Rendición (+18)

Prefacio

Prefacio

¿Cómo lograrlo? ¿Cómo hará que Micah se rinda ante ella, cuando tiene a Lucián por el otro lado embrujado y bajo el control de su dedo índice? ¿Cuando se volvió tan afortunada? ¿Por qué conformarse con uno de ellos cuando podría tener a los dos?

Estas eran las preguntas que Isabel se hacía en este punto donde si seguía este camino, alguno de los tres podría salir herido, o ella tendría que elegir solo a uno de ellos. Pero no deseaba solo a uno, los quería a ambos. Y eso sería difícil de lograr.

Micah sabía cómo hacer que perdiera el control de sus sentidos:

"Mordí mis labios ahogando un jadeo. Me sentía a punto de disolverme en su boca, mientras se movía a mi otro seno.

Sus dientes amenazaron con hundirse en mi sensible pezón y suspiré con alivio cuando su mano derecha subió hasta mi culo para estrujarme con fuerza, sus dedos se hundieron en mi carne mientras con su mano derecha hacia a un lado mis bragas ya mojadas."

Mientras Lucián la volvía loca con esa forma tan masculina, tan seguro de sí mismo, su rendición hacía que le temblaran las piernas.

"— Te enseñaré el beso perfecto — susurré en su oído.

Mordí mi labio inferior, y mis dedos recorrieron con suavidad su torso, me alejé a un paso. Los ojos verdes brillaron con interés. Eso me gustaba mucho de él, ya se sabía atractivo, deseable, sensual, y aún así, carecía de ese ego tan característico de algunos hombres que no toleran una simple instrucción sobre qué hacer con una mujer entre sus brazos. Lucián no era de ese grupo, él estaba cómodo con su masculinidad,tanto que se sometía a mis constantes pruebas y escrutinios. Tenía claro todo, y no pedía más."

Nunca ha tenido que arriesgar tanto, pero tampoco nunca le había pasado esto, los quería a ambos, y siempre conseguía lo que quería.