9.

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Estaban en la cafetería del edificio de ONU, el lugar más pacífico y correcto de todo el... estado.

Detalles.

—Mira, ahí viene el pololo del weón.

—Deberíamos invitarlo a la mesa y así viene México también.

Intentaron levantar la mano, pero Canadá no los vio y se desvió hacia otra mesa, a una donde se hallaba Ucrania.

No hubiesen tomado mayor interés en el asunto, de no ser por un detalle chiquito.

—¿No creí que el maple está muy cariñoso con el Ucrania?

Se quedaron viendo atentamente, presas del chisme en vivo, pendientes de cualquier actitud sospechosa.

Y poco después vieron el desastre.

El chico maple le dio un besito a Ucrania, uno de esos cariñosos dados en la boca, mientras el chico ucraniano enrojecía al instante.

Jadearon.

Casi que casi se les bajó la presión.

Porque... ¡acababan ser testigo de la traición!

—¡Hay que avisarle a México!

Pero poco después, y antes de que Chile saliera corriendo en busca de un celular con saldo, apareció su mencionado amigo.

Y ya se esperaban los putazos y palabrotas, porque Canadá estaba traicionando al tricolor.

Pero no.

Es más, México detectó al instante a Canadá y a Ucrania, para después dirigirse hacia ellos con rapidez mientras sonreía.

Solo vieron al tricolor saludar animado a ese par y darle un beso a cada uno.

Un besito... de piquito... a los dos...

—Triple traición.

—¿Qué chucha?

—¿Se acaban de besar los tres?

—¿No era traición?

—Son cachos dobles.

—No. No... Eso... Es...

—Poliamor.

Casi se les desvía la mandíbula por tener la boca abierta.

Pero... tenían que aceptar algo.

—Puta, yo también quiero.

—Por dos.

—Por tres.

—Por... cuatro... tal vez, nosé.

Cristales [Canadá x Ucrania x México]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora