Doce meses

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Johana

"Si  fuéramos  como las abejas  que aunque no están hechas para volar, lo hacen sin permiso de la física, por qué simplemente creen en que pueden hacerlo, seríamos invencibles".

De regreso a mi casa observe en un aparador un anuncio donde se buscaba empleada, se trataba de una cafetería, en cuanto entre sonó una pequeña campanada, y pude sentí el perfecto aroma de pan recién horneado, el olor a café, y a vainilla.

Detrás del aparador estaba un señor algo grande de edad, con canas y piel arrugada, vestía muy propio y su mandil tenía un poco de harina.

— ¡ Buenos  días!

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— ¡ Buenos días!. He visto este letrero y estoy interesada.— El señor giro y me miró entre la rabadilla de sus anteojos.

— No eres muy joven para buscar empleo, ¿cuantos años tienes?—

— Dieciocho — Respondí sin pensar, pero luego me arrepentí. — Bueno en realidad catorce pero si es por mis padres, ellos estarán de acuerdo, por favor realmente necesito el empleo.— Imploré en verdad necesitaba una fuente de ingreso.

Detrás de él salió una señora de baja estatura, tendría su misma edad, cabello negro rizado, sujetado en una coleta, un copete con bastante gel, ojos cafés pequeños y alargados, al igual portaba un mandil como el señor, me miró , luego vio al que al parecer era su esposo y menciono.

— Vamos  John estoy segura que es perfecta para el empleo, nos falta juventud en este viejo lugar, si no hay ningún inconveniente por parte de tus padres, de nuestra parte tampoco la habrá.—

— ¡No, no habrá ningún inconveniente!. —

— Mira querida, el horario es muy flexible, en las tardes podrás venir después de clases, podría darte un tiempo para que hagas tus pendientes escolares.—Miro a su esposo quien agregó convencido.

— Si estás de acuerdo con ello el empleo es tuyo.  Siempre y cuando traigas el permiso de tus padres. —

— ¡Por supuesto, claro que aceptó, muchas gracias!. —Y agradecí muy entusiasmada dando la mano a mis nuevos jefes.

— Ella es mi esposa Molly, y yo soy Don John. El cocinero Lenny está detrás  la barra. Solo somos nosotros tres.  Le ayudarás a Molly con las mesas.—

— ¡Mucho gusto señora Molly y señor John!.—

Y después de la presentación, solté sus manos que por la emoción no me había percatado que aún las sujetaba.

Casi 15 años ⚜️(Historia Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora