a regresar, pero no pude hacerlo.
- Él me dejó, se fue el día que tú también me dejaste.
Kook le apretó más la mano.
- Ahora vivo aquí, llevo seis años viviendo en esta ciudad. Busan me ha provisto de todo lo que necesito, que no he sentido la necesidad de abandonarla más. Me he enamorado de ésta ciudad tanto como me enamoré de ti. Y no quiero dejarla.
Taehyung sonrío.
- Mi punto es, Taehyung, que tengo un lugar fijo. He encontrado mi lugar en el mundo, pero está incompleto sin ti.
Pesadamente y sin soltar la mano de Taehyung, Kook hinco una rodilla en el piso.
- Kim Taehyung ¿me harías el honor de compartir tu vida conmigo? Te ofrezco una casa sencilla, un ambiente tranquilo y una taberna al final de la calle. Te prometo fumar afuera y no abandonarte más ¿qué dices?
Las lágrimas invadieron los ojos del mayor antes de poder asentir.
