Entre la ira y la serenidad La hija de Charles y Erik, Eril Xavier Lensher

Cap 7

Narra Eril-

Habíamos vuelto a la normalidad, a excepción de los X-Men, quería ser parte de ellos, pero mi papá no me dejaba <Eril, aun eres muy chica>, quería ser capaz de defenderme y defender a otros, el recuerdo del Mayor Striker era un impulso, si nos hubiera decidido matar no pude haber hecho nada, por suerte eso no pasó y eso me dio la oportunidad de conocer a mi medio hermano, Peter Maximof, un mutante muy veloz, hablaba mucho con él, pues los integrantes de los X-Men se habían vuelto muy amigos y casi como una pulga me pegue a ellos, Jean era mi mejor amiga y no la dejaría, aunque ya tuviera novio, uno muy molesto, éramos muy amigos todos y Peter era un buen tipo, lo cual como siempre me pasa, me llego una mala idea, y si le digo que somos hermanos.

Aquella idea no me dejaba dormir, era de confianza y si le decía sé que guardara el secreto, pero, y si reacciona mal, no, por que lo haría, y sin darme cuenta llegó la mañana, y con eso las clases, con resentimiento me arregle y partí al salon, afortunadamente me logre concentrar en mis clases y eso generó que el almuerzo llegará más pronto, salí como de costumbre y fui con Jean y los demás, en ese momento vi a Peter y volvieron las malas ideas, mierda, no lograba poner atención en la animada conversación entre Storn, Peter, Kurt, Scott, Peter y Jean, pues mi mente y corazón estaban en otra cosa.

-Eril- Jean me sacó de mi debate interno.

-Mande- mi cara debió ser como de Oscar, pues todos se rieron.

-¿Estas bien?- rara vez me encuentro bien, asi que la pregunta debió ser, ¿que te pasa?.

-Si, ¿por?-

-Te vez rara- dijo Peter.

Afortunadamente sonó la campana, lo cual significaba el re-inicio de las clases, el grupo se empezó a dispersar y nuevamente como si me poseyera alcance a Peter y en un susurro lo suficientemente alto para los dos le dije.

-Nos vemos afuera al terminar las clases- corrí después, que había hecho, deseaba que las clases terminaran lento, pero en un abrir y cerrar de ojos ya habían terminado, no podía faltar al citatorio que yo misma hice, con un poco de mi valor me dirigí afuera, ojala no vaya.

Mi corazón estaba acelerado, no se cuanto había pasado, un segundo o una eternidad, que a veces equivalen lo mismo, y por fin lo vi.

-Eril- parecía incómodo, probablemente malinterpretó mis acciones.

-Peter, ¿podemos hablar?- solo asintió. 

-¿Tu papá es magneto, no?, bueno eso fue lo que le dijiste a Raven cuando nos capturaron-

-Ammm si, ¿por?- parecia confundido.

-Tu sabes que Charles es mi papá, cierto-

-Si, por-

-Has notado que nunca hablo de mi mamá-

-Si-

-Es que no tengo-

-Lo siento tanto, ¿de eso quieres hablar?-

-Si, algo así-

-Algunos mutantes cuentan con dos mutaciones, algunos de ellos tienen la capacidad de dar a luz aunque sean hombres-

-No entiendo-

-Charles, ...mi papá él me dio a luz- estaba impactado.

-Yo tengo dos papás- de verdad se lo diría.

-Somos medios hermanos- se lo dije, estoy loca, por que, que dira mi papá y Hank, su cara de impacto me altera.

-¿Que?- se veía afectado.

-Mi padre es gay o bi, o algo asi- de todas las contestaciones esa era la que menos me esperaba, pero claro él era Peter Maximoff como no me lo espere, en ese momento sentí un alivio impresionante, una gran carga se había ido en forma de un suspiro.

-Entonces somos- me señala y luego a él.

-Hermanos, si- para el eso seria algo bueno o malo.

-Genial, otra hermana menor- sonreí.

-Te puedo pedir un favor- él solo asintió.

-Mantenlo en secreto, es muy importante para Charles y para mi, no se lo digas a nadie, por favor- le suplicaba, si se esparcía el secreto estaría en serios problemas.

-Descuida, no soy un soplón- sonreí aún más, pronto me faltara boca para expresar mi alegría.

-Es tarde hay que volver- asenti, me disponía a caminar de regreso a casa, pero en un abrir y cerrar de mis ojos ya habíamos llegado.

-Listo llegamos- me sonrió mi hermano.

-Hasta mañana hermanita- sonrei, pero en eso la cordura llegó a mi.

-Shhhhhhhhhhh- mis ojos estaban abiertos como plato.

-Oh, cierto, hasta mañana Eril- me revolvió el cabello y se fue, me sentía tan feliz, al final no fue tan difícil como creí.

Ahora venía lo más complicado, contarle a mi papá y a Hank, encontrar un espacio para hacerlo no iba a ser fácil, manejar una escuela no lo es, pero por fin, después de una larga semana lo conseguí, tiempo libre y a solas.

-Se lo dije a Peter- casi mató a mi papá, su cara de impacto más bien parecía una de terror, afortunadamente lo comprendieron y me apoyaron.

Habían pasado 5 años y afortunadamente para mí crecí, 15 años, ya me sentía lo suficientemente grande para entrar en los X-men, lamentablemente para Hank y mi papá todavía era muy pequeña, cuando me dejaran de ver como un bebe, afortunadamente para Raven ya tenía la edad suficiente para aprender a defenderme y en secreto me entrenaba, lo bueno que mi papá no me leia la mente, ya no.

Todo era tranquilo, técnicamente, pues en una escuela con mutantes nunca lo es, y más ahora con mis nuevos amigos y hermano, jamás podré decir que mi vida es aburrida, lamentablemente de mi padre Erik no volví a saber nada de él.

Ese parecía ser un día casi normal, sería el lanzamiento de una nave a todos nos emocionaba y de un momento a otro todo se fue al carajo, ese era el momento donde los X-Men actuaban, la nave partió al espacio para salvar a la tripulación, aunque yo no era partícipe estaba muy al tanto de la situación pues, sabía que había muchos riesgos y si algo deseaba era que todos volvieran sanos y salvos, pues aunque nadie lo dijera, éramos como una familia, a veces puedo ser muy sentimental, todo estaba tranquilo hasta que Jean recibió una nube solar, mi corazón latía de manera acelerada, estaba asustada por el destino de mi amiga.