Tanto Lucía como Alicia se quedaron con la boca abierta y los ojos como platos. ¿No podía haberse vestido antes de abrir la puerta? ¿O por lo menos haberse puesto unos pantalones? ¿Sabía que eran ellas las que estaban llamando, o si llegan a ser unos desconocidos también les hubiera abierto así? Alicia miró a Lucía con una sonrisa divertida, mientras que ésta no podía creerse lo que estaba pasando. Fue Dani quien las sacó de esa situación.
- He pedido las pizzas hace un rato, no creo que tarden demasiado en llegar, poneos cómodas. - interrumpió mirando fijamente a Alicia.
Las chicas se lo agradecieron, y esquivando a Adrián se dirigieron hacia el sofá para sentarse a esperar. Andrés no tardó mucho en salir de la habitación para unirse a ellas. Y poco después llegaron los otros dos. Mientras esperaban a que llegara la pizza comentaron lo raro que les resultaba que un hombre desconocido los hubiera elegido a ellos para ayudarle. Pero les parecía aún más increíble e imposible la existencia de esa tal gema dorada.
Alguien llamó al timbre, fue Andrés quien acudió a abrir, pero poco tiempo les faltó a los demás para hacer lo mismo del hambre que tenían, pues habían tenido un día muy movidito en la playa y tenían que reponer energías. Al llegar éste con las pizzas, dos de jamón y queso y otra de cuatro quesos, todos acabaron engullendo la comida, y empezaron a hablar sobre lo impresionante que sería el día siguiente y de lo nerviosos que estaban.
A la mañana siguiente querían visitar un poco la zona en la que se encontraban antes de su cita con Fernando. Y por ello, debían madrugar, razón por la cual las chicas decidieron irse a dormir y así poder descansar algo la primera noche. Antes de irse, Alicia observó como su amiga sonreía al hablar Andrés, pero optó por no darle demasiada importancia al tema, ya bastante tenía Lucía con soportar a Adrián.
Eran altas horas de la madrugada y estaban todos dormidos, exceptuándo a Alicia que no conseguía conciliar el sueño. Acabó levantándose e iniciando un descenso por las escaleras del hotel hacia los jardines. Donde se levantaba una leve brisa fresquita. Dio un paseo no muy largo para intentar cansarse aún más de lo que ya estaba. Y volvió a subir a la habitación, esta vez durmiéndose.
Ya era de día, había salido el sol y Alicia no encontraba por la habitación a Lucía, por más que buscó no había ni rastro de ella. No se asustó en ningún momento porque su amiga solía desaparecer de vez en cuando para irse a pensar etc, incluso ella misma lo hacía. Se duchó y vistió, tenía tanta hambre que bajó a la cafetería del hotel para desayunar. Imaginaos su sorpresa cuando se encontró en una mesa a Lucía con los chicos, manteniendo una conversación bastante animada.
- Anda que me despertáis para bajar con vosotros o algo. - dijo Alicia enojada.
- No queríamos despertarte, parecías muy cansada. - respondió Andrés sonrojándose.
Dani se dio cuenta de ello y no pronunció palabra durante el resto del desayuno. Alicia corrió para coger un croissant y un zumo de naranja, pues al bajar tan tarde apenas quedaba ya comida entre la que elegir. Se sentó en la silla libre que quedaba en la mesa y se dispuso a comer un poco más rápido de lo que solía hacerlo, porque los demás al haber bajado antes estaban a punto de acabar.
Se levantaron de la mesa y fueron a las habitaciones a prepararse una mochila con un bocadillo, botella de agua, crema de sol y toalla. Cosas que ellos consideraban necesarias para la misión que tenían con Fernando. Bajaron al vestíbulo del hotel, y una vez estuvieron todos reunidos, salieron a la calle y comenzaron su visita.
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La gema dorada
Fiksi RemajaTres chicos se van de vacaciones a Las Bahamas. Donde viven aventuras y conocen a dos chicas.