[ 00: LOS INICIOS ]

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 Capítulo 00 • Los inicios

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Capítulo 00 • Los inicios

Cinco, 11 años de edad.

Estaba sentado debajo de un gran árbol, mientras veía a mis hermanos jugar. El césped se veía más verde de lo usual y a mi lado, unos libros sobre física reposaban apoyados en el tronco. Sabía que ser el mejor tenía sus consecuencias, por lo que pasaba todo mi día leyendo y aprendiendo. Al principio fue difícil rechazar las invitaciones a los juegos, pero luego de un tiempo, dejaron de insistir.

Suspiré y bajé la cabeza para seguir leyendo, pero unos gritos me pararon. Asomé la cabeza para ver de donde provenían, aunque ya lo suponía.
Papá comenzó a gritarle a Amelia, pero esta vez no conocía el motivo. No es primera vez que sucede, ya que siempre busca una excusa nueva para hacerlo, es como si disfrutara hacerlo.

Amelia es una persona bastante dulce, aun que siempre está ocupada. Nunca he hablado con ella demasiado, pero realmente la admiro. Amelia (o Mía, como le decimos) no tiene tiempo para jugar con los demás, no es que ella no quiera, es que todos los días tiene un proyecto para hacer. Es la más famosa de todos nosotros, y eso es gracias a la gran manipulación que ha logrado nuestro padre en los medios.

No es muy fácil hacer lo que ella hace y siempre la veo corriendo de un lado para otro, con bastante estrés y presión bajo sus hombros. Practica casi las 24 horas del día para que sus eventos salgan excelentes. Canta en bodas y cumpleaños, hace servicio comunitario en un lugar de ancianos, visita niños huérfanos y juega con ellos. Se podría decir que es perfecta, lástima que la realidad es completamente distinta.

Mía no es para nada lo que los medios plantean acerca de ella, pero debo admitir que su voz y sus poderes son envidiables. Tiene la capacidad de controlar el agua a su manera, cosa que realmente le aterra. Nadie sabe la razón en especifico, ella dice que prefiere usar el agua para generar sus ilusiones, las cuales son bastante prácticas para las misiones. Podría decirse que es la mejor en lo que hace, después de mi.

Cuando volví a asomar la vista hacia la casa, Amelia ya no estaba. Me preocupé un poco, por lo que decidí dejar los libros para otro momento.

Utilicé mi poder para tele transportarme hacía su habitación, donde la encontré llorando en su cama.

—¿Qué haces aquí? —Se secó los ojos y me miró, un poco incrédula por verme de pie frente a ella.
—La verdad, no tengo ni idea. —Confesé.
Ella suspiró y por instinto, yo también lo hice.
—Te vi discutiendo con papá, así que pensé que necesitabas compañía.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Luego de eso, comenzó a llorar desconsoladamente. Me acerqué con cuidado para abrazarla, realmente no me gustaba lo que ella vivía. Si bien, todos aquí somos maltratados de alguna forma, no se podía negar que ella era una de las que peor lo pasaba, más que nada por el hecho de que estaba constantemente expuesta, todo lo que ella hacía debía salir bien.

—¿Crees que soy muy mala en lo que hago? —Me preguntó, con un poco de miedo hacia mi respuesta.

—Para nada. Simplemente, eres humana. Puede que tengas habilidades que otros seres no tengan, pero eso no significa que debas ser perfecta. Sé que la presión puede ser muy fuerte en algunas ocasiones, pero realmente eres buena con los medios. —Expliqué.

—Estoy tan cansada, ¿Sabes? —Me dijo con cuidado, como si tuviera miedo de quebrarse.
Ni siquiera tengo tiempo para conocer a mis hermanos, soy completamente un fantasma en esta casa.

—Eso no es completamente cierto. Y de todas maneras, no eres la única. A mi tampoco me hablan, supongo que están envidiosos de mi talento. —Comenté lo ultimo irónicamente y luego levanté mis brazos como Superman, lo que causó que ella riera.

—Bueno, entonces podríamos crear el dúo fantasma. —comentó, mirándome a los ojos.

Mi corazón hizo un vuelco cuando escuché eso. ¿Dúo fantasma? Jamás en su vida alguien había querido formar equipo conmigo, para los demás yo solo era un estúpido arrogante, ¿Qué había cambiado?

Aún así, la miré y le sonreí inocentemente, para luego soltar:

—Seamos el mejor dúo fantasma que jamás ha existido.

—Sabes lo que significa esto, ¿no? Nunca más estarás solo, Cinco Hargreeves. —Me sonrió con decisión, como si estuviera completamente de acuerdo a nunca abandonarme.

De alguna manera, lo que Mía había dicho me llegó al corazón. Siempre creí que todos mis hermanos eran unos inútiles, irresponsables e inmaduros, pero por alguna extraña razón, Amelia me acababa de demostrar lo contrario.

—Nunca más estarás sola, Amelia Hargreeves.

Tal vez convivir con la familia no era tan malo.

 Tal vez convivir con la familia no era tan malo

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Pressure • Cinco HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora