Mano derecha (GaryCato)

Capitulo VI

Todo se veía borroso. Su cuerpo se sentía tan liviano, que juraría que estaba flotando, en medio de las millones de estrellas que lo rodeaban. Además de la abrumadora oscuridad que se cernía sobre él, no había nada más a la vista.

– Gary.

Una voz misteriosa que lo llamaba, le incitaba a despertar. Aunque no podía hacer mucho, buscó aquella voz con la mirada, encontrándose con un... cubo gigante?

– Despierta Gary, aún no es hora de que estés aquí.

– ¿Yo? ¿Donde estoy? –Con dificultad logró recobrar el sentido e incorporarse de alguna manera en la nada– ¿Que eres?

– La pregunta no es que soy, si no quien soy. Yo soy Bolo, un titán atrapado aquí; el innerspace.

– ¿Titán? ¿Que demonios es eso?

Por un momento podía sentir como si hubiese algo en lo qué pisar, una superficie plana en la que pudiese apoyar todo su peso como si nada. Miró detenidamente el cubo gigante, notando que dentro había una figura de una criatura gigantesca que no se podía distinguir bien su forma. Sorprendido por su magnitud, cayó de rodillas en la planicie invisible en la que antes estaba de pie. Mareado aún por las sensaciones que lo abordaban, miró sus manos un momento y luego pellizcó uno de sus brazos, tratando de verificar que estaba despierto. Y lo estaba, porque ese pequeño dolor le recordó lo que había leído hace mucho tiempo en un libro terrestre; en los sueños no se siente dolor.

– ¿Que es esto?

Dirigió su vista a sus dedos, que brillaban en un fluorescente y llamativo color verde. Asustado sacudió su mano, tratando de sacárselo de encima, pero el color seguía ahí, dejando un camino de luz por donde pasaba.

– Wohh...

– Esto es demasiado extraño Gary, esto no debería estar pasando. No en este momento.

Miró de nuevo en dirección del cubo gigante, notando que estaba Justo frente a los ojos de aquel "titán".

– ¿Como es que está pasando? Si no debería pasar, ¿Que hago aquí?

– Eso es sencillo, pero bastante difícil de explicar. Has sido inducido Gary, a formar parte de algo más grande que la existencia misma.

Un montón de imágenes pasaron por su cabeza, dándole un terrible dolor de cabeza y despertando la sensación de un fuerte golpe. Era extraño, porque parecían recuerdos, sentía que todo eso había pasado pero no lo recordaba con claridad.
Era él de pequeño, llorando. Él en un doloroso entrenamiento, siendo golpeado sin piedad por un alien verde. Él llorando en su habitación en la fortaleza de su tío, queriendo regresar a casa. Él conociendo a Sheryl, que le enseñó varios trucos de pelea. Descubriendo que Sheryl era su madre, que lo odiaba y se quería deshacer de él. Queriendo hacer lo correcto y cambiar el rumbo de su vida.

Siendo atado en una sala gigante, con un casco, llorando y rogando que lo dejaran ir mientras su tío lo miraba con desaprobación.

– Pronto estarás como nuevo –había dicho– Tú eres Gary Goodspeed, hijo de John, que sacrificó su vida inútilmente. Y eres mi mano derecha.

Luchaba por un poco de aire, mientras gotas de sudor recorrían su rostro cayendo en la nada. Por fin lo entendía, el vacío que sentía dentro de él era a causa de sus recuerdos arrebatados.

– ¿Esto es... –Pregunto a la nada mientras luchaba por controlar el temblor de sus manos– ¿son mis recuerdos? Todo esto, lo recuerdo...

– No deberías. Una fuerte barrera mental fue puesta en tu mente, bloqueando ciertos recuerdos y sentimientos. Tienes potencial al poder deshacerte de eso, cuando apenas tienes una décima del final space en ti.