Bisan-dong, Daegu.A diferencia del maquiavélico dúo familiar de los Kim, el mejor socio que tenían desde hace años vivía en una enorme casa en el campo con su adorable familia ya que su esposo prefería el silencio y la comodidad aunque eso significara visitar su casa solo cuando su marido regresará de trabajar y su hijo no vaya a estimulación y educación temprana, es decir, era más una casa vacacional.
Su nido de amor constaba de doscientos metros cuadrados construidos y miles sin construir, una casa construida de madera en un árbol y por supuesto, un enorme bosque donde sus hijos podrían jugar cuando se les plazca y sin limite, sin duda, su hogar era impresionante comparado con el minúsculo departamento al que iban más cuando iniciaban las clases de su hijo situado en la ciudad principal de su país.
Mientras su embarazado esposo se hacia un licuado vitaminado recomendado por su doctor preferido, él hablaba por teléfono y alimentaba a su bebé con la papilla ya que su amigo le habia llamado, contestó como siempre por si se trataba de algún anuncio de compras o trato que harían pero cuando notó que la situación no era para nada como lo que acostumbraba, se asustó por primera vez y antes de que aquella cuchara de plástico tocara los labios de su hijo, cayó al suelo manchándolo de manzana y se creó un sonido que llamó la atención del omega que licuaba.
Los gritos y los graves pasos al sujeto se podían escuchar en la otra linea, eran estruendosos y el ilegal trabajador rogaba porque su amigo se salvara de esto.
— ¡Señor Kim! — Exclamaba el hombre con su celular en el oído, volvió a gritar como le decía a su socio y amigo buscando una respuesta inútilmente ya que había colgado y culminado su tiempo de llamada.
Su interior le gritaba salir de ahí, abandonar por un momento su cómoda vida para ir a salvar al hombre que también hizo varias veces aquella significante cosa por él pero esto ya no se trataba solo de él, un alfa cualquiera en busca de adrenalina momentánea, no podría abandonar a su familia y menos con un esposo en cinta que dependía de su cuidado constante.
Bajo la mirada de su pareja que fue al instante a pasar su mano en su espalda preguntando que era lo que sucedía porque así no reaccionaba a pesar de encabezar la lista de los más agresivos por su posición en la jerarquía. Definitivamente algo muy malo estaba pasando y él lo apoyaría en todo, realmente se tomaban en serios sus votos matrimoniales.
— ¿Cielo, qué sucede? — Pregunta arqueando una de sus cejas y TaeHyung baja su cabeza antes de responder.
— Algo muy malo, el señor Kim esta en peligro — La última oración asustó al omega quien se tomó de un solo tirón su licuado completo para atender a su bebé que estaba llorando buscando consuelo de no recibir su alimento.
La situación era muy critica y tenia la obligación de informar a su hijo, llamó al extravagante Kim SeokJin pero se arrepintió. Lo que resultaría de llamar al omega protector seria que el mismo rastree hasta donde llego el celular de su padre y vaya a rescatarlo pero había un riesgo de que lo atrapen en el proceso o que asesiné a todos los que estén relacionados a la caza del padre.
En un evento anterior, su padre había sido traicionado por un alfa joven que le prometió un porcentaje numeroso si usaba sus productos y como rápidamente subia su popularidad como calidad de drogas, accedió pero las cosas no salieron muy bien que digamos. Quería apoderarse del centro de procesamiento escondido que usaba el padre SeokJin, también de su fortuna y de paso sembrarle un hijo al único heredero del hombre, comenzaría asesinándolo y llegó a golpearlo y no vivió para contarlo porque su precioso hijo lo decapitó con unas tijeras de jardinería en su cuello.
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Desorden legal | NamJin
FanfictionDónde Kim SeokJin, un omega de increíbles habilidades e hijo de Choi SiWon, el narcotraficante más buscado de Asía Sudeste, se enamora del peor alfa de quien podría enamorarse el hijo de la ilegalidad porque significaría traición inminente. Porque a...