Alyssa se sentía decepcionada, ¿Más? pensaba, nunca había esperado algo bueno de su padre puesto que él había hecho que ella desconfiara múltiples veces, pero esta vez realmente había logrado perder cualquier buen sentimiento hacia él. El ascensor llegó a su piso, entró a su departamento, su gato salió a recibirla como era costumbre, ella lo cargó para darle cariño.
—¿Me esperabas Aslan? —le sonrió.
El mejor regalo que le han podido dar sin duda alguna, fue aquel felino de pelaje amarillo y ojos jade que su mejor amiga le regaló hacía cuatro años para hacerle compañía a la pelinegra.
Alyssa entró, dejó en la cocina los recipientes de la comida que le dio Ryan, se quitó los tacones, tomó sus cosas y las tiró en uno de los muebles de la sala, sacó su celular del bolsillo eran las 4:30, bastante temprano, estaba llena de mensajes de sus hermanos, también habían mensajes de Ethan y de otras personas más.
—Vaya mierda— murmuró mientras se recostaba en el mueble más grande.
Alyssa se puso a pensar en lo sucedido, la quiebra de D&H había sido la gota que derramó el vaso, sabía que los Powell tramaban algo y claramente no era nada bueno, tenía un mal presentimiento respecto a lo que ellos podrían hacerle no sólo a la Compañía sino también a su familia.
Ella conocía desde los últimos años al hijo único de los Powell, su relación había servido para tener cerca al enemigo, como ella decía; la industria en la que se desempeñaba esa familia quiso acaparar la atención de todos los medios desde un principio, siempre eran el centro de atención en las revistas de la farándula e incluso las de economía, constantemente se hacían reportajes y notas en los principales noticieros en donde hablaban acerca de "La Compañía prodigio de Wall Street". Alyssa por su parte a diferencia del resto del mundo sabía que su éxito oportuno no era gracias del todo por tener negocios tan lícitos, además conocía a fondo las intenciones que tenían por ampliar deliberadamente su mercado. Ethan Powell quien lidera la mayor parte de los movimientos financieros de la empresa y se encarga de las relaciones públicas, siempre fue ambicioso y demasiado ególatra como para darse cuenta de que la jóven en vez de admirarlo como su pareja, en realidad había pasado esos dos años analizando de cerca su comportamiento y el de la empresa de su padre.
—Vaya que se salieron con la suya después de todo —rió irónica.
Duró un rato más pensando las cosas. El estrés causado por la conmoción, le habían dado dolor de cabeza, así que fue a la cocina para tomar algún analgésico.
—Esto me está robando la paz, de nuevo... —se sirvió un vaso de agua y tomó el medicamento.
Regresó a la sala y tomó su teléfono nuevamente, revisó algunos mensajes, especialmente los de Logan Y Nick.
"Debo hablar con ellos"
Respondió aquellos mensajes, pero a ninguno de ellos les llegaron.
—Qué extraño... —murmuró.
Buscó el número de uno de ellos entre sus contactos para llamarlo.
—¿Hola?
—BEEP ~ El número marcado se encuentra fuera de servicio, en este momento su llamada será transferida al buzón de voz~
—Logan, soy yo... esto... debemos hablar lo más pronto posible, perdóname por no contestar antes, por favor llámame en cuanto escuches este mensaje. —colgó.
Hizo lo mismo con Nick. El hecho de buscar soluciones prontas era lo más importante, ella no quería que sus hermanos quedaran en la calle por culpa de Joseph, ni que sus vidas se vieran afectadas por los Powell. Pensó en una y mil maneras de arreglar los asuntos, pero todo era complicado.
"Debería tomarme las cosas con más calma"
Tal vez uno de sus defectos era querer hacerlo todo siempre, y eso mismo le quitaba su tranquilidad. Alyssa respiró profundo, exhaló con algo de dificultad para luego levantarse del mueble, tomó algunos papeles de su estudio para así dirigirse a su habitación.
"Quizá Blake ya haya venido"
Por fortuna tenía a dos personas con las que contaba siempre, una de ellas era Blake Simmons, con quien se hizo amiga desde los 6 años cuando vivía en Seattle, a pesar de cambiar en repetidas ocasiones de ciudad, su amistad se había conservado gracias a la relación cercana entre sus madres. Al cumplir 20 años habían iniciado una sociedad, él empezó a crear su propia marca de ropa y le pedía a Aly promocionarla; gracias a sus esfuerzos y compromiso desde que estaban en la universidad, se estableció por completo aquel proyecto el cual pintaba bastante bien. La chica siempre quiso apoyar el sueño de su mejor amigo de convertirse en un gran diseñador. Se puede decir que lo único que la tranquilizaba era que gracias a esto su situación económica no era tan preocupante, era algo menos que rondaba su cabeza, de algo había servido nunca depender por completo del dinero de sus padres.
"Ahora solo puedo seguir apoyándolo y trabajar juntos"
Subió las escaleras para ir a su recámara, detrás de ella venía su gato, abrió la puerta de la habitación y sobre su cama había una gran caja de color negro con unas letras blancas en el centro que decían 'BLEDEER', sonrió.
Querida Lyssa...
Te envío un abrazo enorme, mi pequeña CEO, sabes que quería entregarte esto en persona pero mi viaje a Italia era prioritario de momento (no te enojes conmigo... ) sabes que me esforcé demasiado en hacerte lo que me pediste, espero que esto cumpla todas tus expectativas, o incluso te sorprenda aún más, también te envío unas muestras exclusivas de la próxima colección, están HERMOSÍSIMAS, espero que te gusten y me lo hagas saber. Te amo a montones y espero que podamos vernos pronto, llegaré a Nueva York en dos semanas para que celebremos juntos este nuevo logro para Bleeder!!
-Cuídate mucho Darling-
Pdta. Aslan no tiene comida, ve a comprársela mala madre...
Con cariño Blake♡
Sonrió nuevamente, tomó la nota y la puso sobre la mesita de noche junto a su cama; abrió la caja, de primeras estaba aquel vestido que ella le había pedido a Blake hacerle como encargo especial, era un vestido azul oscuro con algunos brillos plateados, tenía un escote recto, era ajustado y daba a la rodilla.
—Me encanta... —caminó hasta un espejo de la habitación y se lo midió.
"Es tan talentoso"
Esto fue lo único que alegró su día, su mejor amigo había pasado a dejar aquella caja en su casa personalmente ya que tenía una tarjeta de acceso del departamento. Alyssa se pasó un rato mirando la ropa de aquella caja y pensando en el potencial que tenía el diseñador de tales prendas, le envió un mensaje para agradecerle y se tomó una foto para mostrarle cómo le quedaba el vestido. Probablemente ya está en Milán, pensó. Guardó las cosas en su armario para luego tumbarse sobre la cama.
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UTOPÍA © - ❝Mundos Perfectos❞〚publicando〛
Teen FictionLa familia Davenport se ve involucrada en un gran problema que les costará perder lo único que los unía. Alyssa quien es la hija menor, ha cargado con el peso de los errores de sus padres durante muchos años, silenciarse a sí misma y esconder sus se...