Johana es una joven que sueña, como toda adolescente con la celebración de sus 15 años, llena de ilusiones deberá enfrentar una serie de circunstancias que la harán cuestionarse si tener un mundo rosa en un universo negro sea posible. Acompáñala e...
"Que digan que estoy loca, pero yo creo que existe el bien y el mal, que aquellos que hacen sufrir se merecen pagar por ello, y que los buenos se merecen ser recompensados. "
Mi familia es religiosa, no me hace superior ni inferior, pero si me da un panorama de cómo actuar, siempre me ha guiado y nunca he temido ser rechazada, creí incluso que la secundaria seria igual que la primaria.
Sin embargo un día, cayeron mis libros al toparme con un chico que me empujó, todos rieron excepto una chica alta con cabello oscuro que se acercó sin titubear, y le gritó al chavo. — ¡Ve por donde caminas, o ten la decencia de pedir perdón!. —Y me ayudo a recoger todos mis libros quedando uno en sus manos.
Antes de dármelo agregó una frase del mismo, me sorprendí al saber que ella lo había leído ya que su apariencia no era de una chica culta, y así fue como desde aquel día compartimos un gusto por la lectura.
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En el primer año todo era desconocido, pero ella no temía a nada ni a nadie, eso cambio al siguiente, cuando empezó a sobresalir por sus boletas, era inteligente y llegó al primer lugar en todas las pizarras, la gente empezó a hablar y a compararla con su hermana quien no daba una en ninguna materia, era deportista pero nunca había sobresalido por obtener buenas notas.
Una vez detrás del baño para mi suerte o desgracia, escuché como su hermana mayor iniciaba rumores sobre Johana, diciendo que la había visto robar las respuestas de los exámenes, que había hecho trampa y era ingeniosa para copiar.
Inmediatamente, díganme chismosa pero le conté a Johana y quien en vez de reclamarle , optó por pasar desapercibida, en los recesos en vez de ir a la cafetería íbamos a la biblioteca, ella decía que prefería estar sola, pero yo sabía que era para no tener que toparse con su hermana mayor.
Trate de confrontarla no entendía como había pasado de ser una niña extrovertida a una chica que se escondía detrás de un libro. No era que me cayera mal estar todo el tiempo en biblioteca, pero quería ayudarla sabía que había cosas peores en su casa y de alguna manera sentía la necesidad de buscar la manera de apoyarla.
Regresando a clases se acercó la chica más chismosa, Vanesa quien sería la nueva autora del periódico escolar. Empezó a cuestionar sobre su hermana mayor. El porqué se había ido un año, que había pasado para que se diera de baja. Mentía diciendo que era para su campaña publicitaria como reina. Pero iba más allá. Johana era una tumba y no mencionó nada del porqué.
Días después le pregunté, pero me negó saber la razón, hasta que un día saliendo del colegio fui a su casa a realizar una tarea, nos faltaba una grapadora así que entramos a la recámara de su hermana mayor, escuchamos un ruido y ella corrió hacia su habitación, sin pensarlo en vez de ir detrás de ella, entre al armario.
