Cap 2

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-Narra Eril-


Todo era tan aburrido y monótono hasta que se abrió la escuela, realmente me divertía, aunque en su mayoría eran mayores que yo; que Charle era mi papá no era algo que gritara a los 4 vientos y por lo tanto era algo que mantenía casi como un secreto, aunque nunca lo negara, ser su hija me daba mucho orgullo, lo que si era secreto era el que él me había dado a luz,solo lo sabíamos Charles, Hank, Havok y yo, y cuando me preguntaban por mi mamá solo decía que era un tema difícil y privado, siempre funcionaba y hacía que sintieran cierta culpa, aquí el que realmente era hija de Erik. A mi papá le decía Profesor, y casi siempre era una alumna más, crecí, mi papá y Hank se hicieron más viejos y un día llegó una joven pelirroja, muy asustada, me acerque a ella y casi de inmediato nos hicimos amigas, hasta convertirnos en muy cercanas, aunque había una clara diferencia de edad, estuve ahí cuando todos le temían, estuve hay cuando se sentía diferente, rara.

Había llegado mi cumpleaños 10 y como regalo Hank me regaló una bici, si fuera una niña "normal", me habría roto 2 huesos, o eso decía mi papá, digamos que no era fan del regalo.

-Esto es muy difícil- me queje.

-No lo es, solo ten paciencia- Hank se rió sin siquiera querer disimularlo.

-Gracias por el apoyo-

-De nada-

-Los dos, ya basta-

-Si profesor- me rei, realmente Hank me salva.

Continuaba mi lección de la bicicleta, realmente era un reto, uno que muy pronto superaría.

-Solo manten el equilibrio y sube los pies, ok, no es tan difícil- respire profundo, y subí los pies, los cuales usaba de soporte, ya imaginaran el golpe que me di.

-¡¡Por que no me dijiste que debía pedalar!!-

-Se dice pedalear, ¡¡ y pensé que era obvio!!- Se alejó un poco mi papá junto con Hank.

-Creo que soy el menos indicado para esto, podrías tú- realmente sentir pena por mi papá, hacía su mayor esfuerzo.

-Claro- que haría sin Hank.

-Ven, es fácil, sube los pies y pedalea, y cuando veas un árbol, roca, persona o animal, frenas con esto- dijo jalando una pequeña palanca

-Lista-

-NO- y de inmediato lo logre, realmente era divertido, conocía todo el lugar, cada roca y árbol, pero con esto, sentía que podría llegar aun más lejos, me sentía invencible, el mejor cumpleaños del mundo.

Algunos días después ya era una experta, y con ello, vino una mala idea.

-Anda Jean-

-No lo se, suena peligroso-

-Anda solo unos metros, mira es facil, con tus poderes me alsas unos metro y pedaleo-

-No lo se-

-Anda-

-¿Y tu papá?-

-No se va enterar-

-Ok-

-Creí que sería más difícil-

Cuando dije fue una mala idea, no exageraba, ambas ya nos encontrábamos afuera, nerviosas, emocionadas, curiosas.

-Lista- grite.

A los segundos me hallaba en el aire, emocionada pédale, y mi emoción pudo más con mi razón, nada nuevo en mi, no considera la capacidad de amplitud de mi amiga, así que si, realmente me dolio la caida, afortunadamente la bici estaba intacta, pero mi espalda no.

-Eril, estas bien-

-Si-

-Ven hay que irnos-

-Espera-

-¿Esperar que?

-Estoy contemplando el árbol-

-¿Que?-

-Me duele la espalda-

-Ven te ayudo-

Y si, Jane me ayudó a levantar, como pudimos entramos, pero para nuestra mala suerte ahí estaba mi papá.

-¿Qué pasó?- dijo autoritario mi papá

-Nada- me aproxime a contestar

-¿Entonces qué le pasó a tu ropa?- llegó nuestro fin.

-En defensa de Jean, fue mi idea y la obligue a ser partícipe- la resistencia solo empeoraría las cosas y realmente me dolía la espalda.

-Pense que habria mas resistencia de tu parte-

-Bueno, es como querer ganar después de haber perdido a tu caballo y reina- aprendí ajedrez casi después de nacer, desde pequeña aprendí a jugar, era algo emocionante para mi, y vencer a mi papá era la gloria pura, como ganar la loteria, siempre me decía era su contrincante favorita, y tambien tenia un significado especial, pues al parecer mi papá y mi padre jugaban juntos, esto era algo que los unía.

-Buena referencia, entonces dime qué fue lo que pasó, al menos que prefieras- dijo mi papá acompañado del movimiento de sus dedos en su sien, no había salida.

-Intente volar en mi bici, Jean con su telequinesis me also y yo pedale, claro que con considere su amplitud, así que unos metros después me caí- la cara de mi papá era una entre ira y preocupación, realmente me esperaban unas semanas largas por el castigo.

-¿Qué tan alto?-

-Como un árbol- realmente se le veía la preocupación a mi papá.

-¿Estas bien?-

-Si-

-Jean lleva a Eril con Hank, y después a sus dormitorios las dos- se veía la autoridad en mi papá, pobre Jean y Charles, ellos tan buenos y nobles, y yo aprovechándome de ellos, realmente era una mala hija y amiga.

-Mañana hablaremos seriamente Eril- que más me quedaba más que resignarme.

-Si, papá-

Íbamos caminando por la escuela, hasta que a los lejos visualice la enfermería con Hank, el cual al vernos solo se rio, tan predecible es que nosotras somos las responsables de aquel incidente.

-Hola Hank- intente sonar lo más sencilla posible.

-Que hiciste ahora Eril- se podía escuchar la diversión es su voz.

-Intente volar en mi bici-

-Genial, ahora también me van a sermonear por dartela- tenía razón, el pensar en las consecuencia y en quien afectaba jamás fue mi fuerte.

-Lo siento-

-¿Te arrepientes?-

-No- realmente lo había disfrutado, fue genial.

-Bien, entonces soportare el regaño-

-Gracias y perdon otra vez Hank- y en eso recordé a mi amiga la pelirroja, que se había mantenido callada todo este tiempo.

-Tambien perdon Jean, entre mi locura, te afecte a ti también, tu siempre eres buena amiga y ahora te van a regañar por mi culpa- realmente lo sentía, y creo que Jean sintió mi pena, por que se rió, soltó una carcajada como si de un buen chiste se tratara.

-Esta bien, descuida, realmente fue divertido, y tu caída fue super cómica, vale la pena el regaño- sigo sin entender por qué la gente es tan buena conmigo, si yo soy, pues yo, una egoísta, imprudente, rebelde, testaruda y mandona.

Mi dolor de espalda se quitó minutos después por mi mutación y al parecer estaba normal, que bueno, así que me despedí de Jean y Hank, y me dirigí a mi habitación, realmente fue un día agitado.

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Lamento que sea un capitulo de relleno, pero lo próximo va ser muy emocionante, espero haberles sacado una sonrisa.

Entre la ira y la serenidad La hija de Charles  y Erik, Eril Xavier LensherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora