365 dias

421 137 481
                                    

Johana

"Tres lugares donde todo es posible, los sueños, la imaginación y entre las páginas de un libro, si es así que hago despierta"

Los reflectores en mi, en mi gran vestido que caía hasta mis tobillos, mis rodillas temblando de la emoción, mi familia a mi alrededor, a menos de cinco metros un apuesto joven, con su traje de gala, todo un príncipe, y yo, una princesa, no sabía si eran más mis nervios o la emoción del gran día, con el inicio de mi canción favorita, tome la mano de mi príncipe e iniciamos a bailar.


Sonó tan fuerte, era mi alarma, tome mi celular, seis en punto, tenía una hora para irme a la  escuela, pero yo quería volver a mi sueño, aunque ya lo continuaría en otra noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sonó tan fuerte, era mi alarma, tome mi celular, seis en punto, tenía una hora para irme a la  escuela, pero yo quería volver a mi sueño, aunque ya lo continuaría en otra noche.

— ¡Johana, Johana, despierta, ya es hora de ir al colegió!.—

Al escuchar  los gritos de mi Madre, me desperté completamente, resultaba difícil después de ese hermoso sueño, aún portaba mi pijama holgada cuando baje las escaleras rápidamente.

En el comedor, estaba mi hermana mayor Luisa,  ya lista para la escuela, no entendía en qué momento lo hacia, yo apenas y podía mantenerme despierta, ella por otro lado lucia radiante, fresca y lista para los deberes. Era tan solo tres años mayor que yo, lo suficiente para crear un abismo entre nuestras personalidades. Su cabello era ondulado negro como el mío al igual que sus ojos, su voz era grave y su cuerpo atlético.

— ¡Te quedarás toda la mañana ahí en las escaleras! — Preguntó mi madre, con un tono impaciente.

Ella se encontraba planchando sobre la mesa, lavaba y planchaba ajeno. Aún estaba con su ropa de ayer y su mandil con antiguas manchas de café. Mi madre, Leonor, sin duda era quien llevaba la dirección de esta casa, su pelo se escondía tras un paño, desmaquillado, con ojeras, unas cuantas arrugas lucían en su rostro, de tez morena y ojos oscuros. Había sido cantante y fue donde conoció a mi padre, quien también poseía talento para la música.

—¡ Buenos  días ! — conteste aún con legañas en mis ojos.

Me  dirigí al patio a recolectar un poco de agua, era otoño por lo cual me resultaba más difícil atreverme a  bañarme, sin pensar coloque un balde en el comal y cuando lo sentí tibio, rápido ingrese al baño y culmine a botes.

Cuando  termine pude escuchar la bicicleta de mi padre, había regresado del trabajo, desde hace un año estaba desempleado, con la nueva tecnología y más requisitos para mantener un trabajo se volvían remotas las esperanzas de progresar, el era muy trabajador más sin embargo la tecnología y el no se llevaban del todo bien, intente enseñarle pero solo hacia que se sintiera viejo e inútil, a pesar de mi gran paciencia. Su cabello ya era blanco y sus arrugas más pronunciadas, sin embargo tenía los ojos más brillantes que hubieran existido y su sonrisa irradiaba luz con solo mirarla, contagiaba paz al solo oírlo hablar.  A mi me encantaba escucharlo y reír de sus bromas. Su ropa no era ostentosa, estaba parchada, más sin embargo siempre estaba impecable al igual que sus zapatos de más de ocho años de antigüedad.

Casi 15 años ⚜️(Historia Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora