Cristales [Canadá x Ucrania x México]

12.

Debían confesar que creyeron firmemente que México sería el que empezaría aquello, pero sorpresivamente no fue él

—Ucri?

Canadá estaba recostado admirando al avergonzado eslavo que estaba sentado sobre su erección matutina. Reacción normal de un joven sano, cabe decir.

—Estabas susurrando en sueños
—Sí, lo siento —le acarició la cadera—. No fue mi intención... A veces me pasa

Ucrania apretó los labios antes de confesar

—Me excité también al... Escucharte

Canadá necesitó un par de segundos para olvidarse de su erección y entender lo que le dijeron

—Ah...
—Ayúdalo, Can —México se hablaba junto a ellos, recostado de lado y muy sonriente—. Le debe doler y a ti también

Ucrania enrojeció aún más porque creyó que México seguía dormido. No es que fuera a hacer cosas solo con Can, pero enfrentar a uno a la vez era mejor que sentirse observado por los dos

—Ucri

Canadá le acarició la mejilla

—Qué dices?
—Sí

Ucrania soltó un suave suspiro cuando los dedos de Canadá sujetaron sus caderas y guiaron un suave roce entre sus erecciones. Se inclinó un poquito para disfrutar el movimiento. Aún por sobre sus pijamas, se sentía muy bien
Era la primera vez que harían algo así
Había vergüenza y deseo de por medio.
México tal vez fue el que más disfrutó. Solo observando como esos dos se rozaban con ganas, gimiendo suavecito, hasta que Canadá fue que se liberó primero.
Entonces entró en acción.
Sin dejar que Ucrania se levantara, lo abrazó por la espalda y con mucho cuidado deslizó sus dedos por esa piel

—Mex... Qué haces?
—No puedes quedarte a la mitad —le besó la mejilla
—Pero...

Miró a Canadá quien solo los miraba
No dijo nada más al sentir esos dedos ayudarlo con su necesitada virilidad. Jadeó ansioso y se dejó llevar hasta terminar con un gemido.

Tal vez esa mañana había marcado un nuevo inicio para los tres.
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Público algo y vuelvo a desaparecer... Hasta que otra idea me surja

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Bueno bye