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ese día había amanecido sombrío y siyeon sentía una incomodidad en el pecho, pero decidió ignorarlo, concluyendo que seguramente iba a pescar algún resfriado.

había tenido que hacer el desayuno pues gahyeon, su mejor amiga y compañera de departamento, había estado mucho tiempo en la ducha. siyeon sabía que no le había pasado nada raro porque se escuchaba su voz desafinada cantar alguna canción.

gahyeon había notado que siyeon estaba más seria de lo normal y por ende le lanzó una servilleta en forma de pelota. la pelinegra lo miró extrañada y gahyeon alzó las cejas.

—¿qué te pasa? estás como en otro mundo.

siyeon se encogió de hombros.

—creo que se me va a pegar algún virus. me siento rara -se movió incómoda en el asiento.

—espero que no sea nada malo.

gahyeon y siyeon se movieron al mismo tiempo para tomar la miel, entonces siyeon rozó los dedos de gahyeon y siyeon apartó la mano como si le hubiera caído agua hirviendo. palideció del susto.

—lo siento, lo siento —gahyeon se preocupó y siyeon respiró fuerte por el susto, negando.

—no te preocupes, no vi nada —siyeon aun tenía su mano apresada en el pecho y se sintió relajada otra vez—. no volvamos a hacer eso —sonrió para despreocupar a gahyeon, pero ella sólo miraba hacia abajo, con su labio inferior apretado entre sus dientes, tratando de no llorar—. gahyeon, está bien.

—lo siento, es que...—gahyeon la miró con ojos aguados—. no me puedo acostumbrar.

siyeon asintió y miró hacia otro lado para no ver la tristeza en el rostro de gahyeon.

se sentía pésimo al ser de esa forma con su mejor amiga. nunca se habían abrazado o tocado de ninguna forma, no podían juguetear a empujarse, a hacerse cosquillas, a golpearse y salir corriendo o cualquier estupidez que pudieran hacer. siyeon no se lo permitía y gahyeon sabía por qué.

desde esa vez hace trece años, tenía tanto miedo de tocar a alguien. lamentablemente algunas veces no podía evitarlo porque todas fueron por accidente y en algunas pasaba lo que siyeon más temía. por eso no quería tocar a gahyeon, le aterraba ver a su mejor amiga muerta de alguna forma. era la única familia que le quedaba y no podía permitirse perderla.

y a pesar de todo, gahyeon siempre había estado para ella. se habían conocido en la casa hogar. siyeon no hablaba con nadie y a gahyeon eso le dio curiosidad. se acercó a siyeon y comenzó a hablarle sin que ella quisiera. resultó molesto para siyeon y varias veces le gritó que se largara; gahyeon jamás lo hizo y la pelinegra estaba tan agradecida de que su única y mejor amiga se haya quedado con ella a pesar de lo mierda que fue con la pelirosa. entonces siyeon le dijo que tenía hafefobia y la razón del por qué. siyeon creyó que comenzaría con las burlas o a alejarse. nunca pasó. gahyeon jamás se fue de su lado.

—está bien, gahyeon, lo hago porque te quiero —siyeon tuvo tantas ganas de tomarle la mano y tuvo que apretar la suya con fuerza, clavándose las uñas en la piel.

—lo sé, estoy bien, gracias —la pelirosa se frotó los ojos y sonrió—. vámonos ya o se nos hará tarde.

siyeon le dio una última mordida a su hotcake y se levantó.

[ ... ]

—espero que el examen no sea tan difícil —se quejó gahyeon mientras iban caminando por el campus hacia su facultad.

—te irá bien, seguro a mí me irá mal —siyeon hizo una mueca.

—puedes copiarte de mi examen -la pelirosa se encogió de hombros y siyeon se rió.

—con el profesor yoo vigilándonos será imposible.

cruzaron la gran fuente que era el centro de todo el campus. alrededor de ella se encontraban las demás facultades. gahyeon y siyeon iban hacia la de derecho.

—pues lo intenté —se rió gahyeon.

siguieron su camino. siyeon siempre se encontraba nerviosa cuando habían muchos estudiantes caminando a su alrededor. comenzaba a sudar y apretaba sus puños con fuerza.

siyeon no sabía en qué momento podría pasar alguna de sus visiones. no estaba segura de cómo funcionaba el tiempo, pero lo que sí sabía es que si tocaba a ciertas personas le sucedía. no le había pasado en un año pues había sido muy cuidadosa.

lo odiaba de una manera que no podía explicar. no sabía por qué podía ver todo eso. pidió ayuda y sólo la etiquetaron como una chica loca que se drogaba, además de que no tenía suficiente dinero como para pagar a algún tipo de psiquiatra o bruja que le diga por qué.

sólo tenía que soportarlo. prefería mil veces no sentir el contacto humano que saber que una persona moriría, sea un niño, un abuelo, una madre de familia, etc, tenía pesadillas y lloraba por las noches, sabiendo que alguien inocente iba a morir en cualquier momento y que ella no podía hacer nada. la culpa la carcomía por dentro.

siyeon había estado perdida en sus pensamientos y no se dio cuenta que una chica corría en su dirección con apuro. llevaba un montón de libros que parecían no caberle en su mochila.

entonces aquella chica castaña chocó el hombro de siyeon con fuerza y sus libros se cayeron al suelo por el impacto.

siyeon se quedó sin habla cuando una imagen rápida de una chica metido en una bañera con sangre pasó por su cabeza. su corazón latió con fuerza y rapidez en su pecho y miró a la persona que estaba en el suelo frente a ella recogiendo sus libros. esa era la chica.

gahyeon se dio cuenta de lo que había pasado y nerviosa se agachó para ayudar a la chica.

—tu amiga es rara —comentó la chica cuando vio que siyeon no se había movido de su lugar y miraba a un punto perdido.

—discúlpala —dijo gahyeon y le entregó los libros con manos temblorosas.

—gracias —tomó los libros y comenzó a decir mientras se alejaba—: tengo un examen muy importante, ¡adiós!

—¡suerte! —le respondió gahyeon con una sonrisa falsa y luego se giró hacia su mejor amiga—. ¿siyeon? ¿t-te pasó?— quería tomarla de los brazos y hacer que la mirara, pero no quería alterar más a su amiga.

—tengo que...hacer algo —murmuró y miró a gahyeon—. esa chica...

—siyeon, tranquila —gahyeon casi grita por la desesperación de querer abrazar a la pelinegra.

—gahyeon, tengo que evitar que se suicide —la voz de siyeon tembló.

gahyeon asintió.

—está bien, te ayudaré.

siyeon cerró los ojos con fuerza. no podía permitir que aquella chica terminara con su vida. algo bueno tenía que hacer antes de terminar con la suya.

PRAESIDIO 死 siyoo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora