Comenzó a dar vueltas al rededor de todo el cuarto. Había besado a Avocato, después llegó su hijo, lo que fue una gran manera de sacarse el tema un rato. ¿Pero como carajos iba a explicarle al ventrexiano eso? "Oye, lo siento, vi tus labios y me resbalé a propósito"? La pregunta más importante, ¿¡Como se lo iba a explicar a pequeño Cato!? Ahora que tenía todo eso de los sentimientos "desbloqueados" se podía dar cuenta cuanto le importaba la opinión del ventrexiano menor.
– Dulce guante de Dios, que he hecho –Gruño mientras jalaba su rostro, haciendo muecas sin sentido a la vez que pensaba en la vergüenza que pasaría más adelante.
Hubiera sido mucho mejor quedarse en la librería con Quiin, pero quería pasar tiempo con Avocato. Respiro hondo una y otra vez, tratando de calmar sus nervios y enfriar su cabeza, debía pensar en cosas más importantes que esos temas.
Así que un poco más calmado y habiendo recuperado su faceta natural, tomó su camino de regreso a su habitación. Topándose con Quiin en el proceso.– Hey, oxigenado –Le saludó Airgon algo amistosa– Espero que te hayas divertido en el entrenamiento.
Gary asintió efusivamente, sin querer pensar en lo que había pasado– Si... fue muy... liberador...
– Bien, por ahora ve a descansar. –La morena le dio una sonrisa comprensiva, comenzando a caminar de nuevo y volviendo casi al momento– Casi olvidó decirte esto. Yo se que los últimos días has estado en la biblioteca día y noche, pero a partir de hoy compartirás habitación. No podemos arriesgarnos a que envien a alguien más por ti, menos ahora que todo este asunto se está saliendo de nuestras manos.
– Espera, espera –La detuvo de ambos hombros cuando estaba a punto de marcharse nuevamente– No soy un niño pequeño, Quiin. Puedo cuidarme solo.
– Sinceramente Gary, eso no es lo que parece –La chica suspiro, tratando de no enojarse con el rubio por invadir su espacio personal– Además no creo que te moleste tu compañero de habitación, Avocato puede roncar a veces pero dejando eso de lado, es bueno en el trabajo en equipo.
– Eso es peor!
– ¿Eres de sueño ligero? Entonces supongo que es un gran problema para ti –Murmuro ella mientras se soltaba.
– No tiene nada que ver con eso, es solo que...
– Bueno, si no tiene nada que ver, entonces no hay problema alguno –Una vez que estuvo bastante alejada de él, sonrió amablemente con un gesto de burla– Mañana es día libre por cierto, la biblioteca estará cerrada. Llámame si necesitas algo y descansa, no lo has hecho durante un rato.
Y era verdad. Desde que despertó se había aventurado a quedarse en la biblioteca bajo la estricta "supervisión" de la líder de la resistencia, que seguro estaba muy interesada en ese tema de mitología espacial sobre titanes y la brecha, que de alguna manera estaban conectados al rubio. Él solo asintió, mientras la veía marchar.
Tal vez era verdad que necesitaba descansar después de todo.Sin pensarlo mucho se adentro a la habitación del ventrexiano, pues no podía simplemente quedarse afuera y que todo ese nerviosismo aumentara más de lo que debía. No era la primera vez que estaba ahí dentro, pero eso no le ayudaba a estar menos nervioso. Agradeció al cielo internamente al ver que una cama extra había sido instalada en el cuarto, dejándole así su propio espacio.
Se recostó en la cama quitándose la camisa holgada para poder dormir más fresco, para después lanzarse a su cama con la esperanza de quedarse profundamente dormido de inmediato.– Oh, creí que llegarías más tarde.
Se reincorporó bruscamente con el rostro palidecido, lanzando un grito corto al aire– Avocato! Cre-Creí que no estabas...
– Estaba tomando una ducha –Rio el peliverde con naturalidad, con una toalla en sus hombros y unos calzoncillos nada más– ¿Quieres entrar? Hay agua caliente.
– Ah... si, caliente... –Murmuró el rubio viendo embelesado al ventrexiano que solo sonreía de medio lado. Reaccionó cuando el otro carraspeó, lanzándose rápidamente al cuarto de baño con una risa nerviosa acompañándolo– De verdad que está haciendo mucho calor.
– Si, bueno, supongo.
Avocato se sentó en la orilla de la cama, divagando sobre cómo podría abordar el tema con el rubio. Quería confesarle sus sentimientos, tenía muchas ganas de hacerlo. Al principio estaba más que rendido con el tema, puesto que el ojiceleste no parecía nada interesado en él, pero después de lo sucedido esa misma tarde en el puente de entrenamiento, bueno, sus ánimos habían subido como la espuma.
Miro la ropa del rubio que estaba tirada en el piso, yendo a recogerla del piso. Se quedó mirándola un segundo, para después acercarla a su nariz y comenzar a olfatearla, solo era su playera, pero olía demasiado a él. Y él olía como el sol, tan fresco y cálido que con solo olerlo le recordaba a la primera vez que lo vio. Conforme iba oliendo más, su mente se perdía en los demás recuerdos que tenía con el rubio, por ejemplo cuando estaban coqueteando en la entrada del bar, cuando le sorprendió la fuerza que tenía al golpear a aquel tipo, cuando le pidió que no lo soltara. Todo era Yam hermoso en sus recuerdos que esperaba hacer más, pero el principal, el más bello, era el beso que le había dado Gary.
– ¿Puedes ronronear?
El pelo del ventrexiano se erizó de la sorpresa a la vez que lanzaba la playera al otro lado de la habitación, disimulando la acción de antes.
– No se de que hablas.
– Viejo, te escuche ronronear –Refuto el rubio con una sonrisa burlesca mientras se acercaba a él– No puedes negarlo, señor bigotes.
La verdad era que el rubio ya había estado un buen rato viendo a Avocato oler su ropa, lo cual resultaba extrañamente gratificante para él. Pero no podía decirlo abiertamente, así que solo se dedicaría a molestarlo un poco.
Mientras tanto, el peliverde solo rogaba que la tierra se lo tragara. Noto como Gary ponía atención extra en el movimiento de sus orejas y solo lo miraba con malicia.
– Hagamos una apuesta –Dijo mientras lo examinaba de arriba a abajo– Si tu ronroneas... me darás... no se, algo valioso? La verdad no es como si tuviese dinero para apostar.
– Ha! Bien entonces –Derrepente la actitud del ventrexiano había cambiado a una confiada. Pues no era por nada, era un gran apostador– Entonces será lo mismo contigo, si yo apuesto algo valioso, entonces tú también. ¿Trato?
– No sabes en lo que te has metido, gatito –Una vez dicho esto, ambos estrecharon sus manos.
Ambos se miraban a los ojos, desafiantes, sin tomarle importancia a qué estaban semidesnudos como si nada pasara por sus mentes.
😳👌😳👌😳👌😳👌😳👌😳👌😳👌
Sin relevancia, pero bomito ❤️
Los próximos capítulos probablemente no parezcan relevantes, pero lo son nyejejeje.
Tal vez no actualice hasta dentro de unos días, así que espero que soltando pequeñas dosis de miel les haga bien 💕
~ Los quiero galletitas 🥰
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Mano derecha (GaryCato)
FanfictionHabía un montón de desgracias en su vida, más de las podía contar. Ser la mano derecha de un imperio malvado, dirigir misiones de genocidio solo por obediencia, perder a su padre, el abandono de su madre, la traición de quien consideraba era su únic...