Día 7: soulmate AU

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— Mami, ¿Cómo conociste a papá? — un pequeño Auron de 7 años se acercó a su madre, la cual se encontraba leyendo un libro.

— Oh, es una linda historia, como ya lo sabes, cuando nacemos, nuestros corazones son unidos a los de otra persona, esa persona será tu alma gemela, tu otra mitad, no importa cuanto tiempo tome, al menos una vez en tu vida te crusarás con ella, el día de mi cumpleaños número 18 supe que mi búsqueda comenzaría, ya que mi marca había aparecido — la madre de Auron hizo una pausa para levantar a su pequeño y sentarlo en su regazo — cada marca es única mi amor, solo dos personas pueden tenerla, yo mostraba orgullosa mi marca, esperando el día en el que viera la de tu padre, la cual, un 4 de agosto vi, yo había salido a una fiesta con mis amigas, y en medio de todo eso, mi mano fue tomada, miré a los ojos de tu padre y lo supe. Mostramos y comparamos nuestras marcas, al comprobar que eran iguales, comenzamos a conocernos, hasta que nos enamoramos de verdad, fue sin aviso, y del fruto de ese amor salieron Mónica y tú, mis pequeños luceros.

— ¿Papá era genial? — la cara de su madre fue decorada con una sonrisa melancólica.

— Tú padre era perfecto, lo extraño mucho — y así, ambos dieron por finalizada su charla mientras miraban el cuadro que se encontraba en la pared, en el cual se mostraba al padre de Auron llorando mientras le sostenía a él y a su hermana apenas teniendo minutos de nacidos.

[...]

— Raúl, mamá dice que bajes a desayunar, que 18 no lo cumplimos todos los días — Mónica abrió de portazo su puerta, interrumpiendo su sueño.

— Voy — tardó un par de segundos en procesar que día era — ¡Oye!¡Oye! Muestra.

Ambos se miraron ansiosos para destapar sus muñecas al mismo tiempo, en la de Auron se apreciaba una forma como de una gallina combinada con una lagartija, en cambio, la marca de Mónica se podía interpretar como una oveja.

— Son más lindas de lo que creí — Mónica comenzó a mirar su muñeca con amor.

— Concuerdo, ya, vete, me pongo el uniforme y bajo a desayunar— y así lo hizo, aunque al bajar se encontró con su mejor amigo Lolito, que también estaba desayunando.

— ¡Mano derecha! — el pelirrojo se levantó rápidamente para abrazar al heterocromático.

— ¿Quieres verla?

— Sí, sí, Mónica ya me mostró la suya.

Se destapó su muñeca, mostrando la extraña figura que está poseía.

— Es rara, pero linda — y así el par de amigos se sentó a la mesa a comer.

Todos los días eran así, Lolito aparecía temprano en su casa para tomar desayuno, luego llegaba Luzu, el cual era su vecino, los cuatro, contando a Mónica caminaban hasta la casa de Akira y Vegetta, después, unas cuadras antes de llegar al instituto se les unía Willy.

Mónica tenía a sus amigas, pero estas vivían al otro lado del instituto, así que la única con la que se cruzaba era Akira.

— Así que, ahora que todos tenemos marca, ¿Cómo creen que sean sus parejas? — Luzu miró a sus seis amigos mientras caminaba de espaldas.

— Luzu, tú eres mi pareja — Vegetta le miró con obviedad, a lo que este soltó una risa.

— ¡No tú! Hablo de Auron, Mónica, Akira, Willy y Lolito, nosotros tuvimos la suerte de ya conocernos, pero no sabemos quiénes serán los destinados de los chicos.

— Me gustaría que fuera alguien con la disposición de hacer bromas, es como mi sueño, el sexo me da lo mismo — dijo Willy mirando la marca parecida a un oso con caparazón de tortuga que estaba en su muñeca.

Alexplay MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora