Inicios de Verano

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Hola a todos los lectores y nuevos seguidores, a los que agradezco y espero disfruten leyendo mis modestas historias. Que decir, la vida es corta y soy de ir muy a mi bola, y después de 3 meses, me e parado a fumar y pensando e decidido dar un soplo de aire a este libro que ya empezaba a coger polvo pixelado. Sin mas preámbulos, aquí tenéis un nuevo relato, aprovechando que estoy al solecito, demos algo de vidilla a la tarde :)

 " Yo acababa de mudarme a mi casa nueva, en un pueblo nuevo, lejos de mis padres. Por fin estaba "sola", y digo entre comillas porque bueno.. Recientemente me mudé a unos pisos relativamente nuevos, con piscina, terracita, salón amplio, todo muy bonito y bla bla bla, pero sobretodo, lo mas importante, tengo habitación propia después de 8 años compartiendo habitación con la cría de mi hermana, Cervacia.  

Ahora, vivo con mi ex y su madre, Amanda y Rocío, y ya hace una semana que empezamos la mudanza y hoy por fin acabamos. Estuvimos de barbacoa para estrenar la casa con nuestra pandilla y unos pocos amigos de Amanda, así mama no se sentiría sola. Todo fue genial, sobretodo porque hoy era un día muy esperado, no solo por la comida, que ojo, me encanta la carne, y tampoco por volver a ver a mis amigos, los cuales adoro, menos a cierta fokita a la cual le perdí mi respeto recientemente, pero bueno..( p*%&@ con #!=%BA%AC), sino porque Fer había conseguido traer a Amapola. Habíamos coincidido en eventos comunes, como en la fiesta de mayoría de edad de Fer, en las Navidades en casa del padrastro de Fer en Portugal y en pocas mas, pero hoy mi querido amigo la había traído para que me pudiera lanzar de una vez.

La tarde se acababa, y en menos de una hora empezaría a hacer frío, y la gente se empezaría a ir, mi Amapola volaría, y no pensaba esperar mas primaveras, quería esa flor solamente para mi. Me acerque a la pandilla después de acabar de hablar con Marcos, el "amigo" de mama con la mano algo demasiado larga, y cogiendo a Fer por el cuello lo aparte y le pregunte si mi querida flor tenia pareja. El me respondió que no, que su ultima chica le había sido infiel con un chico y cortaron ya hacia cerca de un año. Le di la mano como símbolo de complicidad y volvimos, esta vez dejándome caer con un discreto abrazo sobre Amapola, la cual pareció aceptar y acabamos la una cogiendo las caderas de la otra hasta que se hizo de noche. La mayoría de gente quería irse ya, y yo no quería que el fuego se apagara tan temprano, de repente quería comer algo mas de carne. Hablando con Amapola sobre skates y carnes, le propuse ir a tomar un café y ver una película en mi habitación, y entre broma y broma, conseguí que se quedara a dormir. Me despedí de los míos, y deje a Rocío con la Fokita y a Amanda con Marcos, cada una en su respectiva habitación y yo me quede con Amapola en la cocina preparando un capuchino instantáneo.

Una vez cafés en mano, nos fuimos a mi cama, una cama de matrimonio que ocupaba 3/4 partes de mi nuevo pequeño rincón de la casa, con el colchón nuevo y las sábanas oliendo a lavanda, nos tumbamos a ver Tomates Verdes Fritos (confieso no haber visto la peli, buscadla en Google, yo lo hice, y el argumento pinta bien. Si, lo se, suena a receta de la abuela e.e), el problema fue cuando a Amapola le entro hambre y sin querer se me escapo un "Yo también, ahora mismo te comería los labios..."

No me atreví a mirarla, morí por dentro al haber confesado tal atrevimiento, siendo una chica tímida fuera del sexo, me avergoncé y empecé a pedirle perdón por mi impertinencia. Ella puso pausa a la película, aparto el ordenador sobre mi mesa de noche y volvió con cara de ofendida. Blanca, me temía lo peor, cuando me dijo que si no me importaba, se iba a comer. Enseguida me senté en la cama y le cogí la mano para atraerla, diciéndole que me dejara cocinarle algo cuando de repente, tenia su boca sobre la mía, haciendo que su lengua se colara dentro de mi.

De repente, se aparta y me da la espalda, diciéndome que se a quedado con hambre, que si sigo arrepentida pero no tengo mas apetito, le podía cocinar lasaña como recompensa. Me levante, plantándome delante de ella, quedando mas baja por mi pequeña estatura y saltando a sus brazos para poder alcanzar su boca. Ella no era la única con hambre, y quien dijo que yo me saciaba tan rápido?! 

27 Dias de Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora