Cuidando tus Impulsos

En el Ojo de la Tormenta

La luz traslucida de nuestra estrella ya se estaba ocultando para cuando Mike me había dejado en mi casa. El pórtico estaba impecable y sin algún objeto fuera de su decoración a la vista. El garaje estaba cerrado y vanzilla fuera de vista, lo que sólo podía indicar que mis padres habían desalojado el lugar mientras yo no estaba.

Rasqué mi cabeza por un rato, la somnolencia y fatiga de mi anterior siesta aún estaban presentes en mi cuerpo. Mike se despidió llanamente con un ademan antes de dejarme solo de nuevo.

Solo...

Al mirar mi casa, esa palabra se sentía tan rara. Nunca había conocido el verdadero sentimiento detrás de la palabra soledad. Siempre hubo alguien con quien hablar, alguien que lograra entenderme en algún aspecto, alguien con quien simplemente estar.

Pero ahora, solo estaba este sentimiento extraño, de querer y no poder. De querer y no saber.

¿Es tanto pedir que todo vuelva a la normalidad?

Me senté en el escalón más cercano, produje de mi bolsillo las notas que la doctora me había dado y ponderé por un momento. Todo este tiempo había querido escapar de estos sentimientos confusos, y ahora me dicen que es posible que alguno de ellos este bien...

<tap tap tap tap>

Levanté la cabeza ante el sonido, solo para quedar como tonto al ver que yo era quien lo producía. Mi pie no paraba de golpear el suelo. Era una acción relajante sin embargo.

¿Esto no es ansiedad? Creo que leí en un blog que este era uno de los síntomas leves. Las pastillas nuevas pueden encargarse de eso.

Dejé que mis pies siguieran con su danza mientras leía los puntos marcados por Clare. Se me hacía imposible ver a una de mis hermanas como algo más que eso...

Esta mal después de todo... ¿No? Gruñí ante la frustración. ¿Entonces porque Clare me dio toda esa charla? ¿Porque me dejo todo esto? Era más fácil cuando sólo sabía que el incesto era malo porque si...

Volví a guardar las notas. Era demasiado lo que tenía que pensar y no sentía que podría llegar a algún lado.

Tal vez no lo estoy tomando como suelo hacerlo. Lo ideal sería hacer un plan... o tal vez seguir intentando con uno de los planes que ya tenía. Con esta información podría charlar con las chicas, ver si sus motivos son los que la señorita Clare considera algo sano. En el proceso puede que yo mismo consiga mis respuestas, serian dos pájaros de un tiro.

Operación salva a tu hermana sigue en progreso... no, ahora el nombre es demasiado general... tengo que seguir pensando en un mejor nombre.

Me levanté y abrí la puerta, encontrándome para mi sorpresa una casa nada digna del nombre Loud. En primer lugar, estaba tan limpia que podía oler el aromatizante que usamos para trapear la cocina. Al menos esa cosa sirve, me ha costado varias chucherías por lo caro que es.

Pasé por la sala camino a la cocina en busca de algo de agua, sorprendido al encontrarme a las mascotas plácidamente durmiendo al lado del sofá a estas horas del día. Ya en la cocina si podía escuchar los pasos de las chicas resonando en el piso de arriba.

Es raro que este todo tan callado. De seguro están en el cuarto de Lori y Leni, es el único donde no se escucha nada hacia afuera.

Saqué la jarra y un vaso y me dispuse a recomponer las horas perdidas sin hidratación.

Si todas están allá posiblemente estén planeando algo... Me separé del vaso con un fuerte suspiro de alivio, "sep, posiblemente debería esperar lo peor para hoy... bueno aun me quedan unas cuantas pastillas de emergencia tal vez si me trago las suficientes me convertiré temporalmente en una chica. Sera más fácil lidiar solo con Luan y Luna que con todas..."