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Jungkook tenía el número de Taehyung. Vale, ¿Y ahora qué?

Ahora estaba de los nervios. Había pasado toda la tarde mirando su contacto. Como no tenía ninguna foto del mayor había robado la que tenía de perfil en KakaoTalk. En ella estaba él dibujando. La instantánea estaba cogida de lado por lo que se veía el precioso trabajo que estaba creando y el aún más precioso perfil del castaño. De la ropa solo se veía el cuello desabrochado de una camisa blanca simple, estaba tan abierta que exponía sus hombros acaramelados, unos que a Jungkook no le molestaría lamer, besar. V estaba concentrado, con la lengua fuera entre los labios y los dedos un poco manchadas de negro, seguramente por haber difuminado el contorno de la libélula que había hecho a lápiz. Sus ojos estaban entrecerrados, como fijándose en un detalle que no acababa de convencerle. Jungkook miró tanto la foto que, haciendo zoom, se percató de la pequeña firma en la esquina inferior derecha del dibujo. Vante.

Sí. Jungkook había pasado toda la tarde viendo esa imagen con una sonrisa de bobo en su rostro y pensando en si hablarle o no. No quería parecer desesperado por llamarle el mismo día que había conseguido su número.

El único momento en el que apartó la vista de su móvil fue cuando se ejercitó en su piscina privada. No podía perder la forma.

La verdad es que daba igual. En cada brazada tenía una idea nueva de cómo contactar con Taehyung sin parecer un acosador, y cada vez que sacaba la cabeza del agua ligeramente para respirar sin perder velocidad se le ocurría un plan para hacer ese fin de semana con el otro.

Se estaba fatigando y no sabía si era por los más de cincuenta largos que había hecho o si era porque su cabeza se estaba empezando a saturar. Se había cansado de tantas preguntas, de tantos pensamientos que al final no llevaba a cabo. Por eso, cuando decidió que ya era suficiente entrenamiento y salió de la piscina fue directo a llamar al otro.

Mientras se secaba y se cambiaba de ropa pensó en colgar. Los pitidos le aceleraban el corazón. No cogía. Igual era mejor. No tenía mucho sentido llamarlo si lo que tenía planeado era para el sábado. Hasta podía hablarlo con él ese mismo día por la mañana cuando fuera a 'purple'.

Se tumbó en la cama, donde había dejado el móvil comunicando con altavoz mientras se secaba el pelo con una toalla, y justo cuando iba a colgar la llamada se escuchó un '¿Hola?' desde la otra línea.

La luz en sus ojos fue inmediata. El vuelco en su estómago pareció un huracán solo con escuchar la voz del mayor.

"Hola. Soy Jungkook." Dijo un poco tímido. Todavía tenía una pequeña paranoia en su cabeza de que quizás el mayor le había dado el número equivocado. Cosa que era imposible porque le había hecho una llamada perdida y el de la foto claramente era Taehyung, pero sus nervios siempre le hacían dudar de hasta las cosas más obvias.

"Hola. Ya veo, eres Jungkookie espacio emoji pervertido." La risa de Taehyung le tranquilizó por completo.

"Sí... Tú eres Vante espacio emoji babeando." Se rió bajito.

"¿Vante?" Hubo risas del otro lado. "Veo que has mirado con lupa mi foto de perfil. Lo del emoji babeando lo voy a pasar por alto..."

"Es porque se te cae la baba cuando comes dulces."

"Eso es mentira, yo no babeé." Podía imaginar al mayor frunciendo las cejas.

"Tuve que limpiarte la boca."

"Eso es porque me ensucié de chocolate."

"Bueno..." Rió. "No te llamaba para hablar de esto exactamente." Se negaba a rectificar.

·PLAYBOY· (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora