[06] No me esperaba eso de él

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    Pareciera que todo a nuestro alrededor se había paralizado, la cafetería entera se quedó en total silencio cuando esos tres chicos cruzaron la puerta.

    El silencio absoluto del instante fue reemplazado por susurros y murmullos, obviamente de chicas en su mayoría. En las mesas más cercanas podía escuchar cosas como "este año están más guapos", "quisiera que alguno se fijara en mí" y otro par de cosas no tan inocentes que digamos y no voy a mencionar.

    Oh no, esto no está pasando, no me digan que estos tres chicos son populares de aquí.

    Adrián buscaba con la mirada por todas las mesas mientras daba unos pasos hacia dentro del lugar con los otros dos chicos siguiéndolo. Supongo que el moreno nos estaba buscando y no nos encontraba.

    De alguna manera lo entendía, Dios, cada lugar de este colegio era absurdamente grande. Salones, jardines exteriores, cafetería, auditorio y hasta podría jurar que las oficinas también ¡Todo!

    ¿Cómo terminé aquí? Ah si, querían contratar a mi madre a toda costa en esa universidad y no había mejor manera de ganársela que enviar a su hijita querida a un colegio excelente con una beca, obvio —nótese el sarcasmo—.

    Sentí movimiento por el rabillo del ojo y cuando miré era Nathaly agitando su mano alzada. Cuando miré de nuevo a los chicos todo pasó tan detallado que casi lo vi en cámara lenta:

    Un Adrián emocionado caminando hacia nosotras cuando nos vio.

    Un Kevin notando a su hermana con cara de confusión y luego combinada con sorpresa/molestia al notar que yo estaba a su lado.

   Y Evan...simplemente no tenía expresión. No hablo de ese tipo de "cero expresión" con frialdad, mejor dicho sólo era su rostro normal.

    Quisiera decir que por lo menos se veía sorprendido por verme pero él se veía como un papel en blanco, como si no me conociera.

    Sólo miraba chicas al azar de las mesas que se cruzaban en su camino hacia acá. Y ¿Cómo sabía que eran chicas? Fácil, se les notaba la emoción en la cara cuando él les sostenía la mirada y luego se sentía el cuchicheo.

    Y por supuesto que el pelirrojo estaba haciendo lo mismo obteniendo las mismas reacciones de las chicas.

    Por lo menos disimulen nenas, se veían hasta excitadas sólo porque un chico lindo les sostenía la mirada. En su camino Evan también me sostuvo la mirada un par de veces.

    ¿Nerviosa? Puede ser.

    ¿Emocionada? Quizás un poco.

    ¿Totalmente excitada porque conocía a un chico lindo y me estaba sosteniendo la mirada mientras venía a la mesa en donde estaba? Para nada.

    Al parecer estos tres chicos absurdamente guapos no me afectaban en lo más mínimo. La atmósfera del lugar me demostró que son chicos populares y ¡Sí! Adivinaron: tampoco me afectaba.

    Quizás era inmune a los chicos lindos y no lo sabía aunque también podría ser el hecho de que tenía un novio al otro lado del estado que amaba mucho y sólo me fijaba en él.

    Lo único que no me quedaba claro aún era el hecho de que el Sr. Ojitos Verdes y yo teníamos una pequeña amistad formada hace un mes y ni siquiera se mostraba sorprendido por encontrarnos de nuevo.

    Si tuviese que describir su faceta en este momento, sería "cara de conquistador de chicas 3000, porque con solo mirarlas les mojo las bragas".

    Si él iba a jugar a los desconocidos después de que nos conocimos en frente de una cafetería viendo la lluvia, después de salvarme de un resfriado y hasta me prestó su paraguas, le voy a seguir el juego.

El Día que la Lluvia nos Reencontró (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora