Caer en las Profundidades

Capitulo 17

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Caer en las profundidades

CAPITULO 17:

Un silencio se apoderó de la sala de reuniones tan pronto como Gensei entró. Todos los ojos se volvieron hacia él, algunos con miedo, otros con respeto. No había mucha diferencia entre los dos, pensó Gensei. De cualquier manera lo escucharon así que no importó, siempre y cuando hicieran lo que les decían.

Los científicos reunidos aquí eran en los que Gensei confiaba más que en los demás, los que habían demostrado ser leales a él y capaces de una brillantez excepcional. No tan brillante como él, por supuesto; nadie en el mundo podría igualarlo en mente en lo que a él respecta. Pero eran lo suficientemente inteligentes como para poder confiarles las partes más complejas y confidenciales de los experimentos que realizaba.

"¿Están todos aquí?" Su mirada recorrió la habitación. Ignorando la silla vacía al lado de la suya, se sentó y asintió. "Bueno."

"¿Q-fue el Railgun invitado a esta reunión?" Un científico tartamudeó nerviosamente.

Ante la pregunta, sus compañeros de trabajo se movieron en sus asientos con expresiones ansiosas.

Gensei hizo una pausa por un momento. Ah, el olor a miedo en la habitación siempre era refrescante. Dejó que se filtrara por el aire durante unos segundos más.

"No", dijo finalmente.

Hubo un suspiro colectivo de alivio. Gensei entrelazó sus dedos delgados sobre la mesa.

"Esta es una reunión puramente para los verdaderos científicos , así que puedes hablar libremente sobre todas las partes del proyecto. Da la casualidad de que Misaka-kun se está recuperando de su último trasplante. Su hígado estaba empezando a fallar de nuevo."

Estaba tan silencioso en la sala de reuniones que Gensei pudo escuchar a Katsuchi Ryo rascarse la mejilla. Volvió su mirada entrecerrada hacia el científico pálido.

"Katsuchi-san."

El científico delgado y calvo de repente se congeló con los dedos en el aire como si estuviera encerrado por hielo.

"¿Quizás pueda darnos un resumen del proyecto hasta ahora? Tenemos un nuevo miembro, Sato Miu, a quien he invitado aquí hoy. Necesita que le den todos los detalles".

Gensei señaló a una mujer regordeta sentada al otro lado de la mesa. El movimiento le provocó un hormigueo de dolor que le subió al hombro. Su nueva prótesis desde que Misaka-kun arruinó la vieja hace un par de días, estaba lejos de ser perfecta esta vez; algo estaba mal en eso.

Bueno, no importa. Su proyecto sobre ese tema iba a estar terminado muy pronto de todos modos.

Volvió sus ojos entrecerrados hacia el otro científico, ahora sudando profusamente. Katsuchi tenía una extraña habilidad para las grandes ideas de la nada, pero carecía de cierta extraversión que un verdadero experimentador requería. Oh, sí, a Gensei le gustaba mantener alerta a sus científicos. No solo era divertido de ver, era necesario mantener la mente y el ingenio ágiles. Al igual que una hoja, la mente necesitaba un buen afilado de vez en cuando.

"S-Sí, sensei," Katsuchi parecía nervioso y se puso de pie apresuradamente, casi tirando su silla hacia atrás en el proceso. Con la cara un poco roja, hizo crujir un fajo de papeles frente a él y los pasó a la página correcta. Se aclaró la garganta y comenzó a leer. Su voz se tambaleó inicialmente y luego se volvió más confiada a medida que avanzaba.