Era el cumpleaños número ocho de Hikari, Daichi había preparado una pequeña reunión y como el niño era el consentido de la estación de policía, decidieron tomar un rato libre para partir el pastel de cumpleaños y entregarle los regalos que le habían comprado.
El pequeño estaba feliz, todos los de la estación eran como sus tíos y tías.
Hikari-chan -lo llamo una chica de cabellos rubios-
Tiaaaa -corrio-
Te tengo una sorpresa -sonrió y le mostró un telescopio- con eso podrás ver más de cerca la luna, entre todos lo compramos
Desde la vez que Daichi le había dicho que su madre estaba en la luna, el niño llegó a la estación emocionado y le comentaba a algunos lo que había platicado, todos estaban enterados de la verdad, pero nadie le diría que su madre lo había abandonado, no querían dejar de ver la sonrisa de la bolita de algodón.
Hikari, no era el único niño que frecuentaba la estación, pero si el único que había estado desde muy pequeño en ese lugar, cuando era más niño incluso tenía un sitio designado desde donde todos los vigilaban cuando su padre debía ir a patrullar.
De esa manera se llevó a Cabo la pequeña celebración, a Hikari le dieron muchos juguetes pero lo que más amaba de ese día era el telescopio. Al llegar a casa su padre le ayudo ubicarlo en la ventana para que viera la luna.
Mi papi me compro un pastel de chocolate -dijo feliz, mientras veía a la luna, era normal que dijera lo que había echo en el día, pero Daichi no se esperaba lo siguiente- me gustaría que no estuvieras allá arriba, una mami es genial, te cuida y te da dulces, también se da besitos con Papi, eso haría feliz a Papi, lo he escuchado llorando en el baño, pero que sea un secreto.
Eran pocas las veces dónde sus sentimientos le ganaban, pero no iba a mentir, en ocasiones se preguntaba si suga estaría bien.
Esta jugando verdad -sonrió-
Claro que no -lo miró serio- eres un gran maestro, pero muchos padres dicen que es raro ver a un doncel de tu edad soltero y sin hijos, sabes que los malos pensamientos son el pan de cada día, nos han llegado quejas dónde hay temor de que seas una especie de pervertido
Pero llegó 5 años trabajando en este lugar, sabe que sería incapaz de eso -dijo serio-
Lo lamento Sugawara, pero debo darte de baja en este lugar -lo miró y le entrego su liquidación-
Vaya mierda, abandono a Daichi y al pequeño Hikari, para poder terminar su carrera y ahora lo despedían por los malditos prejuicios de la sociedad. Era verdad que no tenía hijos o pareja para quien lo conociera en ese momento, pero era porque no había superado a Daichi, quizás si volvía podrían darse una nueva oportunidad, estaba seguro que los dos podrían vivir como antes, lo más factible es que el niño que dió a luz estuviera con una buena familia.
Luego de un largo viaje desde el otro extremo del país, llegó a Tokio, busco en donde antes tenían su departamento y nada, era tonto pero pensó que lo esperaría en ese lugar, sabía que él y Daichi tenían Algo especial que nadie podría cambiar.
Después fue a la estación central de policía, sabía que su ex pareja se había postulado para trabajar en ese lugar y vaya que esperar afuera por horas valió la pena, vio a su hombre entrando, sin pensarlo lo siguió y entro.
Cuando lo llamó Daichi quedó pasmado, ver a suga después de tantos años era confuso, pero no negaría algo, era tan hermoso como lo recordaba o incluso más. El de cabellos grises no lo dudo y le dió un apasionado beso que fue interrumpido por una patada en la pierna de Suga.
No beses a mi papi -dijo molesto mientras se cruzaba de brazos y se ponía entre ambos adultos-
Los demás que estaban presentes comprendieron lo que el niño no veía, ese doncel era la madre de Hikari, era como dos gotas de agua.
La Voz de Hikari, saco a Daichi de ese trance en el que había entrado al ver a Suga.
No tienes ningún derecho a besarme -dijo serio y tomo la mano de su hijo- hasta mañana chicos
Padre e hijo salieron de la estación, pero el niño se volteó y le saco la lengua a ese roba papás.
Papi -lo llamo serio en la mesa mientras comían-
Dime bolita de algodón -lo miró-
No te dejes dar besitos, solo mami lo podía hacer -lo miró serio y continuó comiendo- ese feo me va a robar a mi papá
Con que se quedó con Hikari -se recostó en el pequeño sillón de su departamento- pero no lo educó muy bien
Yo yo yo - levantaba la mano en la clase-
Sawamura- Kun -dijo la maestra-
La respuesta es 9 -sonrió-
Correcto -dijo la maestra-
Wow -dijeron varios niños-
Los niños salieron a la hora del almuerzo y varios estaban jugando, Hikari no era la excepción.
Miren lo que mi mamá me preparo, me dijo que lo compartiera -una niña trajo una cajita con galletas-
Gracias -dijo Hikari al recibir su galleta- ¿Siempre haces eso con tu mamá?
Sí -sonrió- pero mi papá también nos ayuda en ocasiones
Mi papá prepara la comida todos los días -sonrió- cuando llega del trabajo comemos juntos
Pero los papás deben tener una mamá, siempre se dan abrazos, cuando mi mamá viaja él se pone muy triste -dijo la niña-
Hikari no dijo nadamás, recordó comí su papá lloraba, entonces suponía que era verdad que por eso se ponía triste.
Llegó Sugawara
¿Quieren saber que estuvo haciendo nuestro doncel en todo ese tiempo?
Gracias, el primer capítulo tuvo una muy buena acogida.
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Nos vemos
Un beso y hasta pronto

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NUESTRA HISTORIA (DAISUGA)
FanfictionSugawara Koshi es un doncel de 20 años, esta cursando sus estudios universitarios para ser un maestro, su pareja es su novio de la preparatoria Sawamura Daichi, su historia de amor parece un cuento de hadas, pero no todo dura para siempre. papi -lla...