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"¿V? No, no hay ningún V." Jimin rió. "Yo soy Park Jimin y él es Kim Taehyung." Señaló mientras decía los nombres correspondientes.

Jungkook seguía boqueando como un pez. No entendía nada. "Ho-ola. Yo soy Jeon Jungkook." Se presentó personalmente a Jimin, a V no le hacía falta. O, mejor dicho, a Taehyung no le hacía falta.

"Yo soy Jung Hoseok." El que estaba a su lado se unió a la retahíla de presentaciones con una gran sonrisa en su cara.

"Estábamos por tomar algo." Fue lo que escucharon los oídos de Taehyung antes de que ensordecieran las siguientes palabras. El sentido del oído pasó a segundo plano cuando de nuevo su mirada se cruzó con la de Jungkook, manteniendo una conversación no hablada. Podía descifrar en sus pupilas preguntas como: '¿Qué haces aquí?', '¿Por qué me mentiste?' y '¿Te llamas Taehyung?'.

"Jimin me tengo que ir." A Taehyung le daba igual interrumpir lo que Namjoon estuviera diciendo, solo quería liberarse de esa mirada juzgadora.

"Pero si acabamos de llegar."

"Ya, p-pero tengo prisa. Si no cojo el bus que pasa ahora tendré que esperar una hora y no puedo esperar tanto. No hace falta que me acompañes." Ahora todo el mundo lo miraba. Estaba comportándose raro, Taehyung siempre estaba alegre y ahora parecía preocupado por algo. La razón era que, de hecho, estaba preocupado. "Adiós, chicos. Un gusto haberos conocido." Se despidió aunque ya conocía a alguno que otro...

Cuando pasó al lado de Jungkook para irse notó la mano del menor sobre la suya. No tiraba, no le obligaba a quedarse, era más como una caricia, como si le estuviera preguntado si quería que lo acompañara, como si le quisiera decir en un toque que no estaba enfadado con él, solo confuso.

No fue necesario que Taehyung le apartara la mano porque el roce duró poco, lo suficiente para que Jungkook entendiera que ahora no quería hablar del tema.

Se calmó un poco cuando dejó de sentir la cálida piel del otro sobre la suya. El sutil toque le había puesto más nervioso si cabe. Se dirigía a la salida mordiéndose la parte interna de las mofletes en un acto nervioso y sus uñas rascaban los pellejos en sus manos haciendo que le saliera un poco de sangre.

Llegó a la parada y tenía que esperar unos veinte minutos porque lo que le había dicho a Jimin era falso. Había hecho lo típico de cubrir una mentira con otra. El problema es que a él ya le habían pillado.

¡Mierda! Mira que su abuela siempre le decía que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, y mira que él era la típica persona sincera y transparente, casi infantil, rozando lo naif pero... Una mentira que dice y una mentira que le desmienten.

Se sentía frustrado, no quería que Jungkook le preguntara sobre el tema. Se sentía decepcionado consigo mismo.

¿Sabéis ese momento en el que estás mirando a la nada -en este caso el autobús que llegaba desde la otra calle- y empiezas a replantearte todas tus decisiones en la vida? Pues eso era lo que Taehyung estaba haciendo.

Y ya no solo era la mentira. No solo era Jungkook. Era el trabajar donde trabajaba, la gente de la que se rodeaba, su abuela, las facturas, su ex novio, sus difuntos padres, los trabajos de clase...

Se subió al bus saliendo de su trance y tras sentir pena por dónde le había deparado la vida una sonrisa se abrió paso por su boca cuando rememoró la primera noche con Jungkook. Tal vez no estaba tan mal.

Vale, el trabajo era mejorable, él sabía que no iba a estar toda su vida haciendo eso. Su abuela era su ángel de la guarda. Lo de sus padres no lo podía cambiar por mucho que le pesara. De su ex era mejor simplemente olvidarse. Las facturas siempre las pagaba a tiempo. Las tareas eran duras pero sacaba dieces. Sus amigos eran buena gente. Y Jungkook era una de las mejores cosas que le había pasado últimamente. Le daba interés a su vida, le sacaba de la monotonía.

·PLAYBOY· (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora