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"Jungkook, levanta, que ya es hora." Era la tercera vez que su madre lo llamaba para desayunar. "¡Jungkook!"

Jungkook se removió entre las sábanas. No quería salir de ahí. ¡Estaba tan agusto!

Miró el despertador y, efectivamente, ya iba siendo hora de levantarse. Eran las doce y media pasadas y él normalmente se levantaba a las siete para salir a correr. Supuso que esta vez no habría sonado el despertador o, tal vez, no lo habría escuchado. Estaba muy cansado. Demasiado.

Bajó las escaleras y en la mesa de la cocina le esperaban unas tostadas, un vaso de agua con limón, un plátano y una taza de leche.

"Hola. Buenos días." Su voz sonó ronca. Se desperezó restregando las manos en los ojos.

"Casi buenas tardes. ¿Qué hiciste ayer para estar tan cansado? ¿A qué hora volviste a casa?"

Jungkook no pudo controlar la sonrisa que le salió cuando recordó la noche anterior. El cuerpo de V desnudo, su sonrisa cuadrada y la voz melosa del otro cruzaron por su cabeza como un torbellino.

"¿Salí con los de la uni?" Dijo dudoso mientras masticaba el pan.

"Te lo pasaste bien por lo que veo." Reprochó su madre señalando su pelo despeinado y su sonrisa tonta.

"Se puede decir que sí. Son buena gente. Me gustan."

"Me alegro de que te lleves bien con tus compañeros. Pero ya sabes que vas a la universidad a estudiar. No quiero que te distraigas."

"Sí, mamá." Se burló un poco de su madre poniendo tono de niño pequeño.

"Sé que soy pesada, pero es lo que hay. Además, tendrías que haber salido a correr esta mañana y no lo has hecho."

"Tranquila, iré a entrenar hoy por la tarde."

"Bien. No puedes empezar a descentrarte en la primera semana. Tu carrera es muy exigente."

"Lo sé." En su tono de voz se notaba que estaba cansado del tema. Pero su madre tenía razón. Tenía que ser más exigente consigo mismo y seguir al pie de la letra todos sus entrenamientos. No se podía permitir distraerse, pero era irónico que pensara eso mientras imágenes de la noche anterior le hacían atragantarse con la leche.

"Voy a salir a dar una vuelta." Gritó desde la puerta después de haber acabado el desayuno, limpiado la vajilla y haberse vestido.

Salió por la puerta y agradeció la ráfaga de aire fresco que le sacó los pelos de la cara. Ahora ya estaba totalmente despierto. Se puso los cascos y empezó a andar. Dejó a sus pies moverse, no tenía rumbo fijo. Tras diez minutos perdiéndose por las calles se encontró parado ante el conocido prostíbulo. Las luces neón estaban apagadas. No sabía si sorprenderse por haberse dirigido allí o si le parecía lógico. Se habría puesto nervioso si alguien lo hubiera visto por esas calles, pero para su fortuna no había nadie. Aunque sí se sobresaltó cuando entre todas las canciones sonó su tono de llamada. Su cara cambió de una feliz por imaginarse a V con él el próximo viernes a una de ansiedad cuando vio el nombre de contacto en su móvil.

"Hola, Suzy."

"Hola, Jungkook. ¿Qué tal?"

"Yo bien. ¿Y tú? ¿Qué quieres?"

"Yo estoy bien. Llamaba para preguntarte si querías salir a comer por ahí, ya que ayer no pudimos estar juntos..."

"Aah... Pues la verdad es que hoy he desayunado un poco tarde y ahora estoy dando una vuelta."

"Ayer te lo pasaste bien entonces. ¿Llegaste muy tarde a casa?"

"Ayer estuvo bien supongo." Se rascó la nuca mientras miraba el local enfrente de él. Estuvo de maravilla. Dijo para sí. "Llegué un poco tarde, pero no mucho." Más tarde de las cuatro.

·PLAYBOY· (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora