VI. Tratado de paz

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Cuando desperté, estaba en una habitación de mármol; una arquitectura antigua. Además, podía decir que había dormido lo suficiente para que la ventana que se encontraba cerrada frente a mi diera de nuevo la mañana.

No era nada a diferencia de mi antiguo yo, me hacía falta tener la guardia más en alto si es que no quería ser siempre sorprendido y capturado por los demás.

Jimin: Has despertado -Y otra cosa que pude ver, es que no estaba solo. Un pequeño joven de cabello negro y abultadas mejillas me estaba observando desde su asiento- Hola, Youngjae. Jin me ha contado mucho de ti – A pesar de mostrar pequeñas venas color negro, su presencia irradiaba luz- Tú, eres el hijo de Yoongi ¿No?

Youngjae: Lo fui – Me sentí pesado y débil al punto de dejarme caer de nuevo en la cama. Cerré mis ojos otra vez y empecé a contar con la intención de volver a dormir. Quería pensar que todo esto era una pesadilla-

Jimin: No lo es. -Volví a abrir mis ojos y los torcí de mala gana hacia él, el culpable de que estuviera otra vez metido en todo esto; el que se encargo de que matarán a mi familia- No es un sueño, Youngjae.

Youngjae: ¿Sabes por qué desearía que lo fuera?

Yugyeom: Por qué piensas que asesinaron a tus seres queridos.

Me acerque a él rápidamente y lo tome de los hombres cuando termino por entrar a la habitación- Dilo de nuevo ¿Pienso? ¿Me estas diciendo?

Yugyeom: Yo me encargue de ellos, Youngjae. Solo los dormí, pero le hice creer a Jinyoung que los había asesinado.

Youngjae: ¿Por qué hacerlo? -Él se quedo serio y alejo mi agarré – Tú... una vez lograste matarme y estas a punto de hacerlo otra vez ¿Qué te hace ahora actuar como bueno?

Yugyeom: ¿No has pensado que realmente lo soy? – No, no lo había hecho. Su pareja era alguien completamente horrible, por lo cual, solo saque la conclusión de que él también lo era- Pero muy a mi pesar, la persona destinada a mí no es alguien buena... ¿No te suena mi situación?

Bajé la mirada sin querer responderle, no tenía caso decirle que sí cuando mis expresiones ya lo decían todo.

Jimin: Yugyeom siempre estuvo conmigo. Es el único familiar que me ha ayudado desde que era pequeño, llevándome incluso a conocer nuevamente a Yoongi.

Youngjae: ¿Y por qué eso acabo? Jaebum, Namjoon y Jin me han buscado para que yo solucione todo de nuevo de la forma en que lo hacía antes.

Yugyeom: Yo fui el que les dio tu paradero, Youngjae. Yo hice que volvieras de nuevo. -Enarqué mis cejas sin comprender, algo que lo hizo suspirar de cansancio- Aquel día, fue Jinyoung quien le pidió a Jaebum matarte, pero fui yo quien dio el último golpe tomando sus manos. Eso fue intencional y se lo hice saber a Jaebum, por eso aflojó su agarre y dejó que lo hiciera. En ese corto momento, le hice ver que tu volverías y que cuando eso sucediera, iban a poder estar juntos sin todos los problemas de por medio. Mi color claro le hizo confiar y por eso...

Youngjae: Dejo que me matarás.

Yugyeom: Cumplí mi palabra y en cuanto te encontré, le dejé saber tu paradero. Eso fue cuando tenías apenas ocho años, desde entonces, él siempre te estuvo vigilando hasta que cumpliste la edad donde más yo te necesitaba.

Youngjae: ¿Tú?

El asintió con tristeza- Tú no seguirías mis ordenes por más que te lo dijera. Tienes esa habilidad de no dejarte llevar por los colores claros y darle muerte a los demás. Eso por eso... ¿me ayudarías a terminar mi amor eterno? -Más que dolor, en sus ojos se veía la desesperación de querer liberar no solo a él, sino también a aquel que amaba- Lo amo más que a nadie en el mundo, y se lo mucho que sufre a veces por luchar con ese sentimiento de no poderse negar a seguir las reglas debido a su color blanco.

Sangre Azul -2Jae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora