Capítulo 6

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Seúl

Habían pasado el tiempo suficiente para que el dulce esposo de TaeHyung regresará su trabajo en la universidad y por meras razones ni siquiera tuvo que entrar a su casa para observar el rostro de pura desesperación que tenia el alfa, su sonrisa característica que no pudo parar la semejante furia de su marido ya que recientemente habia comprado una puerta unida a una cámara que le costó bastante.

Kim TaeHyung... — Pronunció su nombre completo a sus ojos mientras pasaba al lado de la destrozada puerta, de su mano delgada jalaba una más pequeña. — Ya hablaremos — Le susurró en el oido y el tragó su propia saliva sabiendo lo que le espera.

— ¡Papá Hobi! — Jae exclamaba, abandono el regazo de su padre para correr al de su otro papá mientras el niño que traia miraba la puerta destrozada.

El pequeño de hoyuelos inició una carrera hacia los brazos fuertes de TaeHyung ya que hace días que no lo veía y se quedaría con ellos por unos días ya que su padre tuvo un emergencia inesperada en el trabajo que pedían su presencia de inmediato y confía muchísimo más en su mejor amigo que la niñera de turno que su hijo tenía.

— ¡Tio TaeTae! — El infante apegaba su mejilla con la del alfa haciendolo sonreir ya que su hijo era más pegado al omega.

— Hola, campeón — Saludaba el alfa y sus hoyuelos pequeñitos se marcaban, siempre se preguntaba como sería tener más de un papá porque desde que nació solo han sido papá y él.

HoSeok dejó sus pertenencias en la mesa y tomó asiento al lado de su esposo para reposar, su enorme barriga era tan pesada.

Miró a su esposo para hablar — NamJoon me pidió que lo cuidemos — y Tae solo asintió, estaba preocupado por lo que sucedió y sumado a todo esto, el hijo de su mejor amigo estaba en casa.

Limite de Busan, carretera.

Tal cual como los dos afirmaron se hizo, estaban en la camioneta de Ravi que estaba ambientada en un medio automovilista de fiesta a pocos minutos de llegar al lugar que ambos querían. Habían cigarrillos en todos los costados de las puertas que estaban nuevos y un gran grupo en el medio que estaban gastados, quien conducía era el alfa y al mismo tiempo, fumaba un cigarro que molestaba en sobremanera a SeokJin, el aroma que desprende es repugnante al punto de hacerlo usar una mascarilla negra mientras estaba de copiloto.

— ¿Crees qué esto funcione? — Preguntó el omega, su mirada parecía triste y al alfa aunque no sea su amigo le daba lastima, estaba pasando por un momento horrible donde no sabia con certeza si su padre seguía vivo.

— Claro que sí, ya veras — Contestó con una sonrisa floja el más alto, en el semáforo donde paro su auto, prendió la radio para aliviar un poco el ambiente tenso en el que estaban.

Una melodía de pop sonaba, ni siquiera podía entender lo que decían ya que cantaban con una voz tan extraña. Esos famosos ídolos de pop coreano que tenían canciones muy pegadizas, ritmos y formas atrapaban a los dos criminales que cantaban sin querer sus versos.

Son tan tontas pero pegajosas — Decía SeokJin a Ravi quien miró su reflejo a través de su espejo.

Creo que te hubiera ido bien como cantante — Mencionó y la expresión del omega que jugaba con su arma cambió a una divertida — No juegues, Ravi, hubiera sido el más famoso — y por supuesto que él lo miró con curiosidad por su respuesta.

— ¿Por qué? — Preguntó y SeokJin sonrió para responder, — Sería el hijo de un narco — la cara de su compañero estaba luchando para no reír mientras que él omega se ahogaba entre risotadas.

Desorden legal | NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora