꧁cαмвiσ ∂є rσℓєs꧂

35

“Chico Alegre”

— Listo —

— Gracias Akane-kun —

Nene sonrió de manera dulce, pero al instante se borro, viendo al contrario con confusión, había recordado lo dicho por él chico cuando se encontró con él.

— Akane-kun... ¿Porque buscabas a Minamoto-kun? —

Él de gafas miro por unos momentos a la contraria, para después volver a ver hacia el frente, terminado de guardar lo que había utilizado para ayudar a la chica.

— Nada en especial —

Respondió con simpleza, mientras en verdad estaba preocupado, sabía de lo que era capaz Teru, tan solo quería que no estuviera haciendo lo que pensaba. Eso esperaba.

Yashiro no dijo algo más y bajo la mirada, notando como su brazo ya no se encontraba en tan mal estado.

— Yashiro-San —

El llamado hizo que la nombrada elevará la mirada, esperando que hablara.

Aoi terminó por suspirar y darse la vuelta, mostrando un semblante serio.

— ¿Porque él séptimo te provocó eso? —

Los ojos rubíes se abrieron, el sudor bajo de a poco por su piel algo erizada. No dijo nada y solo desvío la mirada.

— Si no me lo dices, yo me asegurare que tú no vuelvas a acercarte a ese idiota —

Se quito los lentes, comenzando a limpiarlos pues estaban algo empañados. Esperaba la respuesta de la contraria, no tenía toda la vida para esperarla.

— Solo... Hable con él sobre... —

Paro por unos momentos, mordiendo su labio inferior, sus ojos pedían derramar lágrimas, el solo recordar lo dicho por él espectro le dolía bastante. Tomo con algo de fuerza la falda, apretando un poco la tela.

— Que pasaría entre ellos... —

Él de ojos rojizos se coloco las gafas, para después acercarse a la peli plata, sentándose a su lado. Tenía algo en mente, tan solo esperaba que no fuera verdad.

— Yashiro-San... Tú... ¿Crees que él hermano del presidente quiere suicidarse para estar a su lado?... —

Soltó de repente, viendo a la de mechas verdes, quien le vio con los ojos llorosos, notando como de pronto negó ligeramente.

— Kou-kun no lo haría... Además, él y yo tenemos un plan por cumplir, o eso espero... —

Sus lágrimas resbalaron con delicadeza por sus mejillas, una sonrisa baja se presentó en sus labios, creía que era absurdo lo que decía él contrario.

— Un... ¿Plan?, ¿a que te refieres?... —

Un suspiro abandono los labios de la fémina, limpio sus lágrimas y vio con nostalgia hacia la pared.

— Creo que está bien si lo sabes... —

...

La sangre estaba esparcida en aquel salón vacío, solo se escuchaban los gritos de un chico esperando que todo ya acabará.

— ¿P-Porque no me has exorcitado?... —

Su cuerpo se tenso, el ver aquella sonrisa tan falsa, y sobre todo molesta, sabía que lo hacía a propósito.

— Nunca pensé que mi hermano se enamoraría de alguien de tú clase —

Respondió con inferioridad, viendo de reojo su espada, la cual ya tenía algunas manchas del líquido rojo espeso.