Cristales [Canadá x Ucrania x México]

24.

—Mex
—Sí?

México abrazaba a Ucrania por la espalda y dormitaba tranquilo. Aún así puso atención

—Can te dijo algo?
—Sí —sonrió y acarició el abdomen de Ucrania—. Dijo que cogieramos como conejos porque después le tocaba a él

Ucrania rio bajito. Supuso algo así

—Pero si no quieres, está bien. Hay que dormir diez horas seguidas y pedir pizza para desayunar
—Mex...
—Sí, manzanita?
—Quiero hacerlo

Y antes de perder su lapsus de valor. Se levantó y se sentó sobre el vientre de México, con sus piernas abiertas y sus manos temblorosas.

—Mex... Estoy listo... Puedes... Hacerlo

México sonrió

—Hacer qué, manzanita?
—No sé cómo decirlo
—Solo dilo
—Hagamos... El amor?
—No me lo tienes que pedir dos veces

Y entre risitas, derribó a Ucrania para dejarlo bajo su cuerpo. Le dió un beso ansioso, le apretujó el trasero y lo miró con lascivia

—Grita mi nombre hoy. Te dejaré bien listo para cuando llegue Canadá

Ucrania tembló. Sentía que no iba a dormir esa noche. Y no lo hizo. Se perdió entre jadeos, sensaciones, gemidos y mordidas. Dejó que esas manos le quitaran la vergüenza y su cuerpo se adaptó a su pareja.

Lejos de estar satisfecho. Solo ansiaba el momento en que Can y Mex lo tomarán al mismo tiempo. Sus pensamientos lo avergonzaron siempre, pero aún así lo quería hacer

Quería saborear a esos dos