Sᴄᴀʀs ⎝⎝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋ⎠⎠✓

ᵗʰʳᵉᵉ

Era una soleada mañana en aquel campamento de verano.

Los guías habían decidido que sería una buena idea llevar a los turistas a un recorrido por el bosque más cercano al campamento.

Eran conscientes de los animales salvajes que merodeaban el perímetro, pero aún así se arriesgaron a llevar a los visitantes por allí.

El grupo de turistas de aquel día no era muy mixto, pues la mayoría eran coreanos (como producto de un viaje de promoción de una nueva compañía aérea) y uno que otro inglés o español.

Se hicieron de un autobús de viaje e iniciaron su recorrido.

Claro que, ninguno de los turistas se esperaba lo que se avecinaba.

Entre ellos, estaban JungKook, TaeHyung, JiMin, NamJoon, HoSeok, YoonGi y SeokJin, quienes habían decidido tomar unas vacaciones para alentar al menor de ellos pues su novia lo había dejado por otro y aquello lo tenía con los ánimos por el suelo.

Sin embargo, estar rodeado de tanta naturaleza le hacía bien e incluso había hecho más de un boceto para sus futuras pinturas.

Pero entonces se desató la tragedia.

En medio del camino, el autobús se detuvo y cuando uno de los guías salió a investigar qué era, un par de osos salieron de entre los arbustos.

Al parecer los animales habían escuchado el crujir del motor del autobús y se notaban hambrientos, por lo que no dudaron en acercarse.

La primera víctima fue aquel guía que salió del autobús.

Las personas comenzaron a desesperarse, y muchas intentaron salir del transporte, teniendo una muerte segura al instante.

Uno de los animales logró volcar el vehículo, dejándolo completamente de lado y lanzando a muchos hacia el exterior del mismo.

JungKook estaba aturdido, pero un infantil llanto lo hizo reaccionar.

Justo fuera del bus, al lado del inerte cuerpo de una mujer que recién iniciaba a ser la víctima de una muerte segura en bocas de uno de los osos, una niña pequeña lloraba desconsolada y llamaba con angustia a su madre.

Pero la mujer jamás respondería pues ya había sido despedazada por el oso.

JungKook no lo pensó mucho y, al ver como el animal se acercaba a la criatura, con una fuerza que ni él mismo sabía que tenía, salió de aquel autobús (pues este no tenía techo) y sustituyó el lugar de la niña, lanzándola con buena suerte de vuelta al autobús, donde sus amigos gritaban desesperados su nombre.

NamJoon fue quien logró contactar con el cuerpo de guardabosques y pedir ayuda antes de que la señal muriera.

El otro oso estaba siendo a duras penas retenido por otro grupo de sobrevivientes mientras que JungKook luchaba cuerpo contra cuerpo con aquel oso.

Para su fortuna, era uno joven, que más o menos igualaba su tamaño y él poseía una fuerza física bastante ventajosa en aquel entonces.

Colocó sus largas piernas en el pecho del animal, logrando que este se alejara lo suficiente de su cuerpo, pero aún así sus patas delanteras se movían con frenesí, rasgando la piel del chico que, gracias a la adrenalina y sus ansias por sobrevivir al ataque, no lograba sentir el dolor, al menos no de manera tan aguda.

Cinco de sus amigos, a excepción de YoonGi quien tuvo que quedarse con la niña en el autobús, lograron empujar al oso a un lado, y justo en ese instante llegó la ayuda.

Dos hombres con escopetas lograron disparar y dar muerte a ambos osos, y detrás de ellos llegaban las ambulancias.

Sólo ahí JungKook dejó escapar un largo suspiro de alivio y una mueca se formó en su rostro cuando el dolor comenzó a intensificarse.

Y entonces unas manitas se posaron en sus ensangrentadas mejillas, haciendo que sus oscuros orbes coincidieran con los de la niña.

-Gracias-sollozó y se abrazó al cuerpo del chico, llorando con su cabecita sobre el hombro del muchacho.

A sus alrededores, sus amigos lloraban de alivio y él, ignorando la sangre que brotaba a través de su rasgada camisa y demás dolores que comenzaban a asaltarlo, le devolvió el abrazo a la pequeña.

Pero la niña no sólo lloraba porque le estuviera agradecida al chico, ni porque estuvo al borde de la muerte.

La nena lloraba porque sabía que estaba sola. Había visto con sus propios e inocentes ojitos cómo sus padres eran despedazados por los colmillos de aquellos salvajes animales.

JungKook lo sabía, y fue por eso que la consoló; él presentaba un caso bastante parecido.

-Escucha, pequeña-habló entre jadeos pues de a poco comenzaba a perder su fuerza y lucidez-. Yo te voy a cuidar-tragó saliva y logró hacer que la niña lo mirara-. No estás sola. Yo estoy aquí.

-Y nosotros también-YoonGi, aún en medio de su llanto, logró colocarse a un lado de la niña y su amigo.

-¿Crees que nos puedas decir dónde están tus cosas?-intervino JiMin.

Sabían que el rebuscar entre las cosas que alguna vez le pertenecieron a los padres de la criatura sería un duro golpe para ella, pero debían hacerlo si querían saber quiénes eran ella y quiénes fueron sus padres.

Y sólo entonces la pequeña asintió y se separó un poco de JungKook, mas no quería soltar su mano.

-Él tiene que ir ahora con la ambulancia, cielo-habló SeokJin, intentando fallidamente darle una sonrisa a la nena.

-No...-y estuvo a punto de volver a llorar de no ser por las palabras del mismo JungKook.

-Hagamos algo-propuso, y la niña lo miró atentamente-. Tú y YoonGi hyung-señaló al aludido-, van corriendo rápido, rápido a buscar tus cosas y cuando regresen, yo voy a estar allá-señaló una de las ambulancias, cuyos enfermeros comenzaban a acercarse a ellos.

Y por suerte, la niña logró animarse a dejar a JungKook ir.

Aquella fatídica tarde, de cuarenta y tantas personas que iban a bordo de aquel autobús, incluidos los guías y el conductor, sólo unos diez o quince sobrevivieron. Ni JungKook ni sus amigos podían dar un número exacto.

De los fallecidos, los que no fueron despedazados o golpeados por los osos (que fueron la mayoría), habían muerto en el impacto del autobús contra el suelo cuando este se dió la vuelta o habían sufrido un paro cardíaco.

Ese grave incidente fue el que dejó marcado de por vida, y no sólo psicológicamente, a JungKook.

Claro que, sus amigos también sufren de tan sólo recordar los hechos.

Y esa pequeña niña aún no supera del todo la trágica escena de la muerte de sus padres en primera fila.