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—Casi lo arruina todo.
Anthony frunció el ceño ante el leve olor de molestia de su amigo. Luego negó con la cabeza mientras reía.
Aquino siempre mantenía una capa en blanco, siempre tranquilo. Su voz calmada era mordaz.
Se levantó del sillón caminando a la cocina, mirando sin dudar las galletas de chocolate recién horneadas.
Los olores de los alfa suelen ser muy invasivos y el lobo de Anthony no lo ignoraba, tomándolo como invitación de batalla. Así que se alejó, nadie quería discutir aquí.
Apoyando los codos sobre la barra, sostuvo una al aire, casi admirando el exquisito aroma dulce de la galleta.
—Que adorable —soltó, para luego dar un mordisco—. No culpes al omega. El celo no es culpa de nadie.
Anthony no tenía pareja. Así que para pasar el celo, un club nocturno discreto solucionaba el inconveniente. No tenía nada que decir al respecto. Solo es necesario.
-He estado negociando con la empresa Kieffer's desde hace tres años. Mi padre es incompetente para manejar Haggard's -Aquino no podía evitar mencionar a su padre con frialdad.
Anthony lo escuchaba atento. Pero con respecto al Señor Haggard, era como un pequeño hermano menor que le guardaba rencor a quien mató a su pez. Toda la empresa sabía que Aquino estaba a la cabeza y que gracias a él avanzamos tanto.
Era inteligente, con presencia y era respetado. Pero nadie ignoraba su edad. Lo consideraban muy joven. A sus dieciocho años comenzó a negociar con Kieffer's , fue increíble en ese momento, nadie pensaba que Kieffer's aceptaría unirse -no podíamos soñar con esas ambiciones- Aquino no pensaba igual.
Pero de nuevo, era muy joven y habían cosas que él no podía hacer. Anthony fue el primero en escuchar sus planes. Y lo apoyó.
Luego todos vimos cómo se encontraba liderando a la par con su padre. No por mucho tiempo. Aquino era confiable con el manejo y eso le dió mucha influencia sobre el Señor Haggard.
El Señor era demaciado amable para su propio bien, Anthony apreciaba al hombre.
—Sabía que era un omega extrovertido e impulsivo. Pero rebasó mis espectativas —continuo Aquino con la mandíbula tensa y la mirada oscura.
Invadiendo su cabeza los recuerdos de Duxo necesitado, con mejillas sonrojadas, la mirada nublada y sin poder hacer nada...
Se aferraba a él como si lo conociera de toda la vida, como si no le haría ningún daño, sin miedo.
Tan ingenuo.
—Duxo, un omega muy lindo. Dicen que su aroma es tan atrayente que ni el mejor autocontrol funciona —dice Anthony comiendo su quinta galleta. Amaba las galletas y amaba el chocolate—. Sin olvidar que parece muy interesado en la empresa. Talvez sea el complemento que necesitas: un omega atrevido e inteligente. Ningún estorbo, al contrario, una ventaja.
Aquino de repente sintió sed. Se levantó del sillón y fue por agua.
—No quiero un omega atrevido —la mirada asombrada de Anthony le dió gracia—. Un omega sumiso y que no interfiera, sería mejor.
Como si pudiese leer mentes, Anthony alcanzó los vasos de cristal poniéndolos en la barra. Se sentó y Aquino llenó los vasos con agua.
—Una mente del siglo pasado. Piénsalo mejor —sentándose en la silla, continúa—. Duxo es querido por la prensa, y tiene un buen historial. No veo más que ventajas. Eso me lleva, a si aceptará el matrimonio.
—Aceptará. Estoy seguro.
Anthony solo bebió de su vaso en silencio, hasta que una mujer apareció por el pasillo.
—Buenas tardes jóvenes —con una sonrisa radiante se acercó amablemente con un cesto—. Joven Aquino, seguí sus instrucciones y ahora me estoy dirigiendo a su habitación.
Con un asentimiento respetuoso se alejó.
—¿Que pasó? —Anthony preguntó extrañado.
—El aroma de Duxo se quedó impregnado en mis sábanas. Así que mande a reemplazarlas.
Aquino aún recuerda lo dulce que olía el omega en celo. Gardenias dulces con vainilla. Es indignante la exactitud de su memoria. Le costó cada gota de autocontrol no atacarlo.
Cuando Aquino lo encontró no pensó mucho, casi como si estuviese drogado y terminó llevándolo a su casa, a su habitación, a su cama.
Muy inconveniente.
La risa discreta de Anthony desde la sala, lo trajo a la realidad. Encendiendo la televisión, habló.
—Esta bien. Más adelante Duxo caminara en esta casa. Será divertido verte enloquecer por un omega.
La respuesta de Aquino voló en el aire cuando fotografías de Duxo aparecieron en la televisión. La conductora del programa comenzó a hablar animadamente.
—El heredero del grupo Kieffer's, Duxo Kieffer, hace dos días fue visto cenando con... ¡Louis Shoury! El carismático alfa de veinte años que al parecer, se volvió muy cercano al hijo del señor Kieffer. Era evidente que la pasaron de maravilla, pues las risas y sonrisas no faltaron. Aún no se han dado declaraciones oficiales, pero sus encuentros se han estado repitiendo muchas veces, eso nos hace preguntarnos: ¿Es solo amistad?. Nosotros no le deseamos más que felicidad al joven omega. A continuación, las fotos que tomamos de la hermosa cena.
Después de ver cuatro fotos, Anthony cambió de canal. Con una mueca miro a Aquino, quien solo suspiró.
—Como dije, demasiado extrovertido.
—¿Quién es Louis Shoury?, Me suena de algún lado —Anthony se recostó en el sillón echando la cabeza hacia atrás, tratando de recordar.
—Cantante. Modelo. Actor. Es un artista. Está ascendiendo rápido, y talvez sea por sus interesantes amistades.
—Es cierto. Pero, ¿crees que Duxo tenga una relación con él? Realmente parecen cercanos.
—No. No está en ninguna relación y si la tuviese, tendría que terminarla. El Señor Kieffer lo aseguró. Fue parte del contrato.
—Tu padre debió sufrir para hablar de esos temas en la reunión. Es muy amable, nada como tú -Anthony se tomó un momento— ¿Cómo supiste que Duxo tendría su celo adelantado?
Aquino no lo sabía. Fue ¿Una sensación?, ¿Instinto? Lo que llevó a que decida ir al colegio de Duxo. Aquino no tenía necesidad de ir a ningún lado.
Duxo no era su responsabilidad. No aún.
—Mi padre me informó que Duxo no apareció en la reunión. Era tarde así que supuse que le pasó algo. No esperé que fuera su celo.
—Bien. Suena razonable, aún cuando jamás te haya visto hacer algo parecido, suena razonable.
El celular de Anthony comenzó a sonar. Con calma, contestó y después de unos segundos terminó la llamada.
—Mi madre despertó y quiere verme —se puso de pie, y empezó a caminar hacia la puerta. A pesar de la sonrisa la tensión, el olor a miseria y tristeza de Anthony no engañó a Aquino—. Nos vemos luego.
Y salió.
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N/A: Aquí, Yo.
Tengo una... una cosa rara con los nombres, no se qué, pero no puedo utilizar los "normales".
Y como consecuencia siempre, siempre termino poniendo nombres raros (Haggard, Kieffer y Shoury se supone que son apellidos).Esa es mi excusa :')
No sé si les guste, pero a mí me da gracia.
/Por cierto, es mi primera historia. No tengo experiencia haciendo esto, así que veremos/
—31 08 2020_NiA ♥.
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Veneno Irresistible [Duxino]
Fanfic«Él lo odiaba» |Omegaverse| →Duxo Omega. →Aquino Alfa. 🟣 TODO ES FICCIÓN. 🟠 HISTORIA TOTALMENTE MÍA.