Desde niña he pasado por varias cosas que les contaré para que entiendan porqué soy como soy. Mi mamá trabajaba durante el día. Se iba muy temprano en la mañana y regresaba tarde, prácticamente no la veía. Mi padre era quien me cuidaba, aunque pasaba durmiendo ya que trabajaba de noche. Siendo tan pequeña para mi él era mi mundo. A veces por el trabajo mi padre tenía que salir de viaje y a mi madre se le complicaba encontrar a alguien que me pudiera cuidar. Un día decidió que lo mejor sería trabajar en casa para poder cuidarme. Los viajes de mi padre cada vez eran más frecuentes por lo cual cada vez que él se iba yo me enfermaba. Mi madre debía cuidarme así que su trabajo se le dificultaba y en el período que mi padre no estaba pasábamos por problemas económicas ya que no contábamos con él para nada, algo que fui descubriendo con el tiempo.
Al comenzar mi adolescencia mi mundo se vino abajo. Mi padre solía traer a una señora a casa diciendo que era una amiga, la cual aceptamos en la familia. Ella venia a casa y nosotros íbamos a casa de ella. Hasta que un buen día descubrí que su amiga no era su amiga sino su amante. Mi padre se fue de casa al quedar en evidencia.
A partir de entonces cambié mi forma de ser. Ya no era la niña que hablaba mucho, que siempre estaba contenta a pesar de las dificultades. Comencé a ser rebelde, a vestirme de negro, no hablaba con nadie, evitaba todo contacto con personas y sin saber entré en depresión. En la secundaria era el patito feo, el bicho raro.
Al cabo de un año mi padre volvió a casa. La convivencia se volvió un infierno. Nos hacía la vida imposible a mi madre y a mi, a pesar de que le abrimos la puerta nuevamente de nuestro hogar.
Por eso me prometí a mi misma que nunca me casaría ni tendría hijos!! Quería ser libre, no quería que ningún hombre en mi vida hiciera lo que hizo mi padre.
Lo único que me ayudaba a seguir adelante era la música. Me gustaba mucho cantar, algo que hacía desde pequeña.
Muchas veces quería darme por vencida. Sentía que no valía nada, cuando no me veían solía llorar. En esos momentos me calmaba sólo con algo que no debía hacer, buscaba alguna cosa que tuviera filo y me hacía pequeño cortes. Luego los abría un poco para sentir el dolor, algo que no pasaba porque ya me había acostumbrado. Por lo general siempre andaba con ropa de manga larga para que no se vieran las heridas en mis brazos y manos.
Cuando llegue a los 18 años decidí salir de esa situación. Me fui a vivir sola a Seúl, con la esperanza de que las cosas mejoraran, conseguir un trabajo para luego traer a mi madre y sacarla de esa casa.
No fue fácil pero encontré trabajo en un supermercado. Por fin las cosas se estaban acomodando! Pero no todo sería bueno. La gerente constantemente me perseguía diciendo que tenía que hacer esto aquello y lo otro. A pesar de mis esfuerzos, ella me sobre cargaba de trabajo más que a mis compañeros. Cada vez que sentía el ruido de sus tacos que venían por el pasillo quería que la tierra me tragara o volverme invisible porque sabía que ella venia directo a mi. Pero tenía que aguantarlo, no tenía de otra. Así que busqué una manera de que ella dejara de hacer eso conmigo. Yo entraba un par de horas antes que ella así que aprovechaba ese tiempo para llenarme de trabajo. Tomaba 4 o 5 carros y los llenaba al punto de desbordarse, los llevaba para adelante, entonces cuando ella llegaba me veía muy atareada y no me molestaba. Era un alivio! Aún así de vez en cuando me decía alguna cosa pero ya no era tanto.
También conocí a un chico, no esperaba que esto pasara pero me enamoré por primera vez. Su nombre era Lee Min Ho. Llegué a amarlo demasiado! Era la persona más amable y atento. Por un momento aquellos temores que tenía sobre enamorarme habían desaparecido. Él me pidió que fuera su novia y acepté. Por fin había descubierto la felicidad!
Pero no todo fue color de rosas. Un tiempo después lo descubrí besando a otra chica! Él me convenció de que había sido la chica que lo había besado...y le creí. Volví a descubrirlo en una situación comprometedora con otra chica, pero como una tonta lo perdoné. Lo amaba demasiado y no quería perderlo. Hasta que un buen día simplemente me dejó. Nuevamente mi mundo se vino abajo, a pesar de todos mis esfuerzos y de que lo perdonara por todo lo que me hizo, él se fue.
Nunca tendría que haberlo aceptado. Nunca tendría que haberme enamorado! El amor no existe! Ya no me iba a dejar engañar más! Sólo iba a disfrutar de mi libertad y jamás me casaría!
Cuando volví a pensar que la cosas estaban mejorando surgió otro problema. Una de mis compañeras empezó a hacerme bullying, ella me odiaba. Constantemente tiraba indirectas refiriéndose a mi. Varias veces fui agredida físicamente por ella, como cuando me tiro encima un contenedor de mercadería de esos que tienen rueda. Ella decía siempre que era sin querer pero yo sabía que era intencionalmente!! Sus maltratos eran constante, no pasaba un día sin que ella me hiciera algo. Temí que me metiera en un gran lío y antes de que sucediera algo, decidí hacer lo que siempre hacia, huir.
Tuve que dejar ese trabajo. Las cosas se me dificultaron aún más. El dinero con el que contaba sólo me alcanzaba para la renta del cuarto donde vivía. No tenía para comprar comida así que solía dormir lo más posible para no sentir hambre. Debía encontrar otro trabajo pero no tenía suerte. Pasaba el tiempo y nada, estaba demasiado angustiada por la situación y no quería molestar a mi madre. No había podido lograr mi objetivo!! Entonces pensé en terminar con todo este problema. Lo mejor sería desaparecer de una vez por todas. Salí a la calle con el objetivo de terminar con mi vida aunque no estaba segura de como lo haría, sólo sabía que ya no regresaría.
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Eres mi reflejo (Terminado)
Fiksi PenggemarTrata de una chica que conocerá su reflejo, o sea al amor de su vida el cual entenderá a la perfección todo lo que ha pasado para estar donde está. Pero antes debe pasar por muchas dificultades desde pequeña, al punto de querer terminar con su vida...