Condenada carta. [Bakugō Katsuki x Oc]

Prólogo

Airi caminaba con una carta en un sobre verde, bastante bien decorada y con cada detalle bien examinado para que nada en ella estuviese mal. La carta había sido escrita por su mejor amiga Shiori que por fin tenía el valor de demostrar sus sentimientos después de varios años, pero no se atrevía a ir personalmente a entregársela al afortunado chico que había ganado su corazón.

La tarea es algo sencilla, ir hasta el salón de clase de aquel chico, dejar la carta en la mochila e irse. ¡Nada malo podría salir mal!

Pero hacer eso no estaba en el plan de la pelirosa, claro que no... Antes tenía una pequeña parada que hacer con la carta y Shiori jamás enterarse.

Mientras se acercaba al salón la sonrisa de ella se hacía cada vez más grande, ¡Se iba a divertir tanto con esto! Deseaba ver el rostro de él, quería ver como su corazón se partía en pedazos pequeños y ella misma patearlos aún más.

Los dioses este día estaban más que a su favor, aquel chico al cual estaba buscando estaba caminando solo por los pasillos, ¡La oportunidad era única y que no podía desperdiciar!

-Pero si es la perra explosiva, ¡Es un gusto verte!

-¿Qué es lo que quieres pelo de chicle?

-Nada en especial... Solo mostrarte esto, lo que jamás vas a tener de Shiori, sus sentimientos.

Airi saco de su bolsillo aquella carta, se acerco a Bakugō para que la mirada de cerca, podía ver como los ojos del chico demostraban una emoción que jamás pensó verla: tristeza. Ver aquello hacia que la sonrisa de ella se volviera más grande, deseaba molestarlo lo más que pudiera antes de entregar la carta a su dueño.

-Es una verdadera lastima que no puedas tener los sentimientos de Shi-chan, no poder abrazarla o besar... ¡Ni siquiera acercarte a ella! ¿Cómo es estar enamorado de una senpai que jamás te va a corresponder? Muero por saberlo.

Bakugō quedó en silencio por varios minutos mirando aquella carta verde, su corazón dolía, era algo totalmente cierto.... No importaba los esfuerzos que el hiciera, no podía acercarse a ella sin que terminara congelado o fuese ignorado.

Las palmas de él comenzaron a calentarse, inconscientemente varias explosiones salieron de estas, pero no eran algo que asustara a Airi, en cambio provocaba que le dieran más ganas de burlarse de él.

Por un impulso, tomo la carta y salió corriendo, no iba a dejar que ningún extra tuviese los sentimientos de Shiori. Airi se alarmó, salió corriendo detrás de él cuando se percató de lo que estaba sucediendo, pero era demasiado tarde.

Él ya se había escapado.