Sí le importo

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Dedicado a Mint-sama

Género: Hanahaki Diese | No mafia.

Pareja: SingShoter, SingYut.

Nota: Espero sea de su agrado y haber llenado de algún modo sus espectativas. ♡

Perdón por la tardanza, lo lamento mucho. En serio me disculpo por ello.

Advertencia: Muerte de personajes.

El sabor a metal le atacó, escupió con odio las sustancia rojiza escarlata hacia el piso, odiaba ese maldito sabor y era el único que sentía desde hace más de un mes por ese maldito amor unilateral que lo mataba dolorosa y lentamente

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El sabor a metal le atacó, escupió con odio las sustancia rojiza escarlata hacia el piso, odiaba ese maldito sabor y era el único que sentía desde hace más de un mes por ese maldito amor unilateral que lo mataba dolorosa y lentamente.

Limpio el hilo de sangre que quedaba en la comisura de sus labios y enjuago su boca, aún estaba en el instituto, y debía entrar a la siguiente clase o sería suspendió y lo que odiaba más que la escuela era estar en casa y escuchar las estúpidas peleas de sus padres y aguantar los golpes de Lao que el se "ganaba" por ser un maricon.

Su cuerpo impacto otro con brusquedad, estaba demasiado enojado como para disculparse. Optó por sacar su ira con ese individuo.

- ¿Esta ciego, idiota? - escupió con enojo sin levantar el rostro, ni siquiera sabía a quien insultaba y la verdad no le importaba.

- No, pero parece que tú sí - respondió Shoter rascándose la nuca con una sonrisa torpe.

Toda la ira que Sing sentía desapareció, siendo sustituida por miedo, sabor a metal y dolor. Su Sempai Shoter estaba frente a él, el causante de esa maldita enfermedad casi ficticia, causante de ese amor unilateral.

- Pe-perdón - musitó lleno de pena, había insultodo a su Sempai y se sentía estúpido.

- No te preocupes - río - ¿Sing no debes estar en clases? - pregunto alzando una ceja.

- Voy para haya - respondió, no se despidió no quería, no podía.

Odiaba a Shoter, pero lo amaba con todo su ser. Pero ¿Como no amar a alguien que le entendia, ayudaba y protegía?, Lo amaba tanto. Shoter era las personas más amable que el chino más joven conocía. Él nunca lo juzgó, repudió, se asqueo o culpo de la mierda en su vida; Shoter no, él era diferente. Él era la mejor persona del mundo, y por ello lo amaba, él era perfecto y por ello también lo odiaba, ¿Por qué el no podía tener a su lado tanta perfección?, era asfixiante tanto amor, ese amor era tanto que lleno sus pulmones de esas malditas flores. Lo amaba tanto, pero lo odiaba con todo su ser.

Ya no le importa una mierda, Sing decidió saltarse la clase y salió a las canchas del lugar, se sentó bajo un árbol gigantesco de roble, el era el único que lo acompañaria. Escondió su rostro entré sus piernas y lloró, lloro como un niño pequeño que había perdido su juguete favorito, lloro con tanto dolor que sentía como su corazón dolía y su respiración se cortaba.

Color Club; Red: Sing Soo-Ling | Banana FishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora