iv

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habían pasado tres días en los que ambas chicas estuvieron juntas durante los horarios de la universidad. sus tiempos juntas no eran normales como cualquier par de amigas, ellas simplemente se quedaban sentadas en el árbol de siempre mientras fumaban y se daban algunas miradas. casi no había palabras, pero siyeon sintió muy dentro de ella que había puesto a pensar a yoohyeon y ésta consideró que tal vez valía la pena vivir. pero siyeon no sabía si era eso o sólo no estaba lista aún para quitarse la vida. de todos modos, siyeon seguía intentando.

ese día no era nada diferente, pero siyeon se sentía extraña.

notó que kim yoohyeon estaba caminando a unos metros de ella y la miró. la castaña llegó al árbol que ambas compartían y se sentó, después sacó la cajetilla de cigarros, tomando uno y encendiéndolo.

siyeon no había podido dejar de mirarla.

últimamente sólo la miraba, siempre estaba pendiente de ella y eso la hacía sentir bien. era como el poder tocar a alguien de nuevo, no podía explicarlo, lo único que sabía es que le gustaba observarla.

eso hizo que con el tiempo siyeon no pudiera soportar perder a yoohyeon.

pasaron los días, yoohyeon seguía viva y esos momentos donde sólo se miraban, ahora también conversaban. pero no de ellas, no podían decirse aún sus pensamientos, sus sentimientos, no podían hablar sobre sus más grandes secretos.

-mierda, mierda, mierda, jodida mierda.

yoohyeon estaba muy ebria.

fue repentina esa noche. siyeon había estado en su departamento cuando yoohyeon la llamó, diciéndole que la veía en las rampas que estaban ha varias calles de la universidad.

siyeon no dudó en ir. estaba preocupada porque ya era media noche y yoohyeon sonaba rara.

había corrido hacia el lugar, que era donde iban chicos y chicas a divertirse con sus patinetas en las tardes. notó que la única persona que estaba ahí era yoohyeon. ésta se encontraba apoyada en una rampa y siyeon vio algo en su mano; una botella de vodka.

eso era, yoohyeon estaba embriagándose en un área pública, que aunque no estaba habitada, seguía siendo un poco peligroso si llegara a pasar por ahí una patrulla.

-jodidísima mierda.

yoohyeon no había parado de maldecir desde que siyeon había llegado, que fue hace veinte minutos. sabía que algo le había pasado, pero yoohyeon seguía hablando groserías sin dar alguna explicación.

-ya sé que todo es una mierda, pero siempre hay una razón.

siyeon trató de que yoohyeon le contara, pero la castaña ni siquiera la miraba. estaba tan perdida en sus pensamientos que parecía que no recordaba que siyeon estaba ahí.

siyeon había permanecido en un sólo lugar con las manos dentro de los bolsillos del suéter mientras sólo observaba la silueta de yoohyeon moverse de un lado a otro.

suspiró, pero no pensó en irse ni un segundo. yoohyeon la llamó porque la necesitaba y eso era algo muy importante para siyeon que nunca desaprovecharía. aunque eso implicara que algún policía pasara por ahí y las arrestara.

-estoy tan harta, estoy tan cansada -yoohyeon seguía bebiendo de la botella. siyeon hizo una mueca.

-lo sé, he notado que no haz dormido últimamente -siyeon quería sonar de lo más normal, ignorando el hecho de que yoohyeon estaba demasiado borracha.

-¿cómo lo soportas? -esa pregunta confundió a siyeon, haciendo que la mirara con el ceño fruncido.

-¿de qué hablas?

-tú tampoco duermes, siyeon, siempre tienes ojeras, tu piel es pálida.

-siempre he tenido problemas para dormir, lo soporto ─mintió siyeon y sonrió sin mostrar sus dientes.

-¿cómo soportas no poder tocar a las personas?

siyeon apretó los puños dentro de los bolsillos. no entendía a qué quería llegar yoohyeon, pero su tono de voz no le gustaba nada.

-creo que haz bebido mucho, yoohyeon, dame la botella -siyeon extendió su mano, pero yoohyeon no obedeció.

-quítamela -amenazó yoohyeon, pero siyeon negó.

-no es gracioso.

yoohyeon sabía perfectamente que siyeon no podía tocar a las personas y no lograba entender por qué. ¿por qué era tan difícil? ¿por qué le daba tanto miedo?

-¡hay más problemas en este jodido mundo, siyeon! -comenzó a gritar yoohyeon y siyeon se alejó-. ¿no puedes tocar a las personas? ¿es en serio? ¿ese es tu maldito problema?

siyeon ignoró esas palabras, diciéndose que yoohyeon no sabía lo que hacía y que debía detenerla.

-estás ebria, no sabes lo que dices -siyeon actuó calmada y yoohyeon se rió con amargura.

-¡por supuesto que estoy ebria! ¡estoy hasta el culo! ¡pero eso no importa!

-¡bien! ¡entonces soy una patética de mierda! ¿eso dices? ¡pero tú no tienes ni puta idea de por qué! ¡tengo un jodido problema, igual que tú!

siyeon no pudo controlarse por más tiempo. no estaba enojada con yoohyeon, sólo el momento hizo que explotara, dándose cuenta que el haber gritado la había hecho sentir mejor. por otro lado, yoohyeon se puso roja y sus ojos picaban.

-tú no sabes nada de mí.

-no, no lo sé, pero quiero saber.

-no lo comprenderías nunca.

-ayúdame a hacerlo.

-¡no se puede, siyeon! ¡no sólo se puede decir y ya!

yoohyeon tembló y las lágrimas amenazantes comenzaron a resbalar por sus mejillas. siyeon sintió la necesidad de abrazarla, dio algunos pasos hacia ella, pero no pudo avanzar lo suficiente. sentía una presión en su pecho que no la dejaba respirar bien.

-todo me ahoga -sollozó yoohyeon-. mierda, a veces sólo quiero... sólo ya no puedo más -yoohyeon había dejado caer la botella casi vacía, haciendo que se rompiera, para abrazarse a sí misma. siyeon tragó el nudo en su garganta-. no sé de dónde mierda apareciste, sólo llegaste diciendo que la vida era una perra, pero siempre había algo bueno, que valía la pena vivir. no dejaste de decirlo y no lo comprendo si tú tampoco puedes seguir más tiempo aquí, lo veo en tus ojos. pero yo no puedo más, siyeon, así que déjame en paz.

-¡¿entonces por qué me llamaste?! ¡me necesitas! ¡necesitas a alguien que te diga que vales algo!

-¡basta! ¡no quiero escucharlo más! -el pecho de yoohyeon subía y bajaba con rapidez-. ¡no quiero que te me vuelvas a acercar! ¡olvida que me conociste y sigue con tu patética vida!

yoohyeon estaba dispuesta a irse de ahí, pero algo dentro de siyeon no podía permitirlo. no pensó, sólo actuó.

había tomado el brazo de yoohyeon con su propia mano. todo había pasado tan rápido, que cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, ya era demasiado tarde.

siyeon besó a yoohyeon. habían sido al menos tres segundos en los que sus labios estuvieron unidos y siyeon se dio cuenta de algo; no tuvo ninguna visión.

se separaron, ambas estaban muy sorprendidas porque se suponía que siyeon no podía tocar a alguien. yoohyeon no dijo nada, estaba sin habla, pero siyeon no pudo soltar el brazo de yoohyeon y aún sentía el cosquilleo en sus labios. ella quería hacerlo de nuevo.

entonces yoohyeon jaló su brazo para que la soltara y con lágrimas en sus ojos se dio vuelta.

-¡yoohyeon, espera! -siyeon quiso alcanzarla, pero sus pies no pudieron moverse.

sentía la adrenalina correr por sus venas por lo ocurrido hace unos momentos. pero sólo pudo observar cómo yoohyeon se alejaba, sintiéndose una mierda por haberla dejado irse, porque estaba ebria y si algo le pasaba iba a ser su culpa.

siyeon se sentó en el suelo y negó con la cabeza.

eres una inútil, se repitió varias veces, quedándose sola en la noche.

PRAESIDIO 死 siyoo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora