꧁cαмвiσ ∂є rσℓєs꧂

2O

¿Yashiro?

— Oye... ¿Que haces aquí? —

La chica se giro y vio a un chico de cabellos anaranjados, sabía bien de quien se trataba.

— No te lo tomes personal, pero es por la señorita, así que... — este saco un pañuelo y quería colocárselo en la nariz a la chica para que cayera inconsciente —

— ¡Ni lo creas! —

Entes de que alguno de los dos se vieran de que se trataba, el de orbes anaranjados callo al suelo, Nene se asusto y vio de quien se trataba.

— ¡¿Nanamine-senpai!? —

Una chica de cabellos verdes respiraba agitada con un libro en su mano, y vaya que era pesado ya que consiguió que Aoi cayera inconsciente.

— ¡Yashiro!, ¿te encuentras bien? — pregunto preocupada mientras se acercaba a la mencionada —

— Ah, si, no te preocupes... ¿Auch haces aquí? —

— Bueno... El profesor no pudo llegar a impartir clases así que como me di cuenta que no estabas me preocupe y vine a buscarte —

— Ya veo... Pero de igual manera no debías, aunque gracias por salvar mi vida y dijo viendo a el chico en el suelo — Pero es raro que Akane-kun me atacará... —

— Ugh, no puedo creer que haya sido capaz de casi hacerte desmayar, y por eso no es mi tipo — esta vio a la chica y la tomó de la mano — Vamos, debemos irnos, no tengo un buen presentimiento sobre esto asi- —

La de orbes esmeralda no pudo seguir hablando ya que una cubeta llena de agua cayó sobre ella, y rápidamente era un pequeño pez, el cual recogió un azabache y la metió en un vaso con agua.

— Vaya, vaya, al parecer Akane te encontró — dijo entre risas —

Aquella risa que eran tan inocente para algunos, a la mayoría les espantaba y una de ellas era Yashiro.

— T-Tsukasa-kun... —

— Hola, hola, Daikon-chan, Teru, vamos apresurate —

— ¡Si! —

La chica giro y vio a un rubio que al instante la amarro con una soga, estaba sorprendida, ¿¡ese era su Senpai!?, no aun no lo creía, se negaba a creer que aquel chico lindo era ahora un monstruo que acabó con Tsuchigomori.

— ¿¡Minamoto-sempai!? — está trataba de zafarse pero era imposible —

— Hola, Y-a-s-h-i-r-o — deletreo con una notable sonrisa — necesito de tu ayuda —

...

El silencio inundaba el lugar, no había palabra alguna, él espectro bajo un poco su mirada y se alejo un poco de él chico.

— Nadie en especial —

— Ya veo... Nadie especial, ¿eso soy para ti joven? —

Aquellos ojos celestes se abrieron debido a esas palabras, sus recuerdos llegaron a su mente, aquella declaración que nunca fue suficiente para poder decir sus sentimientos.

— Hanako... Eso... — este no podía hablar, no sabía que decir —

— Esa confesión... ¿Era realmente para mi? — este se acercaba a el rubio, y este retrocedía — ¿Eran para mi esas palabras? —

— ¿Como crees eso?, no eran para ti... — mintió mientras sonreía con falsedad, aun récordaba aquella molesta voz que le sonrió victorioso al tener a la chica, no, él no lo admitiría, tan solo se burlaría nuevamente —

— ¿Por que?... ¿Por que me mientes? — este tomo el saco de él rubio — ¿Por que quieres verme sufrir Kou? — este alzó la mirada con algunas lágrimas —

— Hanako... —

¿En serio ese chico lo amaba?, claro, eso explicaba el corazón roto, pero... Él ya no sentía lo mismo, ¿no es así?, él ya no amaba a él azabache, él amaba a la de cabellos plateados.

O eso quiere creer...

— En serio, te odio, no sabes cuanto lo hago, pero en este mundo extraño no puedo evitar sentir sentimientos por ti... Algo que nunca sentí por nadie... — sus mejillas se inundaban de aquel carmesí y desvío su mirada — me gustas joven... Esa es la verdad —

Su cuerpo temblaba un poco, acababa de confesar sus sentimientos, sabía que no duraría otro día si no lo hacía en ese instante.

Sintió una mano fría que se poso en su mejilla y después abrió sus ojos al sentir unos labios ajenos sobre los suyos, veía como aquel niño fastidioso, gruñón e idiota lo besaba, cerró sus ojos lentamente para rodear con sus brazos el cuello de él otro.

— Hola Ama... Ne—

El chico vio aquella escena, quería interrumpirla pero logró ver como ambos chicos cayeron en algún especie de agujero.

— Nee~, así que escaparon frente a nosotros Tsukasa, dijiste que no había otra salida — el rubio tiro a el suelo a el chico, el cual tan solo se quejo — Al parecer también debemos hablar — dijo con una gran sonrisa sobria se formaba en su rostro —

...

Dos chicos abrían sus ojos lentamente, uno de ellos vio a el otro, y sus ojos se abrieron de golpe.

— ¡Joven! —

— ¿Ah? —

— ¡Estas vivo! — dijo con una sonrisa mientras veía a el chico —

El rubio se vio a sí mismo y en definitiva portaba su uniforme, y el azabache tenía su sello y flotaba como lo hacía antes.

— Woah, ¡es verdad! —

— ¡Mira Yashiro! ¡Volvimos todos a la normalidad! —

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— ¿Yashiro? —

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¡Hasta aquí el capítulo!, espero y les haya gustado uwu.

Al fin Hanako y Kou se besaron xd. ¡Hurra!.

¡Nos leemos la próxima!