O4 Sabiduría

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—¿Ya tienes información Hanji? —preguntó Kenny a la oficial de cabello castaño que negó con tristeza —. Maldición.

—Erwin ya ordenó que se corra la voz de su búsqueda señor. Incluso, se han colocado afiches en todo el reino y los vecinos para su búsqueda.

—Bien, puede retirarse —la oficial hizo un gesto firme y salió del lugar.

El mayor dejó salir un suspiro colocando su sombrero vaquero sobre el escritorio viejo.

Levi siempre le había ocasionando problemas desde pequeño. Siempre solía salir corriendo de su lado o escapar de sus clases solo para ir a las afueras del castillo, directamente a las bibliotecas del lugar y balbucear de lo emocionante que le parecía las afueras del muro.

Literalmente él lo había criado, la reina estaba demasiado ocupada con sus deberes reales que no tenía el tiempo para su pequeño, por lo que tuvo que hacerlo él. Todo lo que sabía, ese enano lo había absorbido hasta lo último.

Con la llegada de Mikasa, las cosas cambiaron. La seguridad aumentó con la nueva heredera, pero, ¿porqué el mayor de los Ackerman no era el heredero? Sencillo, en el linaje Ackerman ningún varón podía ser rey. Kenny y Levi estaban resignados a servir a su reina, solo eso.

Pero Levi siempre se había caracterizado por ser curioso y siempre querer ver más allá.

Como ese día que se fue.

—¿De que querías hablar eh, Levi?— su sobrino y casi hijo, le había citado para hablar de unos nuevos asuntos acerca del reino y su seguridad.

—Kenny, eh hablado con Erwin y con Hanji y creo que estás listo para saberlo —el mayor alzó una ceja con duda. Era difícil de percibir pero el mas bajo podía verse algo emocionado —. Creo que ya es hora de salir de aquí, expandernos más allá de los muros, ver que hay. Porque creo qué-

—Dices... ¿Salir de los muros? —interrumpió incrédulo. Recibiendo un gesto positivo como respuesta.

No.

Un retundo no.

No permitiría que Levi ni Mikasa, ni nadie diera un paso a las afuera. Mucho menos ahora. Ahora que sus planes iban tan bien.

Levi, Levi... —liberó un pesado suspiro para acercar al menor y tomarlo de los hombros —. Sabes lo que tu madre y yo pensamos de ello.

—Lo sé pero... Creo que seríabuenoparatodoelreinoyademasyacreoestarlosuficientementecapacitadoparamipropi

—Levi, sabes que detesto tus balbuceos—lo cortó Kenny con el ceño fruncido. Levi suspiró mientras jugaba con sus dedos y la mirada gacha.

—Hablo en serio, ir a las afueras de los muros y ver mas allá sería estupendo...

¿Como hacer entender a ese mocoso enano que lo único bueno y todo lo que necesita estaba ahí? No lo sabía, era tan necio y terco.

Kenny tenía muchas cosas en que pensar, sus planes estaban saliendo de maravilla y ahora su sobrino quería arruinarlos. No lo permitiría.

Solo había una manera de hacerle ver lo peligroso que sería su ida.

—¿Quieres salir del palacio?—inquirió con un hilo de canto, el pelinegro asintió —
¡Ah! Ay, Levi...

Mírate, tan pequeñocomo un brote...—sonrió dándole una pequeña vuelta a Levi—
Un retoño nuevo de una flor.
¿Sabes por qué estamos aquí dentro?

Enredados || Ereri. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora