A los 29:

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Cuando Taehyung cumplió 29 se comprometió con un chico llamado Yoongi.

Se habían conocido en el trabajo, él era un chico pequeño y simple, con el cabello color miel y los ojos de gato más bellos que Tae hubiese visto jamas, tímido y callado como Taehyung, su noviazgo se fue cocinando a fuego lento

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Se habían conocido en el trabajo, él era un chico pequeño y simple, con el cabello color miel y los ojos de gato más bellos que Tae hubiese visto jamas, tímido y callado como Taehyung, su noviazgo se fue cocinando a fuego lento. Después de tres años de relación, esos mismos ojos de gato le exigían a Taehyung dar el siguiente paso y él sólo se dejó llevar.

La noticia fue bien recibida por todos, y se pactó la fecha para el 27 de diciembre, diciembre era importante, era el único mes en el que volvía Kook.

La ceremonia fue sencilla. Una capilla a las afueras de la ciudad, recepción para cuarenta personas y caminaron al altar descalzos. Taehyung podía ver por el rabillo del ojo a Kook moviéndose entre las personas, con la cámara fija en los novios.

"Lo bueno es que no perdía su tiempo en bodas"

La tarde le dio paso a la noche y de pronto Kook estaba frente al micrófono para dar su discurso

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La tarde le dio paso a la noche y de pronto Kook estaba frente al micrófono para dar su discurso.

— Cuando Tae me llamó para decirme que se casaba, no lo creía. Mi tímido Taehyung jamás se atrevería a hablarle a una persona, ¡mucho menos invitarla a salir! Y luego me presentó a Yoongi y todo tuvo sentido. La verdad me alegra que se haya casado con alguien como él porque no soportaría los celos si se hubiera buscado alguien como yo — el público rió mientras Kook hacía muecas, pero algo se removió en el estómago de Taehyung. Y cuando su mirada se cruzó con la de su madre supo por qué.

Nunca había sido secreto para ella que Taehyung estaba enamorado de Kook, ella lo había sabido mucho antes que él. Lo había visto en la mirada triste que cargaba su hijo cada vez que Kook se iba. En los suspiros de nostalgia que lo acompañaban esos largos meses sin él. En más de una ocasión había tratado de convencerlo de que fuera tras de él. Kook siente lo mismo, cariño, yo lo sé. Pero su muchacho siempre había sido alguien muy tímido para hacer algo así. Y ahora estaba aquí de la mano de un chico dulce que no se merecía ser la segunda opción de nadie.

Intentó persuadirlo, pero Taehyung no entendía razones.

— Tú no lo amas.

— Claro que lo hago.

— No lo amas como amas a Kook, si tan sólo...

Taehyung explotó.

— ¿Qué? ¿Si tan sólo se lo dijera? ¿Es eso? — la señora Kim guardó silencio, jamás había visto a su controlado y callado hijo reaccionar así — no podría ser tan egoísta, madre. Él está enamorado del mundo, y yo estoy encadenado aquí. Yo estoy aquí, con un empleo estable, una casa amplia y con una persona que me quiere pese a mi mediocridad. Kook es libre, yo no podría atarlo a mí.

Después de eso había roto en llanto y la señora Kim no tuvo el corazón para tocar el tema otra vez.

— ... No sé si lo sepas, Yoongi, pero tienes al mejor hombre a tu lado. Él siempre fue mi guía, él es mi camino a casa, Tae es la razón de que yo vuelva cada diciembre aquí, y es mi deber como padrino (y MEJOR AMIGO) advertirte que, no sólo te casaste con él, también estás casado conmigo, y espero que tengas presente que cada diciembre llegaré con ustedes — Yoongi apretó la mano de Taehyung bajo la mesa — ¡Ah, sí! Un último detalle. El beso de año nuevo es mío.

El discurso concluyó entre aplausos, y el padrino se acercó a felicitar a la pareja. Yoongi estaba sonrojado pero feliz y Kook lo tomaba de las manos con tanta ternura que Taehyung no podía creerlo.

— Cuídalo mucho, Yoongi. Es lo más importante que tengo.

 Es lo más importante que tengo

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*

En algún punto ambos se escaparon y terminaron sentados en una pequeña banca alejados de la fiesta. Kook tenía un cigarrillo en los labios y sonreía de lado.

— Nunca creí que te casarías, me echaste a perder el plan.

Taehyung lo miró con asombro.

— ¿Qué plan?

— El que iba a proponerte éste año antes de recibir tu llamada. Era algo tonto realmente.

— Dime.

—Te vas a reír.

— Palabra que no.

— ¿Seguro? — Taehyung asintió de forma violenta, como lo hacía a los seis años cuando quería demostrar que no mentía. Kook suspiró.

— Iba a proponerte que, si a los treinta y cinco seguíamos solteros, dejaras todo y te fueras conmigo...

Taehyung sintió como el estómago se le caía a los pies.

— ¿Contigo?

— Sí, ahora vivo en Finlandia, en una cabaña en medio del bosque, es pequeña y acogedora, algo que sé que te gustaría. Tengo dos perros llamados Capitán y Peter. Y no sé, nos podía imaginar a ambos allí.

— ¿Por qué no me dijiste nada?

Kook se alzó de hombros.

— Te subestime, creí que...bueno — se aclaró la garganta y lo intentó otra vez — creí que... creí que estabas bien por tu lado, nunca diste indicios de querer tener una boda y familia y esas cosas, yo simplemente creí que seríamos, al final, sólo los dos.

Nadie dijo nada más, el silencio se instaló esa noche entre ellos. Después fue tiempo del brindis y del pastel. En algún punto Taehyung perdió a Kook entre la multitud y ya no lo volvió a ver más.

Esa misma noche Kook se fue.

Entre fotos y año nuevo... || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora