A los 40:

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Eran las dos de la mañana cuando el teléfono sonó, era una lluviosa noche de verano, Yoongi fue el encargado de tomar la llamada mientras Taehyung se vestía deprisa, fuera lo que fuera el motivo de la llamada, no era algo bueno

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Eran las dos de la mañana cuando el teléfono sonó, era una lluviosa noche de verano, Yoongi fue el encargado de tomar la llamada mientras Taehyung se vestía deprisa, fuera lo que fuera el motivo de la llamada, no era algo bueno.

Yoongi lucía preocupado pero no pronunciaba palabra alguna, sólo sostenía en teléfono tan fuerte que sus nudillos estaban blancos, Taehyung preguntó un par de veces que sucedía, pero su esposo no reaccionaba, estaba congelado en su sitio, apenas respiraba y los labios le temblaban. Desesperado, Taehyung se acercó al teléfono y presionó el botón de altavoz, la voz de Kook rompió el silencio, estaba ebrio, eso era evidente.

"...pero no puedo odiarte, aunque debería, me quitaste lo que era mío, Taehyung era mío, yo debería estar allí, acostado con él. Debí ser yo con quien caminará al altar, no contigo, y aún así no puedo odiarte, y cada vez él habla de ti como si... Taehyung te quiere ¿por qué te quiere? ¿Qué tienes tú?"

— Jungkook ¿Dónde estás? — Taehyung lo interrumpió.

— ¿Vas a venir por mí? ¿Lo vas a dejar? — Los esposos compartieron una breve mirada.

— Dime dónde estás.

— En Seúl— Taehyung puso los ojos en blanco.

— ¿En qué parte de Seúl?

— En la estación de trenes, pero creo que me van a echar.

— Espérame afuera, voy para allá.

Kook terminó la llamada sin contestar, Taehyung se apresuró a buscar sus zapatos y una chamarra extra para su amigo. Mientras recorría la habitación deprisa no reparó en su marido, quien permanecía estático a un lado de la cama, sus delgados brazos rodeaban su estómago y tenía lágrimas en los ojos.

— ¿Yoongi? — Taehyung se intentó acercar a él, pero Yoongi sacudió la cabeza y retrocedió.

— Ve por él, hablen y luego vuelve ¿quieres? Pero no lo traigas, no ésta vez.

Taehyung asintió, cuando intentó acercarse para besar a su esposo él volvió a negar, y abatido Taehyung salió.

Las calles de la ciudad estaban casi vacías y el trayecto fue rápido, cuando llegó encontró a Kook sentado en una banca, con las manos entre su cabello, lucía abatido, no hizo ademán de levantar la cabeza cuando Taehyung ocupó el puesto a su lado.

— Te traje esto — le pasó la chamarra y un vaso humeante de café, Kook lo aceptó en silencio, se puso la chamarra encima de su ropa mojada y se aferró al termo de café como si su vida dependiera de ello.

Se quedaron en silencio por lo que se sintieron horas, hasta que Jungkook tuvo el valor de alzar la vista y mirar a su mejor amigo.

Por primera vez Taehyung noto la edad, los rasgos juveniles de Kook se había evaporado, ahora tenía el rostro de un adulto, pero reconoció en el castaño de sus ojos a ese chico del cual había quedado prendado a tan corta edad. Había algo de salvaje en Kook, olía a pino fresco y a libertad, sus manos estaban callosas por el trabajo arduo, no había recuperado jamás su tono natural de piel, ahora estaba bronceado todo el tiempo. Taehyung reconoció al mundo en el rostro de su amigo, y comprendió sus diferencias.

Entre fotos y año nuevo... || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora