Capítulo 1

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Era un día tormentoso y un grupo de tres amigos bastante simpáticos paseaba por las calles de Londres.

Todos hablaban de lo mismo, su viaje a Las Bahamas. Ellos eran:

Dani - El mayor de todos, con 18 años, y por lo tanto líder del grupo. Le gustaban mucho las aventuras y era un chico muy guapo, con el pelo castaño y los ojos marrones. Posiblemente su atractivo en gran medida se debía a su gran altura.

Adrián - Tenia 17 años, era un chico rubio de ojos azules, mucho más bajo que Dani. Y lo único que sabía hacer era mirar a las chicas guapas como si fueran algo que se pudiera comer. Sin embargo, resultaba ser todo un ligón.

Andrés - Más o menos igual de alto que Dani, era moreno de ojos verdes, y a pesar de ser atractivo, se le hacía díficil hablar con chicas por su enorme timidez. De los tres era el más tranquilo e inteligente. Y tenía la edad de Dani.

Habían quedado en ir juntos a casa de Dani, por eso estaban deambulando juntos por las calles.

Al llegar a la casa el padre de Dani los riñó pues eran las 2 de la mañana, y se habían saltado el toque de queda que él les había impuesto a las 12, horas antes.

- Estas no son horas de llegar. ¿No os había dicho que teníais que estar aquí a las 12?

- Lo sentimos papá - dijo Dani.

- El vuelo para Las Bahamas sale a las 8 de la.mañana y a penas vais a tener tiempo para descansar. - les explicó.

Los chicos cenaron y se fueron a la cama, pero les costó dormirse pues estaban muy nerviosos y emocionados por el viaje. Sobre las 6 de la mañana, el padre de Dani los despertó para que tuvieran tiempo de vestirse, lavarse los dientes, desayunar y peinarse antes de ir al aeropuerto. Al terminar, cogieron las maletas y se metieron en el coche.

Tras unos 40 minutos de trayecto llegaron al aeropuerto. El camino se les había hecho larguísimo, pero por fín empezaban sus vacaciones de verano. Tras esperar varios minutos en una salita bastante espaciosa, llamaron a las personas de su vuelo para subir al avión. Y fue en este momento cuando Andrés hizo saber a sus amigos que le daba miedo volar.

Después de hacer un largo esfuerzo por convencerle de que no les iba a pasar nada, consiguieron subirle en el avión. Y se sentaron en sus asientos, los cuales estaban próximos. Menos mal que esto fue así porque sino a Andrés le habría dado algo. Pasados unos minutos despegaron.

Adrián ya se había fijado en las dos chicas que tenían en los asientos delanteros. Pero fue Dani quien se puso a hablar con ellas.

- Hola, yo soy Dani, ¿cómo os llamaís vosotras? - dijo.

Fue la chica rubia de ojos azules y labios muy rojos quien contestó a su pregunta.

- Yo soy Alicia y esta es mi amiga Lucía.

Lucía era pelirroja de ojos color café, con numerosas pecas. Era una chica preciosa, pero Dani no podía quitarle los ojos de encima a Alicia.

- ¿Y los demás quienes son? - preguntó Lucia mirando a los acompañantes del chico.

- Son mis amigos Adrián y Andrés. - añadió señalando a cada uno.

- Encantadas - dijo Alicia.

Pasaron muchísimas horas en el avión hasta aterrizar, porque Las Bahamas estaban muy lejos de Londres. Durante el viaje hablaron mucho con las chicas, y descubrieron que ambas tenían 17 años y que eran de Madrid. Lo cual fue una grata sorpresa, pues ellos también eran de Madrid, y habían estado en Londres por el trabajo del padre de Dani.

Al descender el avión pudieron ver unas playas preciosas llenas de gente. Todo era naturaleza. Después de coger las maletas en el aeropuerto Andrés buscó en el gps de su móvil la dirección del hotel donde se iban a alojar.

Comenzaron su caminata hacia el hotel, cuando de repente se encontraron más alante a las chicas del avión. Coincidió que ellas también se alojaban en el mismo hotel así que el resto del camino lo hicieron todos juntos. Anduvieron durante varios minutos bajo el sol, por lo que tenían mucho calor y sed. Hasta que Adrián gritó el nombre del hotel al divisarlo varios metros a la derecha y corrió hacia la puerta de este.

Al entrar, se dirigieron al recepcionista, quien les dio las llaves de las habitaciones, les explicó las normas del hotel y les mostró los lugares dignos de ser visitados.

Subieron a la habitación a dejar las maletas y quedaron los cinco para ir a la playa.

Después de dejar las maletas, bajaron a la playa y tomaron un batido en un bar llamado El Nicho. Alicia y Dani se quedaron tomando el sol, mientras el resto se bañaba.

La gema doradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora