Sus manos siempre parecían conectarse de forma inconsciente cada que se veían. Se escabullían entre sus mentes y el pasto en donde estaban sentados, y se sujetaban con fuerza sin que se dieran cuenta.
Era extraño, una sensación extraña cada que hacían tacto y sentían la piel del otro bastante cerca. Kamado suprimía sus deseos y sueños, se encerraba en su caja de metal en donde se gritaba así mismo que aquello no era correcto, mientras que Kyojuro también quería hacer lo mismo, amarrarse los brazos y sellar sus labios, callar a su corazón de cualquier estupidez que quisiera hacer.
¿Por qué tenía que ser tan complicado? ¿Por qué no solamente ponían un alto y se confesaban? Parecía tan sencillo decirlo en simples palabras y escribirlo en una hoja de papel, para después desecharla y no saber nada más de su existencia. Pero cuando alguno estaba decidido en hacerlo y poner fin a ese círculo complicado, era cuando la inseguridad atravesaba su mente como una daga y el miedo lo embargaba, toda aquella valentía que reunió terminó por manchar el suelo por un hermoso color rojo.
Se quedaban tirados sobre ese charco de valentía muerta, sin hacer nada.
Dicen que el tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar. Era una frase popular que aunque no quisieran, tenía razón. El tiempo era valioso, tan valioso como el oro mismo y era algo que ni Kamado ni Renguko podían comprender. Ni aprovechar. Porque eran apenas unos niños y por ende, eran unos estúpidos.
Tantas palabras y complicaciones atravesandolos como flechas y lanzas solo con el fin de acabar con aquella energía y matar el tiempo que les quedaba.
Renguko miraba su taza, se acercaba el fin de año y pronto entraba a la tan aclamada universidad y con ello sus visitas al hogar Kamado podían extinguirse como el fuego a la cera una vez que se gradué. Ya no vería al muchacho de cabellos burdeos, ni él ni a sus hermanos menores, ya no lo vería.
Se sentía tan arrepentido. Meneó su taza un poco, el té ya estaba frío y su taza hasta la mitad se encontraba, ya no había porque seguir tomando aquel líquido que antes estaba caliente.
—Hey, amigo, ¿Estás bien?— La pálida mano de Uzui pasó sobre sus ojos, llamando su atención de la taza blanca con líneas celestes— Tu té ya se enfrió y casi ni tomaste.
Uzui se llevó la taza de café americano a los labios, sorbiendo del líquido que seguía caliente.
—Oh, estaba pensando en algo —Sacudió levemente su mano, dejando la taza en paz para dirigirle la mirada a su amigo.
—¿Sobre..? —Alzó las cejas, mirándolo expectante por una respuesta — Pareces muy concentrado en eso. ¿Acaso tu madre le hizo algo a tu hermano?
— No, no es eso.
—¿Otra vez Kamado? —Uzui soltó una carcajada sonora, Kyojuro nada más suspiró cansado y resignado a su fracaso próximo —Tuviste todo un año para confesarte y no lo hiciste.
Tengen volvió a sober de su café.
—Lo único que hiciste fue preguntarte a ti mismo cosas que no ibas a saber a menos de que le preguntaras al muchacho directamente. —Sacudió su cabello levemente con la taza entre los labios de nuevo.— ¿Qué piensas de Kamado? ¿Qué es para ti? ¿Qué representa? ¿A qué lo asocias?
Y fue cuando de nuevo Kyojuro se preguntó así mismo porque todo estaba siendo tan complicado, cuando todo tenía que ser relativamente fácil.
Estaba apunto de perder los estribos.
Gardenias.
Despues de casi una semana completa, la respuesta a todas esas preguntas planteadas por Uzui llegó a él casi como un puñetazo.
Para Kyojuro, Tanjiro sería una gardenia. Tanjiro simbolizaba una gardenia.
Cómo aquellas que vieron en el invernadero escolar y con las cuales se conocieron por mero accidente en el primer día de clases, ¿Cómo pudo haber olvidado semejante suceso? Era importante, valía incluso más de lo que llegó a valer la plata en el tiempo de Nueva España, en México.
Por supuesto que el cuestionamiento llegó una vez más a él, se preguntó si aquella comparación era la indicada, si una Gardenia era la apropiada para Kamado y no un Brezo blanco.
¿De verdad es lo apropiado? Era tan complicado como el principio de esta historia.
¿Quería asemejarlo a un amor secreto? ¿Quería ponerlo como una gardenia? O, simplemente, ¿Quería decirle que quería proteger ese brillo y calidez inocente que transmitía por naturaleza propia?
No lo sabía, no sabía nada y no sabía que hacer con tan poco tiempo de su lado.
── : 𝖆𝖓𝖆𝖘𝖙𝖔. : ♡ ˎˊ˗
Las setecientas palabras be like:
Díganme si hay errores, xfi'
+ Como se notaba que en esté entonces no tenía tiempo de actualizar, ahora menos, pero la idea se entiende(?) Los tkm por haberlo leído en su momento. 💗👄💗
ESTÁS LEYENDO
𝐅𝐋𝐎𝑹𝑬𝑺
Fanfic° ° ° "Kyojuro no se dará cuenta de lo que sientes si solo te le quedas mirando desde lo más lejos que puedes." ⎯⎯💡⎯⎯ ── : 𝖆𝖓𝖆𝖘𝖙𝖔. : ♡ ˎˊ˗ (AU¡!)